5 años, 5

Homenaje un año después en el Museo Reina Sofía de Madrid
Mi querido amigo:

Con tu marcha te quedaste en mi, me inundaron tu sensibilidad y pasión por todo lo artístico, me rapé, me enamoré y viví los catorce meses mas deliciosos que recuerdo. Empecé a descubrir el placer de escribir relatos y canciones. Chema le puso música a una de ellas. Volví a ir al cine con mas frecuencia recordando los tiempos en que en el mismo día podíamos ver dos o tres películas; celebramos el aniversario de Los 40 y te sentimos presente. ¿Escuchaste a Alejandro Sanz dedicándote su actuación en el Concierto del Calderón? El silencio fue acompañado por miles de velas en tu memoria.

Pero hoy amigo mío del alma no me salen las palabras, no me salen. Llevo varios días divagando, pensando, pero no surgen para decirte que te echo de manos, que aunque renací al irte sintiendo tu energía, fuerza y creatividad, no me salen las palabras para decirte lo que siento y como me encuentro.

Recuerdo a Miguel Hernández y a Ramón Sijé. Quisiera tener la sensibilidad del poeta para contarte… para cantarte que tu marcha hizo que entraras en mi y sintiera emociones y sensaciones nuevas.

Han pasado cinco años, si, han pasado muchas cosas, pero lo que nunca pasará es mi amor por ti, amigo mío. Alguien dijo que quien desaparece de esta vida adquiere la inmortalidad porque pasa a vivir en nuestra mente, en nuestro recuerdo, y mientras está ahí nunca desaparecerá y tu, amigo mío, ya eres inmortal. No solo por mi recuerdo, lo eres porque estás en la mente de todos los que te conocimos y te amamos.

Te imagino feliz en compañía de mas inmortales del cine y la música, disfrutando de mil y una anécdotas e historias con Audrey Hepburn, Montgomery Cliff, John Lennon,  George Harrison, Elvis, JFK –recuerdo la historia que escribiste sobre él y Hitler, que buena película habría hecho Tarantino-, Brian Jones, Natalie Wood, y tantos y tantos otros.

Da igual que no pongan tu nombre a un estudio de radio, o que mas allá de tu pueblo no te dediquen una calle, da igual porque esas cosas nunca las valoraste e incluso te causaban rubor e incomodidad, pero hoy amigo mío quiero que sepas que no me salen las palabras porque la emoción es mayor que lo que pueda plasmar aquí porque el corazón se agolpa en la garganta y me impide que te escriba como mereces, pero sabes lo que siento y como me encuentro porque estás en mi.

Simplemente hoy quería decirte de nuevo que te quiero, que te recuerdo y que eres inmortal.

Gracias Joaquín, HERMANO.

Comentarios

Entradas populares