Una noche con "el americano" Pedro Ruy Blas
En cierta ocasión Felipe González, tras una
conversación con Guillermo Cabrera Infante comentó que tras mas de un año sin
verse con el escritor habían retomado la última conversación… Algo de eso me
sucedió a mi anoche tras mas de 35 años sin vernos. El encuentro fue en el Café
Central de la Plaza de Santa Ana de Madrid y como diría mi amado, y siempre
vivo JL fue una gozada volver a reencontrame con Pedro Ruy Blas.
Durante
toda la semana ha estado actuando en Madrid (seguirá hasta el domingo 30) con
motivo de la presentación de su nuevo disco titulado El Americano. Lejos de
los corsés que impone la música comercial y entregado a los amantes del jazz
hace lo que siempre quiso y amó. Recorrer en directo su último disco es un
placer tras haberle visto en directo porque te lleva de nuevo al Café Central,
arropado de amigos y amantes de la buena música donde se sentía la compañía del
inolvidable Antonio Fernández. El disco suena como el directo, o mejor dicho el
directo suena como el disco.
Pedro Ruy Blas, "El americano" |
Ensamblado
por un terceto de extraordinarios músicos como Luis Guerra, excepcional en el
piano, Víctor Merlo al contrabajo, que anoche sustituía a Reinier Elizarde,
“Negrón”, y Noah Shaye a la bateria, era un placer paladear su versión de temas
como “It ain’t necessarily so” de George Gerswin, su recreación de “A whiter
shade of pale”, "You’re gonna hear from me" de los Previn, “Lonely
town, lonely street de Whiters, dedicada al desaparecido Larry Martin que se
había comprometido con Pedro para tocarla juntos en la grabación pero unos días
antes nos dejó. Versiones sobre algunos musicales como Porgy and Bess o
reinterpretar a Stephen Sondheim fue un placer de algo menos de dos horas con
un descanso que se nos hizo excesivamente largo pero comprensible tras la
demostración de facultades de Pedro que tuvo el detalle de ir presentando y
hablando con el auditorio en español y en un perfecto inglés
"americano" consiguiendo que la audiencia foránea se encontrara como
es su casa.
Al
finalizar volvimos a retomar las conversaciones de su época de “Dolores” y “A
los que hirió el amor”, antes y después de los conciertos del Alcalá Palace de
Madrid, de los tiempos de El Gran Musical y Superventas LP’s, en los hablabamos
de su apuesta por ir contracorriente de fácil y comercial apostando por la
buena música tras aquella etapa en la que con Alain Milhaud sustituyó a Teddy
Bautista al frente de Canarios. Entonces decía que vivía por y para la música
con mayúsculas y hoy, fiel a sus creencias sigue practicando la misma religión
y a nosotros nos hace ser seguidores de su mensaje musical.
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