202/ Carreras arriba y abajo, las concesiones de la Xunta de Galicia
A primeros de Marzo se hizo oficial el nombramiento de José Luis
Sainz como subdirector general de la Ser en sustitución de Juan Casal que se había como gerente a Sogecable. Sainz
era economista y licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid,
habiendo comenzado sus actividades profesionales en Arthur Andersen, para
posteriormente incorporarse al diario EL PAÍS como Adjunto a Gerencia. Su
presentación ante el comité de dirección se hizo el lunes, 2 a las 9,30 de
la mañana en la sala de juntas de la 9ª planta, dándonos Delkáder la bienvenida
a ambos.
Dicho
comité se reunía los primeros lunes de mes para analizar la marcha de la radio
por departamentos, las ventas de emisoras y cadena en particular y el sector en
general. Cada director de departamento ponía en conocimiento del resto los
proyectos en los que estaba trabajando. Uno de los temas en los que ya se había
empezado a trabajar en coordinación con la dirección regional de la SER en
Cataluña era los preparativos para la celebración del 75 Aniversario de la
radio que tendrían lugar el año siguiente, para el que se había creado un
comité de organización y seguimiento formado por Dirección General, y los
responsables de la Cadena SER, Radiofórmulas, Informativos, Relaciones
Públicas, Prensa, Marketing, Ser Cataluña y GDM.
Aquella
primera semana la recuerdo como un constante frenesí de subidas y bajadas por
las escaleras, corriendo siempre “armado” con mi cuaderno para tomar nota de
todo lo que se decía en las múltiples reuniones a las que tenía que asistir e informar
a Ana y Marisol, mis compañeras del gabinete. Todos los días a las 10,30
asistía a la reunión de la papela de la mañana con José Antonio Marcos para
conocer los temas que las diferentes secciones de informativos preparaban para Hora 14 y resto de la jornada por si
había alguna entrevista o exclusiva de la cadena. Por la tarde se producía la
misma reunión con Carlos Llamas para estudiar los contenidos y análisis del fin
de la jornada en Hora 25.
Cuando
creía que tenía un momento de respiro sonaba el “zapatófono”, un
intercomunicador directo e interno de consulta privada y personal directa entre
los directores de departamento, pero que al compartir con mis compañeras la
misma dependencia, en ocasiones, no podía atender a la consulta y tenía que
acudir al despacho del interlocutor. Quien habitualmente utilizaba el sistema
era Gavela, si bien sus consultas eran respondidas por Ana y Marisol porque se
referían lo que se había dicho en otras cadenas a las que ellas realizaban un
seguimiento de antena. Cuando había temas de mayor calado lo utilizaba para
llamarme a su despacho.
El Chispazo y World Dance Music
Lo mismo
sucedía con los contenidos del fin de semana que empezaban a trabajar con la
incorporación del equipo de A Vivir…” a partir del miércoles y con las aún llamadas radiofórmulas. Al mismo
tiempo que yo me incorporaba a mi nuevo puesto nacía en M-80 Radio El Chispazo, un programa de Javier
Martín y Sergio Pazos que habían obtenido una gran popularidad con el “Caiga
quien caiga de El Gran Wyoming. El programa era una especia de carrusel del
ocio para el fin de semana que se emitía los viernes de 20,00 a 22,00
repitiéndose los sábados de 12,00 a 14,00. El primer programa arrancó con
Miguel Bosé y Beatriz, de Greta y los Garbo.

El escándalo de las concesiones de Galicia
Aquella
carreras, subidas y bajadas por todas las áreas de la radio en la primera
semana se iban a quedar en nada entre los días 5 y 9 de marzo por obra y gracia
de la Xunta de Galicia. El 13 de Septiembre del año anterior el BOE había
publicado la ampliación del Plan Nacional de FM por el que las comunidades
autónomas podían conceder hasta un total de 350 nuevas emisoras de radio
privada. Sólo cinco de las diecisiete comunidades habían convocado concurso. La
primera fue Extremadura (9 emisoras) a la que siguió Galicia (46). El resto lo
irían haciendo posteriormente. Las emisoras asignadas por el Plan para las
comunidades fue Asturias (11), Cantabria (10), Navarra (8), Rioja (8), Aragón
(32), Cataluña (22), Baleares (9), Comunidad Valenciana (15), Murcia (12),
Andalucía (26), Castilla- La Mancha (17), Castilla y León (52), Madrid (25),
Canarias (46), Ceuta (1) y Melilla (1).
