Vinilos para una reclusión (Tommy por The Who) (II)

The Who forma parte de lo que podíamos denominar el reponer del rock británico de los 60 junto a The Beatles, Rolling Stones, Moddy Blues y Kinks. A esa lista se podían añadir otros muchos mes que sirvieron de base para la consagración de otros gigantes como Rod Stewart (Faces) o Eric Clapton (Yardbirds o Cream). A lo largo de los años el grupo llegó a ser considerado el mejor grupo de rock en directo. La banda estaba formada por Roger Daltry, John Entwistle, Keth Moon y Pete Townshend, líder de un grupo que tenía un concepto del rock inabarcable en canciones comprometido en obras concepto como Tommy (1969) o Quadrophenia (1973). Nacieron en 1962 con el nombre de The Detours pero tras la incorporación de Moon adoptaron el definitivo, The Who. No se trata en esta líneas de desarrollar su carrera sino de disfrutar de una de sus obras-concepto, auténtica ópera-rock Tommy. 
Tras dos escarceos minioperísticos denominados “A quick one, while he’s away” y “Rael, entre 1968 y 1969 surgió el trabajo que cinco años después se llevó al cine con un reparto excepcional encabezado por la siempre admirada Ann-Margret, Oliver Reed, Roger Daltry (interpretando a Tommy), Elton John, Eric Clapton, John Entwistle, Keith Moon, Paul Nicholas, Jack Nicholson, Roberto Powell, el propio Townsend y la increíble Tina Turner.
Ahora podía contar aquí las mil y una peripecias vividas con Luqui en la máquina del viejo pulcro de la calle Desengaño al que me he referido en otras ocasiones y los campeonatos de pinball que hacíamos, pero nos es el día ni lugar, al margen de lo ya contado en el blog. Pero sigamos.
Tommy cuenta la historia de un chico que tras sufrir el episodio traumático del asesinato de su padre queda sordo, ciego y mudo. Sufre abusos de su primo Kevin, es engañado por una prostituta que pretende curarle con alucinógenos y descubre una habilidad en su afición al pinball. El chico se recupera cuando la madre rompe los espejos de su casa y Tommy se convierte en una figura idolatrada por su cura milagrosa…
No se trata de contarte toda la historia porque al margen de disfrutar de la música te invito a que te acerques a la obra, escuches la música y disfrutes del film. Esta es mi pequeña aportación al nuevo día de confinamiento. Mañana mas.


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