Nunca... (141) Ratas en las incubadoras

Hasta ese momento no me había encontrado con un caso de mayor ineptitud, ineficacia, incompetencia, falta de previsión, indecencia, ausencia de capacidad en la gestión y atentado contra el ciudadano en nuestra reciente democracia. Cuando me contaron la historia no daba crédito y me sorprendía que no se hubiera procesado a nadie de las diferentes administraciones por tal latrocinio. Nadie "fue responsable", es decir fue un caso de absoluta "irresponsabilidad" con el uso del dinero público. El ciudadano lo padeció y el caso pasó a la historia como uno de los mas claros y graves ejemplos de fraude a la ciudadanía..., pero no pasó nada.

Radio Valladolid, El Norte de Castilla y el resto de medios locales lo veníamos denunciado periódicamente. El caso del Materno Infantil de Valladolid era un escándalo en la provincia. Tras la inauguración del edificio y con todas las instalaciones a punto no había llegado a abrirse al público pero, la campaña de las elecciones y mi toma de contacto con el pulso de la ciudad y región, hizo que los primeros meses los dedicara –siguiendo una norma no escrita de Galdón- a observar, pedir información y analizar lo que tenía ante mi en los primeros seis meses, tiempo mas que suficiente para tomar tierra y dar pasos seguros en la toma de decisiones. El caso del hospital, sería uno de los caballos de batalla así que le pedí tanto a programas como a informativos que lo siguieran de forma constante y cíclica para vergüenza de la clase política que afectaba a las administraciones central, autonómica y provincial, es decir a la extinta UCD, al PSOE y en ese momento también a AP.

El Materno Infantil tras la inauguración
(Foto: El Norte de Castilla)
Debido al fuerte crecimiento de la población entre los años 50 y 70 el gobierno de la UCD decidió invertir mas de 1.500 millones de pesetas (9 millones de euros) en la construcción de un Hospital Materno-Infantil en lo que había sido el Hospital de la Resurrección dependiente del Hospital Clínico Universitario para 400 camas. El 3 de enero de 1978 se produjo la inauguración, pero no sería hasta la publicación de la Orden del 13 de septiembre de 1985 -¡casi 8 años mas tarde!- cuando quedó totalmente integrado en la red sanitaria de la Seguridad Social.

En los años 80 el Ministerio de Sanidad que gestionaba primero Ernest Lluch y Julián García Vargas a continuación, no veía oportuno "gastar" mas dinero público en su apertura por el excesivo costo de su mantenimiento al tener la capital dos hospitales mas, el Clínico Universitario y el Pío del Río Hortega. Por otro lado la consejería de Bienestar Social pedía abrir el hospital de forma paulatina aunque sin camas. El caso es que entre informes de AP, respuestas de los gobiernos socialistas en Madrid y Valladolid, cuando Aznar llega a la presidencia de Castilla y León el problema sigue sin resolverse y nadie se decide por dar respuesta al uso de un enorme edificio que se ha convertido en sede de las ratas de la ciudad que se pasean por sus instalaciones.

Cualquier propuesta de un lado era rechazada por el de enfrente mientras la población seguía creciendo aunque de forma mas lenta. A finales de 1987 se abrió el servicio de maternidad en el Hospital Clínico dejando al margen el edifico construido diez años antes; mientras las ratas seguían felices procreando. En diciembre se creó una comisión formada por un catedrático de Historia del Derecho, la directora de enfermería, dos directores de departamentos, un representante de los servicios técnicos, un arquitecto, un aparejador y dos alumnos para estudiar el destino del edificio del Materno Infantil. Comisiones Obreras denunciaba en un comunicado que, si bien era cierto que el hospital se proyectó -y creó- cuando el índice de natalidad de la provincia estaba creciendo rápidamente cuando las obras concluyeron era tarde, habiendo además “un trasfondo político donde se produjeron enfrentamientos de intereses entre la Administración Central y la Autonómica, defendiendo la Universidad intereses demasiado localistas. En dicho comunicado se pedía que –al menos- el material se trasladara al Hospital Clínico, pero ese era otro tema de conflicto entre la Universidad y el Insalud.

