Nunca... (154) Dos errores y el becario García Ferreras
La
Ser y yo nos equivocamos en 1989: la cadena fichaba a María Teresa Campos como
subdirectora de Hoy por hoy para sustituir
a Iñaki Gabilondo en vacaciones, pero ni ella encajaría en el programa ni la
Ser en ella por lo que en al finalizar el verano se cancelaría su contrato, y
yo no renovaba a Josefina García que en magistratura nos demanda laboralmente
exigiendo que se le reconociera los periodos en Segovia, Valladolid, Madrid y de
nuevo la capital castellano-leonesa. En la puerta de la sala, antes de entrar
nos encontramos con Luis Ángel Duque, antiguo abogado de la emisora que se intentaba
vengar por no seguir con nosotros ofreciéndose a representar a Josefina
gratuitamente que acudía con Machado como apoyo y testigo.
El mío
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Una jovencísima Josefina García en sus primeros tiempos con el crítico taurino Manuel Illana. Los tiempos habían cambiado |
Realmente me había equivocado al fichar a Josefina García. El rotundo éxito que había obtenido diez años antes, en su etapa anterior junto a Carlos Blanco no se repitió. Su forma de hacer radio no había evolucionado con los tiempos a pesar de haber trabajado junto a Joaquín Prat en Radio Madrid y programas de cadena. Haber puesto tras ella a la redacción de informativos y programas no sirvió para adecuar los contenidos y las formas con los tiempos. Mi seguimiento y reuniones constantes no dio los frutos esperados. Es cierto que la audiencia se mantenía en altos niveles pero no había ese punto que requería su nombre y prestigio alcanzados, y por supuesto los de la Ser, yo quería mucho mas.
Era
mi amiga y me dolió tener que prescindir de ella, ofreciéndome a ayudarla en lo
que pudiera buscándole otras salidas. En Mayo la comunique que no íbamos a
renovar el contrato. Su reacción fue demandarnos reclamando sus años de
antigüedad en las emisoras de Segovia, Valladolid y Madrid. Al acto de
conciliación se presentó con el apoyo de Fernando Machado, el director en
Valladolid en su primera etapa y sobre la marcha se encontró con al apoyo de Luis
A. Duque, un abogado que había prestado sus servicios a la emisora hasta que mi
llegada.
No
era una persona de confianza de la dirección general, y en las entrevistas que
mantuvimos desde el primer momento no me gustó su forma poco transparente de
actuar, al margen de empezar a sospechar que sus relaciones con Fernando Machado, que había sido ya expulsado como director de Ser Guadalajara por su forma de gestionar Radio Valladolid, y Fernando Valles eran perniciosas para la radio. Duque
“coincidió” con Josefina en los pasillos de Magistratura y “se ofreció sobre la
marcha” para actuar en su nombre. Yo había contactado con el despacho de los
Divar, unos afamados abogados de Valladolid y ellos se encargaron de llevar
nuestra postura adelante. Finalmente
le reconocieron a Josefina los años trabajados en Madrid y la última etapa de
Valladolid, dejando al margen los periodos de Segovia por ser una sociedad que únicamente
estaba asociada a la Ser para la programación pero de identidad jurídica independiente.
El de la Ser
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Hermida y Campos |
Al mismo tiempo la cadena había fichado a María Teresa Campos, que de la mano de Jesús Hermida se había hecho con una importante popularidad televisiva en el programa Por la mañana de TVE, para sustituir a Iñaki Gabilondo en sus vacaciones. La medida había sido una decisión de Galdón que despertó no pocos recelos. La experiencia radiofónica de Campos procedía de sus tiempos en Radio Juventud de Málaga y en RCE, donde tras la fusión de las emisoras públicas procedentes del franquismo que daría lugar a RCE, fue nombrada directora de informativos de Andalucía, cuyo trabajo la haría obtener un Premio Ondas en 1980.
Desconozco
si fue ambición personal, mal asesoramiento, o que interpretó que su puesto la
permitía hacer y deshacer lo que había establecido el director del programa en
su ausencia, o no comprendió lo que se esperaba de ella. El caso es que su
carrera había sido un éxito constante desde que apareció de la mano de Jesús
Hermida, pero al llegar a la cadena intentó cambiar el esquema, contenidos y
formato del programa, poniendo a sus propios colaboradores al margen de los que
tenía el propio Gabilondo. No
haciendo caso a las recomendaciones de Mariano de la Banda, realizador del
programa, y resto del equipo, quizás sintiéndose suficientemente respaldada por
la dirección de la Ser en su toma de decisiones, el caso es que finalmente se
prescindió de sus servicios.
