"Woodstock '69"

Hasta la llegada del maldito virus que nos invade, la celebración de festivales de música al aire libre por todo el mundo, principalmente en verano, era algo habitual que esperemos pronto lo vuelva a ser, pero traslademos por un momento con la imaginación a 1969. Entonces la vanguardia de la música era grabar en ¡8 pistas 8! El crecimiento tecnológico y musical gracias al rock había sido exponencial, pero los festivales de grandes magnitudes estaban empezando a celebrarse (Monterey, Wight) y la falta de tecnología era superada por el entusiasmo de los profesionales dispuestos a entregarse por la causa de la música, la paz y el amor. Ese crecimiento y entusiasmo hizo que pudieran celebrarse grandes concentraciones musicales como la legendaria de Woodstock del 15 al 18 de Agosto de 1969. 

La icónica reunión tendría lugar en una granja de 240 hectáreas en Bethel, condado de Sullivan, (Nueva York). El escritor Elliot Tiber intervino en las negociaciones entre los organizadores John Roberts, Joel Rosenman, Michael Lang y el granjero Max Yasgur, para acoger al concierto en los terrenos de la familia a 64 km al suroeste de Woodstock. Se celebraron 32 actuaciones que congregaron alrededor de medio millón de asistentes. La entrada costó 18 dólares para los tres lluviosos días que convirtieron aquella finca en un barrizal. Se realizó un film dirigido por Michael Waldleigh y producido por Bob Maurice y contó entre sus colaboradores con Martin Scorsese. Fue estrenado en 1970 y ganó el Óscar al mejor documental. La película ha recibido el título de “culturalmente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su conservación en el National Film Registry.

El disco que recoge la banda sonora fue producido por Eric Blackstead que resaltaba la enorme magnitud y complejidad de la realización de la grabación. El productor destacaba la labor y el esfuerzo, hasta la extenuación del equipo humano. No disculpaba las deficiencias técnicas producidas a lo largo de esos días tanto de grabación como de factor humano, pero quiso apenas disimular dichos fallos como cicatrices del extraordinario esfuerzo. La grabación se recogió en 64 rollos de cintas de 8 pistas. En cualquier caso esas deficiencias realmente conseguían destacar el valor de la producción y el trabajo de esos tres días.

Desde el principio Woodstock se convirtió en el símbolo de toda una generación golpeada trágicamente por la guerra de Vietnam y las proclamas de paz y amor como forma de vida. Tengamos en cuenta que en esos momentos presidía Estados Unidos Richard M. Nixon y el gobernador de California era Ronald Reagan… Un detalle que no se debe escapar fue que Jimi Hendrix tocó el himno estadounidense sólo con una guitarra eléctrica como signo de protesta por los comportamientos bélicos del gobierno. Los ideales manifestados por artistas y audiencia eran el pacifismo, el amor libre, el ecologismo y el amor por la música y las artes. También se vivieron intensas noches de sexo y drogas, destacando el consumo de LSD y marihuana. 

El cartel de los participantes era espectacular: John B. Sebastian (fundador de Lovin’ Spoonful), Canned Heat, Richie Havens, Janis Joplin, Arlo Guthrie, Joan Baez, Crosby, Stills, Nash (Con y sin Young), The Who, Joe Cocker, Santana, Ten Years After, Jefferson Airplane, Sly & The Family Stone, Butterfield Blues Band y Jimmy Hendrix entre otros. También resulta muy llamativo los no asistentes, o por no invitados o por rechazar acudir por diferentes motivos. Bob Dylan, que a pesar de vivir allí mismo estaba molesto por no poder recuperarse bien de un accidente de moto, pero acudiría al de la isla de Wight dos semanas mas tarde; The Beatles no tocaron porque estaban a punto de separarse y la invitación se cursó a través de John Lennon que impuso asistir también con la Plastic Ono Band, por lo que fueron rechazados; The Doors pensaban que aquello sería como un Monterey menor y declinaron. Led Zeppelin, The Byrds, The Moody Blues, Joni Mitchell y King Crimson tampoco acudieron por diferentes compromisos.

Se celebrarían otras ediciones de Woodstock en 1979, '89, '94, '99, más una de recuerdo en 2009 con motivo del 40 aniversario. Ese años se estrenó la película “Taking Woodstock” dirigida por Ang Lee, en la que se recrea la organización del concierto desde la figura de Elliot Tiber. Cuatro años después se produjo un miniconcierto en Bethel, el 18 de agosto de 2013, en memoria de Richie Havens, fallecido cuatro años antes.



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