Nunca... (145) Medio millón, el cabreo de MAR y el escándalo de Burgos

En 1988 la provincia de Valladolid rozaba el medio millón de habitantes. Con ese motivo realizábamos un espacio denominado “Somos medio millón” en el que entrevistábamos a las mamás que el día anterior –o esa misma noche- habían tenido a su bebé. El espacio había logrado tal repercusión que con frecuencia Carlos Flores, responsable de Hoy por hoy Valladolid, no tenía que llamar al hospital porque algunas parejas ejercían de corresponsales avisándonos de su reciente nuevo estado. Su felicidad era contagiosa y las entrevistas telefónicas con las mamás solían ser emocionantes. Si el papá había asistido al parto se convertía en reportero contándonos los momentos mas intensos que había vivido.

La llamada a Ana Botella
Foto-Noticia del bautizo 
de Alonso Aznar Botella
publicada por El Norte de Castilla

Una de las mañanas de esa primavera la protagonista del espacio fue Ana Botella, la esposa del presidente Aznar, que acababa de dar a luz a su tercer hijo, Alonso. Lógicamente Carlos Flores entabló contacto con ella y tuvieron una hermosa y emocionada entrevista. Al tratarse de la primera dama de la región Carlos Blanco y Goyo Martínez se incorporaron a la conversación y antes de terminar le preguntaron a la esposa del presidente si su marido había asistido al parto. Ella contestó que había estado presente aunque había sido requerido en alguna ocasión. Goyo la preguntó si había sido por alguna llamada procedente de Burgos. No lo aclaró, preguntaron por el feliz papá pero les dijo que se había ido al despacho, y se despidieron volviendo a felicitar a la feliz mamá.

Los nervios de Miguel Ángel Rodríguez

Ese día yo me encontraba de viaje, y al regresar me dijeron que Miguel Ángel Rodríguez me había llamado en varias ocasiones con carácter urgente. Al día siguiente llamé a su despacho pero me dijeron que se encontraba en la habitación del hospital, me dieron el número y le devolví la llamada. Estaba muy alterado y nervioso. No paraba de gritarme “eso no se hace, eso no se puede hacer…, esto no va a quedar así…” y cosas parecidas. Yo no entendía el motivo de su alteración y cuando se tomó un respiro le pude preguntar que había sucedido, y me dijo que escuchara la entrevista a Ana Botella. Me transmitió el enorme malestar que el presidente y su mujer tenían por la entrevista, le contesté que no sabía de que me estaba hablando y que escucharía la grabación para volver a llamarle de nuevo.

Hablé con el equipo del programa y los que habían intervenido. No encontramos el motivo a tanto enfado por lo que a continuación llamé a Miguel Ángel y le pregunté por el motivo de su malestar. Seguía alterado; Me dijo que no era apropiado ni profesional preguntar a una mujer que acababa de parir por el trabajo de su marido… Yo no entendía nada, le hice ver que no encontraba motivo para tal enfado, y que preguntar a la mamá del bebé por su marido era algo que hacíamos en todas las entrevistas de la sección. El motivo de insistir posteriormente se debía al hecho de que sabíamos que había estado ocupado toda la noche con llamadas, y la pregunta era lógica desde el punto de vista periodístico por el caso de la construcción en Burgos. Pedí hablar con Ana y con el presidente par escucharles personalmente lo que tuvieran que decirme y pedir disculpas en lo que pudiéramos haberles molestado, pero -desde luego- no por la información Yo no veía nada en la entrevista que me pareciera grave ni intolerable, e intenté hacerles comprender que en ningún momento los compañeros quisieron molestar. Me pasó con el presidente que  se mostró mas sereno y aparentemente comprensivo quitándole importancia al tema diciéndome que a veces Miguel Ángel era algo exaltado y vehemente. Hablé con Ana y se manifestó en los mismos términos. Poco después comprendería que rara vez Aznar era sincero, al menos conmigo

La razón de la pregunta: el escándalo de Burgos
Portada del diario Ya

Hacía dos meses, concretamente el 5 de febrero de 1988, que la Federación de Empresarios de la Construcción de Burgos había denunciado la existencia de una red de intereses mediante la cual el constructor Miguel Méndez Pozo había obtenido unos beneficios de mas de 2000 millones de pesetas gracias a la manipulación del Plan General Urbano de la ciudad, la utilización interesada de documentos públicos y la concesión de licencias irregulares que le permitieron construir mas de 37.000 metros cuadrados por encima de lo permitido en el PGOU de Burgos.

El juez Adolfo Mallo instruyó la causa y finalmente aceptó el escrito de acusaciones del ministerio público que pedía penas de hasta nueve años para el alcalde, José María Peña, de hasta once años para el constructor y penas menores para el resto de imputados, los tenientes de alcalde José Mª Codón Herrera y Manuel Muñoz Guillén, todos de Solución Independiente, el partido que Peña había fundado para presentarse a las elecciones municipales del año anterior. El fiscal y el juez hacían suyos de esta forma los argumentos de la Federación de Empresarios de la Construcción de Burgos.

En las elecciones autonómicas de Junio de 1987 Alianza Popular había obtenido 32 procuradores (diputados en las Cortes de Castilla y León), los mismos que el PSOE, aunque los conservadores habían logrado cinco mil votos mas que los socialistas, pero el apoyo para que Aznar saliera elegido presidente llegó de Solución Independiente que había obtenido un escaño por Burgos, provincia por la que no se presentó el partido de Aznar dejando su espacio electoral a la formación de Peña logrando así de nuevo este la alcaldía con SI.

