Vinilos… (XXXII) “New skin for the old Ceremony”, Leonard Cohen

Situémonos: Estamos en 1974 en España. El dictador vive, y la CBS, aún en la Torre de Madrid, publica el cuarto disco de estudio de Leonard Cohen (Montreal, Canadá 1934 – Los Ángeles, USA, 2016), un poeta, escritor y cantante canadiense de 40 años que tiene la osadía de plantar en la portada de su disco dos ángeles copulando mientras vuelan utilizando una reproducción de un grabado del Siglo XVI. Por supuesto que las autoridades censuraron la portada tapando con un “ala postiza” los impúdicos cuerpos de los ángeles.

La portada original y "la española"
Así empieza la historia del empecinamiento del equipo que dirigía Tomás Muñoz por conseguir consagrar y consolidar la obra del canadiense en nuestro país, incluso trayéndole para ofrecer actuaciones en directo. Aquél ambiente y los conciertos que Cohen iba a dar en nuestro país, lo cuenta José Luis Gil, entonces responsable de producto internacional de CBS en España en su libro “Réquiem” (Fundación Autor, 2004). Así se refiere a los conciertos de Leonard Cohen en el Palau de Barcelona y el Monumental de Madrid: “Cuando cantó “The Partisan”, la gente se puso como fieras a gritar ¡Libertad, libertad!. Esto hizo –continua Gil- que estuviéramos en un tris de suspender, porque en todos los conciertos la comisaría de policía mandaba una dotación de grises…” Recordemos que las estrellas internacionales que empezaban a venir no tenían mas remedio que actuar en este tipo de teatros con capacidad de 1200 espectadores en Madrid y poco menos de 2000 en Barcelona, al no existir otro tipo de recintos que reuniesen condiciones acústicas adecuadas. Poco tiempo después se empezarían a utilizarse el Pabellón de Deportes del Real Madrid y el del Joventut de Badalona. Los que disfrutamos de aquellos conciertos del Monumental como los que seguirían con Leo Sayer, por ejemplo podemos dar fe de ello.

En “New skin for the old Ceremony” se palpa la evolución del poeta como músico y el esmero en arreglos y producción apareciendo el banjo, la mandolina, percusiones y el violín. Ese paso adelante en éste álbum se debe a la aportación del pianista y arreglista John Lissauer. Se trata de una colaboración que continuaría en la gira que traería a Cohen a España. Entre las once joyas que encierra el álbum está el popular “Lover, lover, lover” que se publicaría como sencillo, y dos temas que pasarán a ser históricos en su carrera y siempre interpretará en directo: "Chelsea Hotel #2" y “Who by fire”. La primera está dedicada a Janis Joplin sobre la que se expresará de forma muy discreta cuando publique su primer LP de éxitos dos años mas tarde: “La escribí para una cantante americana que murió no hace mucho. También solía quedarse ella en el Chelsea” (al final del post incluyo la canción con el propio Cohen visitando el hotel años después). “Ron Cornelius me ayudó con un cambio de acordes en una primera versión”. “Who by fire” está basada -dice Cohen- en una oración que se reza el Día de Expiación”. 

Para “New Skin For the Old Ceremony” contó con Emily Binger y Erim Dickins (voces), Gerald Chamberlain (Trombones),  Lewis Furey (viola), Ralph Gibson (guitarra), Armen Halburian y Barry Lazarowitz (percusión), Jeff Layton (banjo, mandolina, guitarra y trompeta), el propio Lissauser (teclados), Roy Markowitz (bateria) y John Miller y Don Payne (bajo). 

La carrera musical de Leonard Norman Cohen como músico es una continua búsqueda y análisis y exploración en temas como la religión, la política, la soledad, las relaciones personales y la sexualidad. Siempre fascinante y enigmático. Su primer disco “A Songs of Leonard Cohen” le siguieron “Songs from a Room” (1969) y “Songs of Love and Hate” (1970), estos últimos producidos en Nashville por Bob Johnston, que ayudó a Cohen a encontrar “su personal sonido”. En 1970, Cohen realiza su primera gira por USA, Canadá y Europa actuando en el Festival de la Isla de Wight. Eso le animaría a realizar constantes giras por Europa e Israel incluidas en su “Live Songs”. Se trata de actuaciones en directo en las que cuenta con amigos como Charlie Daniels y el propio Bob Johnston. La gira de 1972 sería filmada por Tony Palmer bajo el título de “Bird on a Wire”. Revisada por Cohen posteriormente se publicaría en dos años mas tarde recuperándose el material original en 2010.

En sus giras se ha hecho acompañar en los coros por las mejores voces femeninas como en aquellos años por Laura Branigan, intérprete de una formidable versión de “Gloria” de Umberto Tozzi, y tristemente fallecida en 2004, o las Web Sisters en las giras de los primeros años 2000. Ahora en 2020, 46 años después, los ecos del vuelo de aquellos ángeles siguen sonando frescos y vibrantes. Todo ha cambiado, todos hemos cambiado, pero la fuerza, sinceridad y fascinación de Leonard Cohen siguen inalterables, quizás incluso mas valoradas y sentidas por lo que su obra nos ha ido trasmitiendo posteriormente. Disfrutemos.


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