Nunca... (32) Otoño del '76

El otoño del '76 estaba siendo vibrante de emociones. En efecto, desde el inicio de la etapa de Superventas LP's vivía en una nube de la que no solo no quería bajar si no que cada día se presentaba como un nuevo regalo y me elevaba aún mas. Las mañanas en la redacción de El Gran Musical era un maravilloso frenesí de idas y venidas, llamadas, reuniones y encuentros. A pesar de que la nueva redacción era mas pequeña nos podíamos repartir entre los archivadores y las tres mesas. Anabel y yo nos distribuíamos las entrevistas según los gustos personales excepto si Rafa Revert nos encargara algo concreto a alguno de los dos. Los viajes se convertían en un aliciente mas y no salíamos de la radio, de hecho, vivíamos en la segunda planta de Gran Vía 32, y era extraño el día que no tuviéramos una comida de trabajo.

Aquél ambiente se veía alterado y estimulado a partir de las 12,00 cuando llegaba Luqui con su montaña de discos y la corte de promocioneros tras él que le seguían cual flautista de Hamelin. La mayoría de ellos se quedaban en el estudio para acompañar a Pepe Fernández en su programa. El locutor sevillano, a pesar de su protagonismo de estrella se dejaba querer y contribuía con su programa a que esa situación se prolongara hasta las 2 de la tarde. Si además había un artista invitado en su programa ya fuera nacional o extranjero, la concurrencia llegaba a tales extremos que era difícil desenvolverse en los pasillos, pero aquella sensación, las conversaciones sobre música, los contactos que se establecían,... era impagable.

Penélope, Marisol y el marinero

Ese mismo ambiente se trasladaba a partir de las 6 de la tarde aunque con menor intensidad y menor duración. Cuando empezaba Superventas LP's intentaba quedarme en soledad para poder concentrarme en cada disco. Ya había tenido el resto del día para "tomar notas", y empezaba mi mayor placer. Para mi comentar cada disco, al margen del tipo de música, era un momento intenso porque pretendía comunicar algo novedoso o llamativo cada día.

Con motivo del fichaje de Serrat por Ariola, Zafiro -su compañía de siempre- había publicado "El álbum de oro", una edición de lujo con cuatro LP's que recogía los grandes éxitos del cantautor barcelonés, y me gustaba, disfrutaba con Penélope, entre otros títulos, recreándome en los momentos de inspiración del cantautor. Carlos Romero, de Ariola, me había dicho que a su chica le había descubierto la atmosfera que Augusto Algueró había creado para la letra de la canción del "Noi de Poble-Sec".

El momento mas íntimo de la música en español llegaba cuando sonaba Háblame del mar, marinero, de Rafael Alberti, en el LP que Manuel Alejandro había realizado para -la todavía- Marisol, poco tiempo después pasaría a ser definitivamente Pepa Flores.

La malagueña estaba disfrutando en esa época de una enorme madurez artística, profesional y personal. Incluso había accedido a una oferta de la revista de Antonio Asensio, Interviú, para hacerse una fotos de desnudo que habían cautivado por su belleza y elegancia. Realmente no escuché a nadie en la radio hacer comentarios vulgares o soeces sobre aquél trabajo que había realizado César Lucas. Háblame del mar, marinero era novedad y lo programaba casi a diario.

Myriam me hacía volar

A todo ello influía que desde mediados de Septiembre había empezado a salir con Myriam. Sucedió una tarde mientras sonaba una de las mas bellas composiciones de Manuel Alejandro, Esa es mi felicidad.

Se encendió la luz del teléfono, al otro lado sonaba una voz reconocible. Como ya narré en un capítulo de Una noche de otoño y en el epílogo me encontré por primera vez con Myriam de Riu una de las madrugadas de domingo en las que, tras el especial de Su nombre es..., había pasado por el estudio de OM para comentar con José Luis Arriaza y Cholo Hurtado, en su programa de madrugada, los momentos mas importantes de la noche. Me llamaron la atención sus manos fuertes, pero suaves a la hora de tocar la guitarra. No había vuelto a verla hasta la presentación de El amor no tiene nombre; un sábado por la tarde que tuvo que ir a defender su candidatura a Los 40 Principales acompañada de Rosa Peña, la responsable de promoción de Beverly Records, su compañía discográfica.

Myriam era una bella cantautora burgalesa de -como se solía decir- "buena familia de toda la vida", pero ella había salido díscola, rebelde, hippy,...  se dedicaba a la música, había tenido tres hijos y estaba separada. Hablamos un buen rato sobre sus canciones y galas. Me invitó a seguir la conversación cenando en su casa.