El origen

La historia arranca en 1983 durante el proceso de elaboración del PGOU de Burgos que plantea el Alcalde, José María Peña, en el que se favorecía a Antonio Miguel Méndez Pozo, su amigo y propietario de la Inmobiliaria Río Vena. Tras las acusaciones de corrupción por parte de diferentes grupos, vecinos y asociaciones, finalmente las asume la Federación de Empresarios de la Construcción. Ante tal situación Alianza Popular decide cambiar la candidatura quitando a Peña y presentando oficialmente a César Huidobro. Peña rompió con su partido y se presentó con Solución Independiente, una formación recién creada por su cuñado y mentor político, Rafael Pérez Escolar, tío de Rafael Hernando.

Méndez Pozo convence a Aznar de que es un error dividir los votos conservadores en Burgos y éste, presionado -al parecer- por Antonio Hernández Mancha, ya Presidente Nacional de AP, acepta retirar la candidatura oficial de su partido. De esta manera el voto de derechas se dirige a Peña que vuelve a ganar las elecciones como había hecho en 1979 con UCD y en 1983 con AP.

Ocho meses después de las elecciones, en febrero de 1988, el juez Adolfo Mallo dio a conocer un auto por el que se abría juicio oral contra el alcalde de la ciudad, José María Peña, de Solución Independiente, y otras ocho personas acusadas por el fiscal de varios delitos en relación con un escándalo inmobiliario. Según el escrito de acusaciones del ministerio público, el constructor Antonio Miguel Méndez Pozo, uno de los encausados por el juez, ha edificado "casi sin control alguno" en Burgos gracias a las relaciones que le unen con el alcalde y los tenientes de alcalde José María Codón Herrera y Manuel Muñoz Guillén, también de Solución Independiente. Además del alcalde, también estaban encausados los dos tenientes de alcalde y el constructor citado, el concejal Víctor Martínez Llorente; el ex secretario del ayuntamiento, Esteban Corral; el funcionario municipal Cristóbal Serrano; el registrador de la Propiedad José María Castrillón y el arquitecto Juan Manuel Manzanares.

La sentencia en El Norte de Castilla
Para el fiscal, tanto el alcalde como los tenientes de alcalde "hicieron uso de su posición de privilegio en el Ayuntamiento" para favorecer a Méndez Pozo "en mayor medida que otros constructores". Esa situación se tradujo en diferentes maniobras para conseguir los mejores solares de la ciudad, en el plazo más rápido posible y con falta de respeto a las normas de planificación y volumetría aplicables. La posición de dominio del alcalde y de los tenientes de alcalde "carecía prácticamente de límites", afirmaba el fiscal en su escrito. El ministerio público consideraba cometidos numerosos delitos de prevaricación y falsedades documentales, por los cuales pedía penas de hasta nueve años de cárcel para el alcalde, de hasta once años y seis meses para el constructor Méndez y penas menores para los tenientes de alcalde. Los delitos que cita el fiscal coinciden en síntesis con los denunciados por la parte acusadora, la Federación de Empresarios de la Construcción de Burgos. El alcalde y sus correligionarios hicieron paralelismo de su “persecución” con la "sufrida por Cristo, el Cid y Jordi Pujol", negando todas las acusaciones y esgrimiendo siempre que su único interés había sido Burgos. 

El 8 de Mayo de 1992 la Audiencia Provincial de Burgos publicó la sentencia por la que Peña era condenado a 12 años de inhabilitación y 7 años de suspensión de cargo público por los delitos de prevaricación, revelación de secretos y denegación de auxilio a la autoridad y a Antonio Miguel Méndez Pozo a 7 años de prisión menor, 3 de arresto mayor y 12 de inhabilitación especial por los delitos de falsedad en documento público y prevaricación. Finalmente en Diciembre de 2000 el Gobierno de José María Aznar indultó a Peña.

El Supremo confirma la sentencia, El País
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Pregunta pertinente y la lista negra de MAR

¿Era por tanto pertinente la pregunta? ¿Se entiende el motivo el enfado de Miguel Ángel Rodríguez? Con el paso de los meses la relación con el presidente se fue enfriando, acudía con menor frecuencia a la radio excepto cuando, a raíz de su campaña para encabezar el partido a nivel nacional, era llamado por los programas de cadena para conocer mejor al personaje. Con Rodríguez seguimos hablando durante algo menos de un año con mejores y peores momentos porque a comienzos de 1989 tuvo que dimitir al efectuar unas declaraciones poco afortunadas para ser portavoz de la Junta en las que criticaba duramente al CDS, partido que amenazó con retirar su apoyo de gobierno si no se retractaba o dimitía. Aznar le cesó, pero Ana Botella nunca olvidó.

Unos meses después me llamaría Tomás Martín Blanco preguntándome por mis relaciones con la familia Aznar, al parecer Ana Botella se le había quejado amargamente sobre mi en una cena sobre el trato que recibían ella y su marido por parte de la Ser en Castilla y León y nuestros criterios informativos. En esa época Miguel Ángel Rodríguez realizó la famosa lista negra de periodistas de Valladolid y Castilla y León en la que incluía a Carlos Blanco y Goyo Martínez, lo que para mi fue un honor que me costaría caro.

La lista no tiene desperdicio y menos los comentarios, incluso los mas laudatorios. Siempre me llamó la atención que cada folio llevara el sello de Presidencia de la Junta de Castilla y León; no era nada discreta.








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Enlaces para obtener mas información

El indulto de Aznar en El Norte de Castilla

Próximamente: Ascensos, entradas y patadas...

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