A
partir de ese momento se decidió que quien se fuera a sustituir al director de Hoy por Hoy serian redactores de su
equipo, y así a lo largo de los años lo harían profesionales como José Mª
Alfajeme, Chema García-Lastra o Miguel Ángel Oliver en el primer tramo del
programa, y Rafael Sánchez y Goyo González –entre otros- en la segunda parte a
partir de las 10 de la mañana. Eran momentos de crecimiento constante del
programa y no se podía tocar lo que funcionaba porque enfrente se encontraba el
líder de las mañanas de la radio: Protagonistas,
de Luis del Olmo en la Cope.
Unos
años después la propia María Teresa Campos confesaría que fichar por la Ser en
su momento había sido uno de sus sueños que finalmente se rompió en pocos
meses. En 1990 ella regresó a la televisión para sustituir al propio Hermida en
el programa A mi manera porque el
legendario corresponsal en los años 60 de TVE en la ciudad donde nunca estuve pasaba a dirigir y presentar el
Telediario de la noche.
Desde que se creó el Gabinete de Estudios y Laboratorio de Ciencias de la Comunicación de la Ser a mitad de los años 70 (ver varios post), eran sus estudiantes quienes realizaban las prácticas de verano en algunas emisoras de la Cadena a raíz de una propuesta de Benjamín Llorens a José Fernando Dicenta, Joaquín Peláez y Ángel Carbajo como responsables del departamento. Debido al crecimiento de los contenidos informativos de las emisoras el cupo de 15 estudiantes se quedaba corto por lo que se procedió a establecer un acuerdo con las facultades de Ciencias de la Información. Se trataba de dar una salida a los alumnos que hubieran acabado el primer ciclo para que realizaran prácticas de verano en las emisoras, obteniendo así beneficio alumnos, facultades y la radio.

Antonio resultó
brillante y eficaz, trabajaba sin descanso, con vocación y pasión. A la semana
de llegar formaba parte del equipo como uno mas de la redacción dejándonos
asombrados tanto a Goyo y a Carlos como al resto de la redacción. José Mª
Francisco, Manolo Rodríguez y José Manuel Gozalo estaban encantados. Fue un
verano que nos hizo olvidar las pesadillas de los dos años anteriores. Llamé a
Javier Agustí para agradecerle la selección y disfrutamos de un verano pleno de
actividad informativa que se cerraría con la salida de Aznar de la Junta de
Castilla y León en Noviembre, y solicité que Antonio se quedara con nosotros
hasta finales de octubre, sin sospechar el plantón que nos daría al finalizar
el año.
Creatividad e Innovación
La última semana de Junio se había convocado un nuevo curso-seminario para directores de dos días de duración bajo la llamativa denominación de Creatividad e innovación en la Empresa Radiofónica. Era el último que organizaba Planas y que, de nuevo, impartiría Consultores Españoles de la mano de Domingo Gallego. Las sesiones se celebrarían en el Hotel Tryp Fenix de Madrid y en el participamos Ángel Botana (Sevilla), Luis Mª Landaluce (Valencia), Benjamín Llorens (Alicante), Josep Mª Girona (Salou y Mora d’Ebre), Francisco Herrera (Málaga), José Arjona (Huelva), Antonio Gil (Guadalajara), Javier Suárez (Móstoles), Javier Hernando (Extremadura), Manuel Herrera (Albacete), Ismael Mascarell (Murcia), Juan E. Durán (Linares), Jordi Jordá (Gerona) y Ventura García (Barcelona).
En
él tratamos de la creatividad en los contenidos, la productividad y sus
consecuencias en el medio radiofónico, sus factores, lo que impide el
crecimiento y los frenos propios y externos a la creatividad, diferentes
técnicas, tratamiento de las dificultades y problemas que la dificultan, y
finalmente un análisis del medio y sus diferentes áreas. Finalmente se
incorporaron algunos directivos de la central entre ellos, Claudio Martínez y
Tomás Martín Blanco. Uno de los momentos mas divertidos, efectivos y efectistas
fue cuando el profesor del curso nos invitó a que comparáramos, y dibujáramos,
nuestras emisoras con algo reconocible.
