Nunca... (20) Las noches de Magallanes
Oscar Gómez |
Oscar había nacido en Cuba, pero a los 12 años sus padres vinieron a España. La música del Caribe, la comedia musical americana, la zarzuela, la ópera y opereta, la revista, los musicales en general y el cine habían formado parte de su vida y, al margen de haber presentado algunas canciones a Mari Trini a finales de los '60, y recibir una oferta para cantar, su actividad se iba a centrar en componer y trabajar para otros artistas cerca de Rafael Trabuchelli, primero mentor y siempre maestro.
Debido a sus raíces, sus primeros pasos como productor estuvieron dirigidos hacía la obra del poeta cubano de la segunda mitad del XIX, y de la mano del entonces cuarteto, mas tarde trío, Laredo, grabó el LP Versos sencillos de José Martí en el que figuraba como productor Julio Seijas debido a que Oscar tenía contrato con CBS. El disco resultó muy caro y la compañía no quiso arriesgar mas dinero en la promoción de modo que el grupo y el productor tuvieron que "buscarse la vida". Ese tipo de decisiones nunca las entendí y jamás nadie me lo pudo explicar: ¿Si un trabajo había resultado caro, como es posible que no se intentara recuperar la inversión?
No era de extrañar que artistas nacionales de la compañía se acabaran marchando y llegara a atravesar situaciones difíciles. Algo realmente inimaginable en una empresa que distribuía en España el catálogo de ABC Records, entre otros sellos, con artistas como Isaac Hayes, las primeras grabaciones de Melanie en el Carnegie Hall, The Mama's and the Papa's, directos del Bitter End, o Buffy Saint Mary.
Santiago Sánchez, de Hispavox, fue quien me presentó a Oscar en una de las visitas de promoción en las que acompañaba a Paloma San Basilio a la radio. Una tarde se presentó acompañado por Jorge, Federico y José, integrantes del grupo, me habló de la producción y de la situación del disco. La radio lo iba a apoyar pero sin ser un objetivo claro. El resultado del single era brillante.
Vivir aquellas noches de primavera-verano del '75 rodeado de aquél ambiente artístico era un regalo para aquél locutor de "la FM"
A partir de entonces empezamos a vernos a menudo, principalmente quedábamos por las noches en la zona de Magallanes y Quevedo, cenábamos en una de las terrazas o en el Hollywood que acababa de abrir. En ocasiones se incorporaban a la reunión la propia Paloma, y Ana Sánchez y Juan Dapena, mas conocidos como Ana y Johnny, ex-integrantes de Los Magos de Oz (no confundir el actual Mago de Oz) que empezaban su carrera como dúo y ya habían intentado colocar su primer single En la cuneta, lo intentarían de nuevo con Quisiera ser un caballo, tema con el que ganaron el Festival de la Canción de Almería, y lo conseguirían definitivamente al grabar Y te amaré, y posteriormente en 1977 con Yo también necesito amar.
Algunos de ellos vivían en la zona y algunas noches alargábamos la tertulia en su casa. El ambiente musical se parecía en ocasiones a las reuniones literarias de un café. Vivir aquellas noches de primavera-verano del '75 rodeado de aquél ambiente artístico era un regalo para aquél locutor de "la FM".
Escuchar a Paloma hablar de escritores, filósofos, su pasión filológica y musical era un lujo; conocer los proyectos de Oscar con Laredo, Ana y Johnny o Albert Hammond, hacía que me considerase un ser privilegiado porque allí se palpaba un ambiente que iba mucho mas allá de la relación profesional, me regalaban un conocimiento y una sabiduría que siempre agradecí. Aquellas noches se asentaron las bases de una amistad que se prolongó indefinidamente. Así me lo reconocía no hace mucho tiempo la propia Paloma en una visita a la radio con motivo de su gira con Luis Cobos.
"Johnny"
Llegaba el verano, y la efervescencia musical iba en aumento con motivo de las giras de los artistas por salas y discotecas. El Gran Musical había cuajado definitivamente en su nueva etapa en la discoteca Cassette de la madrileña calle de Hilarion Eslava, y era paso obligado de todos los artistas para hablar de sus proyectos y anunciar sus giras que en muchos casos acababa de empezar. En una de ellas Manolo Otero, me bautizó como “John of God” que inmediatamente abrevió con el cariñoso “Johnny” que me ha acompañado hasta hoy para los amigos de entonces, pero eso lo veremos próximamente. Proximamente: El Gran Musical en Cassete
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