A las 10 y media de la noche me abría la puerta junto a la pequeña Myriam su única hija. Me presentó a aquella preciosa muñeca de apenas dos años y la llevó a la cama, aunque ella pidió quedarse con nosotros mientras su madre preparaba una cena ligera. Al terminar y ayudarnos a poner la mesa su madre la acostó. Continuámos hablando de su carrera, la mía, la radio en general y nos pusimos a al día de la vida de cada uno mientras sentíamos que había un creciente magnetismo entre ambos. Me gustaba como me miraba y su larga, morena y ondulada melena. Disfruté de su capacidad de seducción dejándome llevar.

Durante esos dos meses quedábamos a comer, tras el programa iba a cenar con ella y los días que la pequeña se quedaba con su padre, Myriam me llevaba a casa de madrugada en su inolvidable "escarabajo blanco". Constantemente estaba de viaje haciendo galas o de promoción. Los primeros días llevábamos nuestra relación con discreción hasta que decidimos ir a presentaciones y conciertos juntos. En la radio Myriam caía muy bien y tanto Anabel como Olimpia me felicitaron por incipiente la relación, aunque a medida que fueron pasando los días yo empecé a sentir un vértigo que no controlaba. Era un amor apasionado, excitante y ardiente; como en cierta ocasión me dijo a través de una canción, efectivamente, una noche de otoño "me enseñó a volar..." y era la primera vez que me veía desplegar unas alas de ese tamaño y conseguir tal velocidad. No había sentido algo similar.
***

Los "entuertos" de Noviembre y Jarcha en Madrid

Aquellos días Anabel y yo hablamos con Pablo Abraira con motivo del arranque de su gira, a Ángela Carrasco le daba miedo ir tan deprisa, Manolo Otero me confesó que Sugar, la obra que estaba representando en el teatro no era un fracaso, a Los Golfos, tras su éxito Que pasa contigo tío y Que me quiten lo bailao, el Sindicato de Espectáculos no les dejaban actuar en discotecas debido a que eran menores de edad, Las Grecas publicaban su Tercer álbum con Ilusionada como adelanto en single, y celebraban las ventas de sus dos primeros LP's superando el millón de discos, todo un récord para la música de España, Braulio se quejaba de que le llamaran oportunista por publicar su tema La cerillera después de que Perales grabara La Tabaquera, y por otro lado, el cantautor conquense no encontraba fecha para casarse con Manuela, Juan Carlos Calderón buscaba justificaciones para las escasas ventas de sus trabajos tras el éxito de Bandolero, Juan Bau pregonaba a los cuatro vientos que él si vendía LP's, aunque no apareciera en las listas, Lorenzo Santamaría se "destapaba", Micky se emocionaba en Radio Luxemburgo por el éxito de Bye, bye fraulein, Joan Manuel Serrat no actuaría finalmente en el Parque de Atracciones de Madrid en Navidad -decían que porque iba a cobrar un millón de pesetas-, Victor y Ana esperaban a su primer bebé para mediados de noviembre y Jarcha triunfando en el Alcalá Palace de Madrid con su nuevo disco Libertad sin ira.

Miguel Gallardo explicaba el motivo por el que finalmente su segundo disco, Y tú dónde estás, no se había vendido tanto como esperaban él mismo y la compañía, pero confiaba en el éxito de Otro ocupa mi lugar, el disco que acababa de grabar.

Pedro Ruy-Blas me contaba los Dolores que le había costado grabar su nuevo disco con temas como La niña de los Montoya, La mitad de medio duro, Jaleo, Reflejos, Lavapiés, Ceuta y La ausencia, pero era, y se le veía, feliz. Tras la experiencia de Luna llena había conseguido trasladar al nuevo trabajo los sonidos y músicas que le habían acompañado desde niño con su forma diferente, progresiva y jazzistica de entender la música y se mostraba ilusionado con la presentación del trabajo en el Palacio de la Música de Barcelona.

Sí, eran semanas intensas, meses hermosos,... estábamos viviendo en un ambiente, una forma de sentir y de trabajar con un espíritu creativo que se veía por todas partes, incluso las entrevistas mas duras y conflictivas que podían acabar en discusión, producían un resultado inesperado como me sucedió con María Ostiz.

En Noviembre:

- James Earl Carter gana las elecciones a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Demócrata.

- El día 17 fallece el actor francés Jean Gabin.

- El 18 de Noviembre, España comenzaba su camino a la democracia parlamentaria al aprobar las Cortes el proyecto de ley para la reforma política.

- 20N; los reyes de España acuden a un funeral por Franco en el Valle de los Caídos. Por la tarde se produce una manifestación de apoyo a Franco y a José Anbtobio en la Plaza de Oriente de Madrid.

Próximamente: La discusión con María Ostiz

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