Monona, Matrícula de Amor


Hacía frío, el cielo estaba encapotado, la noche era negra, pero aún no nevaba. Acababa de llegar a casa cuando el sonido del teléfono quebró el silencio, y el mensaje de María José me inmovilizó al partirme el corazón. Monona está muy mal y los médicos no le dan apenas horas,… se está muriendo… Una hora después se cumplía el fatal pronóstico: Luisa María, “Monona”, nos había dejado repentinamente. Todas las muertes, incluso las esperadas, nos dejan desarmados, pero cuando estás disfrutando de la vida y estás vives dedicado a un trabajo vocacional de entrega y amor a los demás, se hace no solo duro, si no también incomprensible.

También hacía frío aquél 7 de enero de 1959 cuando una hermosa criatura rubia, de ojos azules, venía al mundo para acompañar a su hermano Tite y completar la pareja de hijos de Ángeles y Enrique. Ese mismo día su hermano la bautizó con el seudónimo que siempre la acompañó; de “Mona” a “Monona”, y “Monona" fue para siempre, para su hermano, sus padres, sus tíos, sus primos y sus amigas.

MI prima fue una hija entregada a sus padres, y admiraba a su hermano del que se sentía orgullosa a pesar de las travesuras que tenía que padecerle, pero que a la vez fueron forjando su carácter. Le encantaban los puzzles y maquetas que hacía su padre, y su madre tenía en ella su mejor colaboradora. En ese ambiente fue creciendo una niña que cuando se fue haciendo mujer encontró en la entrega y el amor a los demás su auténtica razón de vida.

Nunca se casó porque el amor que tenía para entregar a manos llenas, todo su ser y su corazón, no podían darse a una sola persona. Cuando se habla de entrega, amor y solidaridad hay que decir Luisa María, hay que decir “Monona”. Por eso cuando con 23 años se cruzó en su camino el Centro Dato, para ayudar a personas adultas con grave discapacidad, ella encontró el lugar en el que desarrollar su vocación, su entrega de amor, en definitiva, su plan de vida. Y así lo pudimos comprobar una mañana en la radio el día que Monona nos trajo a una selección de alumnos del centro para visitar las instalaciones, recorrer los estudios y conocer personalmente a "las voces que todos los días les acompañaban en sus trabajos". 

Mujer valiente, dulce, pero con carácter y unos principios muy sólidos de justicia, igualdad y solidaridad. Totalmente desprendida. Cuando falleció su padre y una grave deficiencia afectó a su madre Monona tenía tiempo para atender todos los frentes que se le abrían, pero también para ella; si, era coqueta, pero sencilla, elegante pero discreta, con una sonrisa siempre en los labios dispuesta a agradecer cualquier broma o chiste con una gran carcajada. Y sabía poner límites para que en su entrega no se abusara de ella por parte de nadie ya fueran jefes, alumnos, amigos o familiares,…

Los últimos años empezamos a celebrar grandes reuniones familiares; las “Parientadas”, y la última de ellas, su casa se convirtió en el cuartel general de la organización, primero con sus primas y posteriormente conmigo diseñamos el plan de la fiesta. Tras hablar con los responsables, ofreció para el encuentro las instalaciones del Centro la tarde del 23 de Junio, y allí vimos el lugar en el que todos los días entregaba su amor por esas 112 personas que necesitan la ayuda de los demás y de la que ella hizo su razón de vivir.

Todos vamos dejando un poso, una huella, en la vida. Unas mas profundas que otras, pero todas dejan un sello a nuestro alrededor. Entiendo que ese marca está grabada a fuego indeleble en Gonzalo, Marina, Jorge y Blanca, que mas que sobrinos han sido para ella los hijos de su hermano, casi como si fueran suyos. Ellos son los que mas intensamente han disfrutado de su otra madre, su tía, pero en todos los que la conocimos esa marca es el amor.

Estos últimos días de febrero han sido duros y muy fríos, pero en nuestro interior hemos sentido todo su calor, todo su amor.... Recientemente, Enrique -“Tite”-, su hermano, decía citando a San Juan de la Cruz  que “Al atardecer de la vida me examinarán el amor” y ella, Luisa María, “Monona”, ha sido un océano, se ha doctorado con Matrícula de Honor “Cum Laude”.

Comentarios

  1. Fui (soy) amigo de ella y aun creo que te quedas corto al difinirla!!!

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