De las
46 emisoras que le tocaba conceder a la Xunta ¡ninguna! -0- fue para la SER que
se había presentado al concurso directamente por un lado y sus socios,
empresarios independientes por otro. También fueron excluidos Tele 5, El Grupo
Zeta, y Cadena Ibérica, esta última integrada ya en Televisa y que presidía
Luis María Anson. El reparto quedó así: el 25% fueron para la Cope, con dos
emisoras se quedaron El Mundo, Prensa Española (editora de ABC), Editorial
Compostela (El Correo Gallego), Uniprex (Onda Cero), Luis del Olmo y la empresa
editora de El Faro de Vigo. Con una emisora se quedaron el grupo Recoletos,
Publicidad 3 y Hercus, el ex director de La Voz de Galicia, Juan Ramón Díaz,
Medios Autonómicos de Radiodifusión Gallegos, que representaba Manuel Casal,
exconsejero de Industria de la Xunta, Antonio Couceiro, y otras cinco se
declararon desiertas.
De esa
forma la Cope pasaba de tener siete emisoras a disponer de 18. Onda Cero se
quedaba con 4 mas las otras seis de Blas Herrero de las que podía disponer y la
de Luis del Olmo, total 11. El Grupo Voz pasaba de 8 a 17. La Ser tenía en
propiedad seis emisoras y otras 20 procedentes del acuerdo con Godó a las que
habría que sumar dos de un empresario independiente asociado a la Ser.
La respuesta de la SER
Aquellas
concesiones provocaron una interpelación en el parlamento gallego por parte de
los grupos socialista y mixto. En la Ser dijimos que el reparto de la Xunta era
“tan elocuente” que no necesitaba mas comentarios recordando “que la iniciativa
privada fue la pionera de los medios audiovisuales de España creando, pronto
hará 75 años, lo que hoy es la Cadena Ser. La radio nació en España con la Ser.
Esta, quizás, es la reflexión que hoy nos merece la decisión administrativa. La
Ser es una institución reconocida y admirada en Europa y el resto del mundo, y
por tanto estas decisiones de la Xunta de Galicia y del Gobierno del PP no van
a apartarla de su servicio informativo y plural al conjunto de la sociedad
española”.
Por
parte de Cadena Ibérica, participada en un 25% por Televisa, se manifestó a
través de su presidente José Antonio Sánchez, señalando que “las emisoras se
dan a dedo y las decisiones de los gobiernos de turno son siempre arbitrarias”.
Finalmente el presidente de Tele 5, Alejandro Echevarría, mostró su
preocupación por lo sucedido como un posible ejemplo de lo que podía acontecer
en el resto de comunidades, esperando que en el las siguientes concesiones se
aplicaran “criterios mas profesionalizados y menos politizados”.
El 21 de
Mayo el vicesecretario general del PSOE gallego, Miguel Cortizo, envió un
escrito a la Fiscalía Anticorrupción para solicitarle una investigación sobre
el reparto de nuevas licencias para emisoras de FM en la comunidad autónoma,
realizado por la Xunta. En el escrito Cortizo destacaba el sorprendente hecho
de que la Cope, comenzase a emitir por cuatro frecuencias a las pocas horas de conocerse
la decisión de la Xunta debido a que las adjudicaciones eran provisionales
hasta que se resolviesen los posibles recursos anunciados por todos los
solicitantes a falta, además de que los beneficiarios presentasen el proyecto técnico según informó Xosé Hermida en El País.
No sería
la única reacción; unas semanas después Enrique Bustamante, catedrático de
Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Complutense se refería
a las concesiones de los diferentes gobiernos en un artículo publicado en El
País bajo el título “Autonomías: lo pequeño no siempre es hermoso” y destacaba
que se amontonaban las noticias sobre gobiernos regionales que repartían ayudas
a la prensa con lógicas partidistas.
Subirse a un transatlántico en marcha
El día
13, aun con la resaca del escándalo de las concesiones gallegas le brindamos
una comida de despedida a Juan Casal en la Cava Baja. Por mi parte me reuní con
el personal de Móstoles, en una
cena en el Asador Las dos Castillas de Villaviciosa de Odón y a mediados de mes
me llamó Alfredo Relaño para disfrutar de uno de nuestros habituales cocidos en
el Restaurante La Bola con un amigo que me quería presentar, Patxo Unzueta.
El
tamaño de la organización, del grupo, querer abarcar lo máximo posible y
atender a todos los que reclamaban apoyo hacían que el día pasara sin
enterarme. Quedaba con Joaquín Prieto, responsable de comunicación y medios de
El País, Gemma Nierga se iba a realizar La Ventana a Lisboa con motivo de la
Expo, los hermanos Carmelo y Martín Rivero estaban preparando un libro sobre
Iñaki Gabilondo, había que preparar entrevistas de los conductores de la radio
con diferentes medios y se acercaba la entrega de la primera oleada del EGM. No
daba tiempo ni en pensar en la Semana Santa.
La velocidad de crucero del
transatlántico que eran el grupo y la radio, al que me había subido en plena
marcha no daba un momento de respiro y, además, el destino reservaba momentos
trascendentales para todos, la primavera iba ser
muy movida. A la vuelta de unas semanas se iban a producir un hecho luctuoso, un procesamiento de un juez, la marcha de mis compañeras y
los cursos de El Escorial, con una intervención rotunda y clarificadora de
Augusto Delkáder sobre la profesión y los medios.
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