Vinilos… (XXXIII) “In Search of the Lost Chord”, The Moody Blues

El pasado 15 de Marzo comentaba en mi muro de Facebook que a raíz del confinamiento por el Estado de Alarma era un buen momento para disfrutar de esa época de la música que se registraba y vendía en vinilos. El anuncio lo hacía con la portada del plato Ocnoson que lleva conmigo desde 1975 y el doble de recopilación del grupo de Birmingham que sorprendió a la industria con su música a mediados de los 60; Así son The Moody Blues. Hoy traigo a la banda con una de sus joyas menos conocidas, pero no por ello menos grande, quizás una de las mas importantes. ¿Me acompañas a recorrer el camino “En Busca del Acorde Perdido?

Raymond Thomas (1941–2018) flauta y voz, fundador del grupo; Michael Thomas Pinder (1941) teclados y co-fundador; John Charles Lodge (1945) bajo, guitarras, voz; Justin David Hayward (1946) voz, guitarras; y Graeme Charles Edge (1941) batería y percusión, son The Moody Blues. Una banda de rock progresivo, sinfónico, avanzado,… defínelo como quieras, en cualquier caso una de las mas grandes, legendarias y sorprendentes del rock. A lo largo de su historia se han mantenido fieles a su formación y estilo musical. Apenas han sufrido pequeñas variaciones; Clint Warwick (bajo) y Denny Laine (cantante) estuvieron en la primera formación, pero dejaron el grupo en el verano de 1966. Mas tarde Laine pasaría a los Wings de Paul McCartney. Les sustituyeron Justin Hayward y John Lodge. Cuando Pinder abandonó el grupo en 1978 tras la grabación de "Octave", entró en la formación Patrick Moraz (Yes) hasta 1992. Los cinco mencionados al principio compondrían la formación legendaria del grupo nacido en Birmingham en 1964. Todos sus miembros forman parte del Salón de la Fama del Rock and Roll. 

Entre 1964 y 1966 publicaron sus dos primeros sencillos “Steal Your Heart Away” y “Go Now with the Moody Blues” con los que consiguieron notoriedad dando paso a una gira apoyados por su primer LP “The Magnificent Moodys”. En su segundo disco “Days of Future Passed” (1967) rompieron todos los esquemas musicales. Está considerado como uno de los mas grandes discos de la historia. Además de la calidad musical y la innovación conceptual encerraba varias joyas, una de ellas, “Nights in White Satin”. Buena parte de la culpa la tenía quien se convertiría en su productor y un miembro mas del grupo, Tony Clarke y el sello que les encumbró Deram Records, perteneciente a Decca Label (En España Columbia). A esa extraordinaria obra dedicaremos una entrega para tratar a fondo el disco en profundidad. Hoy vamos a realizar con ellos un viaje apasionante en la búsqueda del “acorde perdido”.

“In Search of the Lost Chord (1968) se trata de un proyecto de una profundidad musical poco conocida. Los Moodys (como se les conoce familiarmente) empiezan a utilizar el mellotron, que inmediatamente se convertiría en parte del sonido de la banda con Michael Pinder a los mandos e inician un viaje introspectivo plenamente influido por aires orientales en los que Greame Edge lleva a sus compañeros. Es un álbum conceptual de búsqueda y descubrimiento de exploración personal a través de los tiempos, amores perdidos y conocimiento en un mundo cambiante para tomar conciencia de lo espiritual y desarrollo de la imaginación y exploración espacial. El "acorde perdido" aparece como el mantra "Om". Pinder señalaba que el título se inspiró en la canción humorística de Jimmy Durante, "I'm the Guy that Found the Lost Chord", en sí misma una referencia al tema "The Lost Chord" del músico inglés del siglo XIX, Sir Arthur Seymour Sullivan ( Al final del post incluyo una actuación en la BBC con dos momentos del álbum “Ride my see-saw” y el mantra “Om”). Toca relajarse.

En este álbum la banda tocó todos los instrumentos, incluidos el Sitar (Justin Hayward), la Tanpura (Mike Pinder) y la Tabla (Graeme Edge). También se utilizaron otros instrumentos menos habituales para los Moodys como el Oboe (Ray Thomas), el Violonchelo (John Lodge) y el mencionado Mellotron (Mike Pinder). Tony Clark escribía sobre las sesiones de grabación de “In search” of the lost Chord” un estudio de grabación con The Moody Blues puede resultar un lugar muy extraño: “El suelo parece un museo de instrumentos musicales. Cada nota, ritmo, compás o palabra había sido creada o interpretada por los propios miembros del grupo. Esos cinco músicos parecen la orquesta sinfónica mas pequeña del mundo”.

Como tantas obras clásicas e imperecederas “In Search of the Lost Chord” no fue del gusto de las mayorías, pero convenció a suficientes apasionados para llevar el LP al 5º puesto de los mas vendidos en el Reino Unido y al 23 en USA. Ninguno de los dos singles del álbum, "Ride My See-Saw" ni "Voices in the Sky" tuvieron grandes ventas. Curiosamente el primero sería uno de los temas mas reconocidos y  solicitados en los conciertos de la banda de Birmingham. Llegarían al nº 1 en USA con "Seventh Sojourn" (1972) y "The Long Distance Voyager" (1981). Con motivo del 50 Aniversario del álbum en 2008 Decca publicó tres versiones de diferente contenido y duración. Una de 21 temas de 1 hora y 45 minutos y dos mas de 17 canciones y 45, con todas las mezclas y versiones interpretadas. El primer vinilo de 1968 contenía únicamente 12 temas.

Personalmente tuve la fortuna de hablar con ellos en dos ocasiones, la primera en Londres cuando se produjo la “reunión” del grupo tras unos años de experiencias en solitario en la presentación de “Octave”, al que me referí en el blog hace un tiempo y la siguiente junto a mi inseparable Joaquín Luqui con motivo de un viaje promocional de Justin Hayward a Madrid para presentar su álbum en solitario “Songwriter”. El ya había grabado junto a John Lodge un magnífico “Blue Jays”. 

La fidelidad de cada miembro del grupo con la banda ha llegado a tales niveles que cuando se ha producido alguna alteración en la formación fundamental, siempre ha sido circunstancial, manteniéndose la misma a lo largo de los años. Cuando Thomas, el fundador tuvo que causar baja por enfermedad y posterior fallecimiento, y una vez que Pinder ya no formaba parte del grupo, los tres restantes, Hayward, Edge y Lodge han mantenido el espíritu, música y estilo de la banda. 

“Forever Moodys”. Ommmm…




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