En 1988 se barajó la posibilidad de vender el hospital a Sanitas una vez que la aseguradora había sido adquirida por la mutua inglesa Bupa, y era intención de los británicos iniciar un proceso de expansión en ciudades de mas de medio millón de habitantes. Finalmente no se llevó a cabo y las ratas seguirían felices en su “sede habitual” aunque por poco tiempo. Finalmente el Materno Infantil se convertiría en residencia de estudiantes.

El hospital que se había construido para alumbramientos se convertía en residencia para que –quizás- aquellos madres que no pudieron utilizar sus instalaciones vieran como sus hijos lo podían disfrutar como residencia. Finalmente las ratas tuvieron que mudarse.

***

El invierno fue frío, muy frío. Recordaba un fin de semana increíblemente helador en Herencia (Ciudad Real), la dureza de las nevadas en Madrid, o aquél fin de semana en Guardo (Palencia) cuando acudí allá por 1975 al Festival de la Canción que se celebraba a los pies de la Cordillera Cantábrica acompañando a Freddy, el manager de Las Grecas, a través del cual la organización había contratado a Miguel de los Santos, pero no podía imaginar que aquello se pudiera superar. Me habían avisado sobre el frío y las nieblas de la ciudad y alrededores –que no de toda la provincia- pero la realidad superaba a la advertencia. 


Cencellada en Huerta del Rey
Aquél invierno, entre 1987 y 1988, un manto de nubes -como al parecer era habitual- se adueñó de la vega que forman el Duero, Pisuerga y Esgueva entre finales de noviembre y los primeros días de febrero con algún día de descanso. Así experimentamos un fenómeno totalmente desconocido para nosotros. Al cabo de varios días de la permanente compañía de la niebla vimos como los tejados se cubrían de un manto blanco y unos pequeñísimos, casi imperceptibles, puntidos de hielo se precipitaban sobre cualquier elemento. No era nieve, el anticiclón dominaba la península, los árboles de parques, jardines y bosques se convertían en chupos de hielo, no había defensa y el espectáculo era fantasmagórico. Cada día los termómetros marcaban temperaturas mas bajas al impedir la humedad de los ríos que la niebla levantara. Una mañana llegué a ver como el termómetro de la Plaza del Poniente marcaba -19º C… El fenómeno se denominaba cencellada y solo es recomendable verlo en fotos. Al no levantar la niebla la temperatura bajaba cada día mas hasta que la misma nube empezaba a congelarse.

Uno de aquellos días vino Andrés Caparrós a realizar el programa Mediodía cadena Ser con la exitosa sección de el pototeo y se quedó muy impresionado. Según él hasta llegar a Olmedo les había acompañado un sol brillante y una temperatura muy cálida, pero que al llegar a la ciudad que inmortalizó Lope de Vega habían entrado en una especia de sombra permanente. Así llevamos casi tres meses, le dijimos.

+++
La dedicatoria de Ángel Álvarez

Incluso en los mas fríos días de aquél duro invierno hubo momentos para que el calor de la emoción musical y la amistad subieran la temperatura. Los cambios en la fórmula musical había trasladado provisionalmente a Ángel Álvarez a la Onda Media y durante aquella temporada realizó en cadena facultativa un programa denominado De mi para ti en el que atendía peticiones de los oyentes para realizar durante 30 minutos un programa monográfico sobre un grupo o artista, siempre bajo el guión y producción de su inseparable Carlos Domínguez, “Charly”. Una mañana de aquél frío invierno me llamó Ángel para interesarse por mi estancia en Valladolid, hablar de música, etc. Al despedirnos le bromeé sobre un monográfico de Neil Diamond… nos reímos.

A los pocos días me llamó una chica muy simpática avisándome que “mi programa” se emitiría al día siguiente. De esa manera me demostró que no hay distancia cuando en el corazón se alberga la mutua admiración. Aquella edición del programa aunque no suena bien al principio la guardo con el mismo cariño y emoción que me produjo la primera vez que lo escuché.


Comentarios

Entradas populares