‘Water Bearer’, Sally Oldfield

A la hora de escribir sobre “Water Bearer” (1978) he recordado la conversación que mantuve con Sally Oldield (Sally Patricia Oldfield –en ocasiones “Natasha” Oldfield-Dublín 1947) con motivo de su visita promocional del LP a España. Siendo niña, su madre, Maureen se trasladó a Reading, Berkshire (Inglaterra) con los tres niños Mike, Terry y Sally. Estudió ballet y piano desde los cuatro años. A los 11 ganó una beca en la Royal Academy of Dancing en Holland Park (Londres). Estudió en la escuela St. Joseph's Convent School (Reading) donde se hizo amiga de Marianne Faithfull. Posteriormente se matriculó en la Universidad de Bristol estudiando Filosofía y Lengua Inglesa.

Era una mujer que mostraba un gran interés por conocer la opinión sobre su trabajo de la persona que tenía delante para seguir creciendo como artista. Se trataba de una mujer delicada, dulce, emocional y empática. La frescura de su música y naturalidad eran la mejor imagen de su propia música. Sus primeras apariciones públicas -disco incluido- se habían producido junto a su hermano Mike formando el dúo Sallyangie, pero la experiencia no les gustó a ninguno de los dos: “Fue un error desde el principio”, ha manifestado siempre. El se entregaría a su primera gran obra “Tubullar Bells” y ella tardó algo mas en encontrar su sitio. 

Sally recordaba que tras una experiencia en otro grupo en el que realmente “éramos siete solistas”, lo dejó todo. No encontraba la forma de sacar la música que llevaba dentro hasta las navidades del ’76: “Volví a casa de Mike en Navidad. Me dijo que podía utilizar su estudio varios días y allí me encerré”. El resultado le gustó a Bronze Records, pero querían un sencillo para apoyar “Water Bearer”. “Mirrors” surgió en media hora, en una estación de servicio de la autopista M-4 mientras se dirigía a Herefordshire”. “La canción fue -de hecho- una ocurrencia tardía para "Water-Bearer" –escribe Sally en su blog- no se incluyó en la primera edición de vinilo. Era septiembre y estaba en "The Beacon", la casa de mi hermano Mike en la cima de una colina en Kington Herefordshire y los primeros colores dorados del otoño comenzaban a brillar en las colinas Brecon de Hergest Ridge. El primer borrador fue garabateado en una servilleta y metido en mi bolso. Esta fue la canción que cambiaría mi vida para siempre, aunque no de la forma que jamás hubiera previsto; a menudo me maravilla el hecho de que tantos acontecimientos importantes en la vida sean provocados por pequeños sucesos aleatorios”.

Una de las curiosidades de la canción es que Oldfield reconoce que las palabras ”¡Kiele-Aloha!” que significa “Hola y Adiós” en hawaiano comenzaron a salir de forma espontánea “Nunca he estado en Hawai y no tengo una conexión consciente con esa hermosa isla, pero solo el sonido de las palabras creó la alegre melodía que la acompaña”. Las prisas por sacar “Mirrors” hizo que, por ejemplo, en la edición publicada en España el álbum contiene la canción pero no su letra como si sucede con las demás.

Para Sally Oldfield “El más mínimo movimiento de un guijarro puede provocar un gran deslizamiento de tierra, el más mínimo giro de la pequeña "pestaña" en el casco de un gran transatlántico puede cambiar su curso en cientos de millas.Y eso sucedió con la publicación de “Water Bearer” y Mirrors”. Si escuchas el disco del enlace adjunto llega hasta el último tema y disfruta de "Song of the healer" y las interpretaciones de Sally y el tenor Brian Burrows; impresionante y deliciosa. 

La carrera de Sally Olfield la componen 15 álbumes entre 1978 y 2012, entre los que destacan, además del mencionado “Water Bearer”, “Easy” (1979), “Celebration” (1980), “Playing in the Flame” (1981), “Femme” (1987), “Instincts” (1988), “Natasha” (1990), “Flaming Star (2001) y “Arrows of Desire” (2012).




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