Nunca... (149) Las Edades del Hombre y el deporte

Valladolid, capital de la cultura y referente del deporte

En 1988 se puso en marcha la idea de José Jiménez Lozano y del sacerdote José Velicia que inmediatamente aprobó el arzobispado de Valladolid con el fin se sacar a la luz las joyas del arte religioso obtenido durante siglos por parte de la Iglesia de Castilla y León. La idea trataba de celebrar varias exposiciones y un congreso teniendo como eje el arte religioso de la región. Bajo la denominación genérica de Las Edades del Hombre, el proyecto se llevó a cabo con el apoyo de las Diócesis de Castilla y León y el patrocinio de la –entonces- Caja de Ahorros de Salamanca y la Junta de Castilla y León. El Comisario General de la Exposición, que a raíz del éxito que obtendría la idea se convertiría en itinerante, fue el propio José Velicia.

El primer ciclo se celebró en la Catedral de la Asunción de Valladolid que a partir del aquél otoño de 1988, y durante casi un año, se convirtió en la capital del peregrinaje de todos los amantes de la cultura y la historia, mas allá de creencias religiosas para convertir le exposición, cuya novedad radicaba en celebrarse en las iglesias, en un motivo mayor aún para conocer nuestras raíces y pasado.

El trabajo de la radio en ese periodo consistió en realizar un seguimiento exhaustivo de cada acto o evento que fue realizando la organización desde los primeros pasos hasta la clausura del periodo vallisoletano. Contábamos, además con la constante colaboración y afinidad que José Jiménez Lozano, poeta, ensayista, periodista y ganador del premio Cervantes 2002, tenía con la emisora y concretamente con Carlos Blanco.

Alfredo Relaño y el deporte en Pucela

Alfredo Relaño

Con motivo de celebrarse a mediados de octubre el enfrentamiento en Liga entre el Real Valladolid de Vicente Cantatore y el Real Madrid de la “Quinta del Butre”, Alfredo Relaño, reciente fichaje de Delkáder como jefe de deportes de la Ser, vino acompañado a Valladolid por José Ramón de la Morena, un joven periodista que tras varios años en la redacción se había hecho con la responsabilidad de narrar el Partido de la Jornada de Carrusel. Paloma me había hablado en varias ocasiones del chico de Brunete, resaltando su trabajo y entrega. Había coincidido con él durante los años que ella estuvo trabajando con Miguel de los Santos. Estaba convencida de que Joserra, como ya le llamaban todos, llegaría muy lejos y en Relaño encontró el jefe que le lanzaría a la cima con el apoyo del mismo Delkáder.

Inmediatamente congenié con Alfredo; ambos amábamos el deporte y principalmente el fútbol desde la infancia e intercambiamos recuerdos y anécdotas entre los tres de los diferentes enfrentamientos entre el Madrid y el “Atléti”, manifestando nuestra mas absoluta admiración hacia el que para nosotros había sido el jugador mas completo de la historia, Alfredo Di Stéfano. El escenario fue el Mesón Cervantes donde disfrutamos de un espectacular arroz con liebre regado con un Vega Sicilia. Allí nació una amistad que se prolongaría con los años alrededor del futbol y la gastronomía, al tiempo que evocábamos su otra pasión, los toros. Hubo varios encuentros en Valladolid, ya viniera el Real, el Barça o el Atleti; en uno de ellos vino acompañado por un entusiasta del futbol mundial –hoy se dice “friky”-, Julio Maldonado, al que ya entonces bautizó como “Maldini” en honor al lateral izquierdo del equipo que asustaba a Europa, el Milan de Arrigo Sacci. 

Aquél equipo de 1988

Coincido con José Ignacio Tornadijo, responsable de deportes de la emisora, que el Real Valladolid ocupaba en aquellos años un lugar preferente en el fútbol español de la mano del chileno Vicente Cantatore. Era un conjunto que se peleaba con los grandes y les disputaba el balón con una fuerte presión en todas partes del campo.

Aquel equipo que arrancaba la temporada 88-89 venía de ser octavo en la Liga el año anterior, y mejoraría esa clasificación. Miguel Ángel Pérez Herran (“el fino”) desde la presidencia, Fernando Redondo desde la secretaría técnica y Vicente Cantatore desde el banquillo, armaron un equipazo. Se acababa de vender a Manolo Hierro al Barcelona, pero quedaba su hermano pequeño, Fernando, que a la postre iba a ser el mejor jugador que haya vestido la camiseta del Valladolid en toda su historia. Llegaron a “coste cero” tres jugadores de la ex-Yugoslavia, Ravnic, Jankovic y Miljus que junto a Minguela, Albis, Albesa o los difuntos Quique Moreno y Manolo Peña armaron un equipo que acabaría sexto en la Liga y jugaría la final de la Copa del Rey en 1989 ante el Real Madrid ganándose el derecho de participar en la Recopa la temporada 1989-90, cayendo en cuartos en la tanda de penaltys ante el Mónaco.

Aquella fue una temporada aciaga para el fútbol español en la que todos los equipos fueron eliminados en la primera ronda quedando únicamente el Real Valladolid como representante español en Europa. Fue el cénit de un club sin deudas.

Portada de Gigantes
con Sabonis y Homicius

La importancia del deporte en Valladolid venía reforzada por el equipo debaloncesto que presidía Gonzalo Gonzalo con el patrocinio del Fórum Filatélico. El club se convirtió en un gallito que se permitió el lujo de fichar a uno de los mas grandes deportistas que ha dado el deporte de la canasta en Europa, Arvydas Sabonis, al que durante un año tuvimos como vecino en El Pichón, y que vino de la mano de su compañero Valdemaras Homicius. José Ignacio Tornadijo miraba recientemente esa etapa con envidia y nostalgia, pero orgulloso de haber podido ser testigo y narrador junto a Ángel Manuel Pachón, entonces su compañero en la redacción de deportes de Radio Valladolid.

El propio “Torna”, como le llamábamos familiarmente -y seguimos haciendo-, me resaltaba emocionado hace unos días como vivía aquella época gloriosa de la emisora en la que viajaba con el Real Valladolid y con el Forum Filatélico a todos los partidos, nos teníamos que multiplicar –recordaba-, pero se disfrutaba. Nos gustaba el deporte, nos enamoraba nuestro trabajo y además contábamos con la fortuna de seguir a equipos ganadores.

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Valladolid estaba en pleno apogeo: Las Edades del Hombre, el equipo de fútbol, el de baloncesto, la Semana Internacional de Cine (Seminci) y Aznar acumulando apoyos para dar el golpe definitivo en su partido pocos meses después. No había una semana que no pasara por la capital castellano-leonesa algún dirigente nacional de Allianza Popular para ir mostrando su apoyo al joven presidente.