Nos
tiramos todos al suelo para dibujar en unas enormes hojas con mejor o peor
acierto cómo veíamos nuestras emisoras. A mi me molestaba el diseño de Radio
Valladolid porque me gustaban los espacios diáfanos y abiertos, pero en
diferentes ocasiones que había propuesto afrontar una profunda obra en las
instalaciones la respuesta era la misma “No era el momento, tráelo en los
presupuestos del próximo año”, y así llevaba ya dos ejercicios; Había otras
prioridades en la empresa y hasta que no terminaran las de Radio Madrid no
empezarían otras por lo que mi diseño fue el de una emisora dividida en
departamentos como los de un tren.
¿Pagar por ver?
En la comida de cierre del cursillo Galdón nos adelantó algunos de los proyectos del Grupo para los próximos meses. El gobierno de Felipe González había sacado a concurso tres licencias de televisión y Prisa iba a concurrir solicitando uno de ellos. La idea que se barajaba era la de un canal mixto, es decir que emitiera una parte de la programación en abierto y otra codificada a través de un sistema de suscripción con descodificadores como sucedía en Francia, Alemania y Reino Unido. De hecho el Grupo Prisa se había asociado con Canal + Francia para montar el mismo sistema en nuestro país. Yo estaba sentado con Rafa Revert en uno de los extremos de la mesa y el se mostraba convencido de la idea. Me comentó que quien no iba a 'pagar por ver' el partidos mas importante de cada jornada si además a ello se le acompañaba con un estreno cinematográfico cada día. La idea resultaba atractiva y se armó una pequeña revolución entre todos los asistentes pidiendo mas información. Eugenio nos dijo que nos tendría informados sobre los pasos que se fueran dando, pero que en cualquier caso el proyecto estaría en funcionamiento antes de un año.
A raíz de la salida de Planas, Galdón hizo unos cambios mínimos en la cúpula de la Ser nombrando a Silvio González como gerente e incorporando a Juan Casal, hombre de su confianza como director financiero. Silvio González Moreno era licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, y tras trabajar en Sintel y la COPE se había incorporado a la SER en el verano de 1986 como director financiero. La empatía y complicidad que había con Planas despareció no solo en mi caso, si no en el de la mayoría de los directores de emisoras. Todos sus amigos resaltaban sus cualidades profesionales y humanas, los que no eran amigos tardaron en encontrar las segundas y otros no solo no las descubrimos nunca si no que se empeñaría en mostrarnos su lado mas oscuro.
Paradójicamente
sus formas de dirigir y gestionar eran totalmente contrarias a lo aprendido en
el seminario, aunque es cierto que si eran innovadoras en lo personal, huyendo
de la complicidad con su antecesor, pero también es verdad que siempre dentro
del mayor rigor empresarial y con un celo que en ocasiones resultaba
exasperante para directores que veníamos del ala mas creativa de la radio.
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La
impresionante marcha de la SER dando unos beneficios de 1.449 millones de
pesetas (casi 9 millones de euros) antes de impuestos y una audiencia de
6.759.000 oyentes de todas sus programaciones sobre un total de 15.985.000 en
toda España, suponía un 42,28% del total de la radio en nuestro país. Cifras
inimaginables apenas cuatro años antes cuando Prisa entró en el accionariado de
la Ser no daba margen mas que para la satisfacción empresarial y profesional de
todos los que trabajábamos en la radio, en nuestra radio, nuestra casa.
El parto de las emisoras
El 1 de Agosto el B. O. E. publicaba la adjudicación de 153 emisoras de FM, que en el caso de Castilla y León sumaban un total de 30. A la Ser se le concedió una en Soria y a El Norte de Castilla otra en Benavente. Finalmente Aznar “no se había enterado”. El Plan Técnico contemplaba la aparición a partir de otoño de mas de mil emisoras municipales, hacia crecer a la ONCE como cadena de radio con opción a convertirse en canal de televisión tras el acuerdo con Gestevisión Telecinco y se presentaba en sociedad Blas Herrero con Radio Blanca. El panorama conocido hasta el momento daba un giro radical. En puertas a la última década del siglo XX los medios de comunicación en España iban a dar un salto cualitativo de gran envergadura.
A pesar de que la
crisis había terminado y llegaba el momento de disfrutar serenamente tras el
esfuerzo realizado, la competencia crecía, había que tomar posiciones, y así se
presentaría la nueva temporada.
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