Nunca... (80) El Lobo y el Baby (Toño y Abellán)

El Lobo

Luis Antonio Cayetano Martín González (Toño, o Toño Martín) había ganado en 1978 la fase de Madrid el I Concurso Nacional de Disc Jockeys que convocó la Cadena Ser a través de Los 40 Principales. El ganador nacional había sido Fermín Rotaeche de Radio Bilbao como comenté en el post 59 de esta serie, pero Toño había sorprendido a propios y extraños con su estilo peculiar inspirado en el Wolfman Jack de los años 60 que habían inmortalizado en el cine un jovencísimo George Lucas una noche de verano de 1962 en su American Graffiti, y algunos conocíamos a través de los míticos programas que emitía a través de Radio Torrejón la base americana próxima a Madrid.

Toño Martín pinchando en New Sunset

Toño era conocido en la noche madrileña por ser uno de los, entonces llamados “pinchadiscos” de salas de referencia en Madrid como New Sunset. No solo se encontraba cómodo entre vinilos, era un apasionado del rock en todos sus estilos y variaciones. Con su personalidad se ganó enseguida a todos. La final del certamen había sido tan competida que finalmente se decidió que, además del viaje a Los Ángeles, se les firmara un contrato a los tres primeros en sus respectivas emisoras; Fermín en Radio Bilbao, Antonio Villar en Córdoba y Toño en Madrid, además irían acompañados de lo que se llamó los padrinos de los concursantes, es decir, el locutor, o DJ, de Los 40 que había apoyado su candidatura. Anabel Padilla fue su madrina. Al regreso le esperaba su contrato en Los 40 para seis meses.

Cumplido ese tiempo Toño dejó la radio aunque regresaba en ocasiones para grabar campañas de publicidad requerido por su voz y personalidad lo que propició que finalmente Arturo de la Vega (Jefe de emisiones) y Rafael Revert le llamaran pasados unos meses para volver a contratarle, ahora ya por un tiempo mas largo. Se trataba de contratos temporales de seis o doce meses ampliables hasta tres años, momento en el que había que decidir si convertir el contrato en indefinido o despedir.

El Baby

El día que regresó para firmar su nuevo contrato coincidió en el viejo portal de Gran Vía 32, subiendo en el vetusto, siniestro y negro ascensor, con un chaval menor de edad que, aunque nacido en Madrid, se consideraba abulense de El Tiemblo, José Antonio Abellán Hernández. A partir de ese momento y durante muchos años sus carreras se desarrollaron de forma paralela y casi al unísono. Fue una casualidad pero desde aquél día Toño se convirtió en el padrino, protector y guía de “El Baby”, como enseguida bautizó Luqui a José Antonio.

Toño en primer plano, atrás Abellán

Abellán se había presentado a unas pruebas que con cierta frecuencia, y con el fin de ir renovando las voces de Los 40, realizaba Revert, y con la naturalidad, frescura y osadía que daba la recién abandonada adolescencia superó fácilmente. El Baby tenía una ambición desbordada y no tardó en generar polémica entre los compañeros que veían en la forma de ser del recién llegado algo mas que la frescura propia de la edad para ir creando recelos en todos. Una de sus primeras “víctimas” según algunos compañeros, fue la propia Rosa Chaves convertida ya en una estrella de la música, si bien polémica, de Los 40 y cantautora que empezaba a realizar giras por España tras grabar su primer LP. Rosa estaba llamada a ser la sucesora de Pepe Cañaveras en El Gran Musical, primero de los sábados y con el tiempo -quizás- también del domingo.

Toño y yo hicimos amistad de forma casi inmediata. Coincidimos unos meses en la FM. El era un habitual oyente de Superventas LP’s y cuando yo había dejado el programa para realizar De la noche a la mañana venía casi todas las noches al salir de la discoteca para acompañarme y hablar de música e invitados y, en ocasiones lo hacía acompañado por su ya inseparable “Baby”.

