El final de la radio y televisión pública, e independiente

En el día de ayer “cautiva y desarmada”, las fuerzas del PP, con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos -que para eso les dieron la mayoría absoluta-, decidieron que se acabara la radio y televisión pública independiente en España. La única que quedaba en esta país va a desaparecer, y parece no tener remedio. No es de recibo decir que el PSOE no ha facilitado el acuerdo porque últimamente estamos viendo que la única forma de conseguir acercamientos en cualquier negociación es aceptar lo que propone el que gobierna, algo que por cierto también practicaron los socialistas, y estos no pueden quejarse porque no han sabido dar una salida a la situación

Ya no será de todos,
volverá a ser del que gobierna

Ya no existe la radio y televisión pública porque en el resto de comunidades los profesionales están asediados por el gobierno de turno o son contratados los profesionales afines a la ideología gobernante. Han sido ocho años que la única televisión que se podía ver en cualquier aspecto, ya fuera informativo o creativo, era TVE con sus fallos, como algunas lagunas en su gestión dando a productoras independientes trabajos que podrían hacer los profesionales de la casa, pero aún así ha sido un tiempo que será imposible olvidar. Y no me preocupa el hacer de los profesionales que han ejercido su independencia porque tanto los que “dan la cara” como los que “están detrás” van a seguir trabajando, pero la presión será asfixiante y la falta de libertad total. Cualquiera que haya pasado por Madrid y haya visto unas horas la “televisión pública” de esta comunidad sabrá a que me refiero.

Con la premura del momento no es ocasión para relatar los aciertos y desaciertos de las etapas de Luis Fernández y Alberto Oliart pero el nivel de independencia, y rigor con el que se ha trabajado ha llevado a TVE a las mas altas cotas de audiencia en los últimos dos años de forma consecutiva, mientras que RNE ha ido logrando escalar posiciones desde la sima mas profunda hasta llegar a convertirse en la tercera cadena de Radio  en el formato convencional, y elevando el nivel y rigor tanto en Radio Clásica como en Radio 3.

Hoy los amantes de la radio pública estamos de luto porque ha muerto y tan responsable es el gobierno del PP como la dejación que ha realizado el PSOE abandonando a su suerte a unos profesionales íntegros. ¿Tan difícil es hacer llegar a los “representantes de los ciudadanos” que la radio y televisión pública es de todos”, no solo del que gobierna en cada legislatura?