3, 2 o 1, tu y yo lo sabíamos, de Joaquín Luqui, para conocer al artista en su auténtica dimensión creadora
Esta mañana Joaquín Luqui “ha
regresado” a la Sala Manuel de Falla de la SGAE para estar unos minutos entre
sus amigos. Iñaki Gabilondo, Luis Merino y Pablo Álvarez (Aguilar) han oficiado
el reencuentro para que volviéramos a escuchar a uno de los periodistas
musicales y prescriptor mas importante que ha dado la radio y la televisión de
nuestro país. El motivo era la presentación de 3, 2 o 1, Tu y yo lo sabíamos, título del manuscrito que Joaquín
dejó mecanografiado a dos espacios con su inseparable Olivetti.
Recordaba Merino esta mañana que
con motivo del lanzamiento de la reedición de la obra completa de Los Beatles que realizó El País el pasado otoño, y que ha superado el millón de ventas de discos en
España, le pidió a un amigo común que repasara entre el material que tenía del
periodista de Caparroso algo sobre el grupo de Liverpool para documentar la
edición musical. Entre lo que encontró apareció un manuscrito que Joaquín había
escrito sobre los artistas que había conocido a lo largo de su carrera realizado entre 1989 y 1992.
“Joaquín Luqui
era nuestro enviado especial al mundo de los artistas” (Iñaki Gabilondo)
La sorpresa fue mayúscula cuando
en el texto hablaba no solo de Los Beatles si no que lo hacía de los mas grandes del rock y el pop. La editorial
Aguilar cogió inmediatamente el libro como un objetivo esencial para publicarlo. Era la forma de reconocer el trabajo que Joaquín realizó por
y para la música desde mediados de los 60 hasta que nos dejó hace nueve años
para irse a vivir con los dioses del Olimpo. Iñaki Gabilondo decía esta mañana
que Luqui había sido el “enviado especial de los fans al mundo de los artistas”
para transmitir nuestra admiración por ellos, y viceversa; y desde su montaña
sagrada ser él quien nos trasladase las inquietudes, amores y pasiones de todos
ellos. Iñaki ha recordado a los grandes hombres de la radio musical de aquellos años como
Gonzalo García-Pelayo, Alfonso Eduardo, Ángel Álvarez, periodistas de una época
que desde la música a mediados de los sesenta fueron la avanzadilla de la
ruptura cultural y social que se produciría en España.
Luis Merino, Iñaki Gabilondo y Pablo Álvarez en la presentación del libro de Joaquín Luqui |
Merino ha destacado el papel
necesario, vital e imprescindible, y casi olvidado, del prescriptor en la
música. Se ha remontado a la época de la Discomanía de Raúl Matas, ha recordado
El Gran Musical y sus tres etapas profesionales con Joaquín Luqui, como oyente,
compañero y finalmente como jefe, y en todas ellas la pasión compartida con el
autor del libro por Los Beatles.
Los presentadores del acto Luis,
Iñaki y Pablo han querido resaltar el prologo que ha escrito Alejandro Sanz
ejerciendo el mismo como portavoz de los creadores en un homenaje emocionante
sobre la figura de Joaquín que cada vez que lo leo me sigue emocionando. En uno
de los párrafos ofrece la idea de erigir un monumento al periodista musical
frente al edificio de la radio para que nunca se olvide su obra y lo que hizo por la música, los
artistas y, principalmente por su forma de llevar a los oyentes su amor por la
profesión a la que se dedicó en cuerpo y alma.
A mi me cuesta escribir sobre “mi
hermano” porque le llevo dentro, pero volver a escucharle esta mañana
presentando “Hey Jude”, ante el auditorio de la Sala Manuel de Falla llena a
reventar de amigos sus amigos, la canción que Paul McCartney compuso en homenaje
a Julian Lennon el hijo de John, ha sido conmovedor y emocionante; se me ha
vuelto a poner la piel de gallina, he sentido su mano acariciarme la barba y la
nuca como solía hacer y sentir la mano de mi hija Elena que me ha acompañado al
acto ha sido reconfortante para comprobar como su espíritu y pasión musical
pasa de generación en generación.
María José Casado, Alberto Vila,
Luis Merino y yo somos unos privilegiados porque hemos tenido acceso al texto original que pudimos leer para corregir las erratas propias de un
borrador escrito tal y como Joaquín hablaba y presentaba los discos, pero
volver a leerlo ahora con el trabajo finalizado es de nuevo un regalo
emocionante para los sentidos que me hará regresar a los tiempos que
compartimos programas, viajes y confidencias.
Joaquín Luqui no era solo un
prescriptor, un periodista musical, un fan de fans, era un hombre que además de la música, amaba el resto de las artes. Ir con el al cine, a
un museo, al teatro o comentar un libro era un ejercicio de entrega a la
pasión de la belleza. Te invito a que entres en 3, 2 o 1, tu y yo lo sabíamos
porque no solo vas a conocer al mas apasionado y apasionante Joaquín Luqui, vas
a conocer mas y mejor, en profundidad a los artistas que el amó y que son tus
ídolos.
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