Durante unos meses recayeron sospechas sobre Abellán de sabotear algunas grabaciones del programa de uno de los nietos de Garrigues que realizaba en la noche de la FM un programa disparatado, lleno de ingenio y absurdo denominado La Uted Peluda en el que colaboraba (como el mismo recuerda) un joven estudiante de periodismo que estaba a punto de terminar la carrera y que finalmente me llevaría dos años después a Ser Guadalajara, Enrique Martínez de la Casa. Dichas sospechas no pudieron demostrarse pero Ravert y Tomás Martín Blanco decidieron darle “un par de meses” de descanso, tiempo que él -dice- aprovechó para irse a Estados Unidos.

Cambio de estilo y lenguaje, nuevos tiempos

Luqui, Ana Belén, Abellán, Toño, Luis Merino y María Jesús Prieto

Revert estaba realmente “enamorado” del Baby; veía en él la imagen de todo lo que quería para el nuevo rumbo Los 40 Principales, un DJ joven, de la edad de la audiencia-tipo, se desenvolvía con soltura y descaro, hablaba como los chavales del momento, es decir, lo reunía absolutamente todo para convertirse en una estrella, y lo sería si aprendía a controlar sus “inconsciencias”. Además de Toño y Revert, el propio Luqui le acogió como un ejemplo de lo que él veía en los fans, y mientras se dejó guiar se fue convirtiendo en un baluarte y referente para las emisoras de Los 40.

Todas empezaron a cambiar el lenguaje y el estilo de sus DJ’s, incluso hasta su forma de vestir. Eso se fue viendo de forma inmediata en los años sucesivos y sobre ese estilo se crearon las bases de lo que se vendría a llamar estilo de la Cadena 40, pero ahora estamos escribiendo sobre los primeros meses de 1980. Además de Abellán otros nombres, que tendrían un futuro radiante en la radio, empezaban a acercarse a la FM.

La "cosecha" de aquél año dio otros "grandes reservas" como José Miguel Jaúregui, Jaime Barella, Santiago Alcanda, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser. Los cuatro últimos empezarían en las noches del otoño de Los 40 Principales, El Flexo, un programa que un par de años mas tarde, y con los tres últimos, daría lugar a Gomaespuma.

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El boomerang del rock and roll

El mes de Mayo de 1980 nos traía lo mejor del rock y la obra mas madura de Chema Purón. El cantautor riojano presentaba su tercer LP, A la orilla del mar, un álbum cuajado, intimista, pero vivo, mas fresco y alegre. Luis Cobos, José María Bardaguí y Rafael Ferro trabajaban con él bajo la producción de Gonzalo de la Puerta en el LP en el que resaltaban temas como Cuéntame, Cómo pudiste, A la orilla del mar o Hijo mío.

Después de trece años de carrera Status Quo nos refrescaban su historia musical con un LP de grandes éxitos, 12 Gold bars, en el que no se olvidaban de ninguno de los temas con los que nos habían hecho disfrutar como Rockin’all over the World, Whetever you want o Living on an island.

Bob Seeger and the Silver Bullet Band se empeñaban en hacernos recordar que a pesar de los fans, el pop y la música disco, el rock estaba mas fuerte que nunca y lo hacía “contra el viento”, Against the wind. Con un disco para disfrutar de Tierra de nadie, el mismo Contra el viento, Bueno para mi y Dia brillante.

Pero lo mas importante era la constante presencia del rock y de Miguel Ríos con Rocanrol Boomerang. Tras la experiencia de los directos en Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga, Alicante, Laredo y Puerto de Santa María de 1978 con La noche en roja, lanzó al año siguiente Los viejos rockeros nunca mueren quizás evocando sus comienzos en el Price de Madrid y se presentó aquél verano de 1980 con su boomerang.

El estreno de The Rose, patrocinado por El Gran Musical, se convirtió en un éxito clamoroso de Bette Midler en todo el mundo, también en España en una presentación cinematográfica en la que no faltó “nadie” de la música. Pero a pesar de todo ello el número uno de las listas de singles (Morir de amor) y LP’s  (Miguel) lo copaba Miguel Bosé desbancando a The wall de Pink Floyd.