Mi "Melody Road" de Neil Diamond

Esta no es la crítica de un disco, es mi comentario. Los que me conocen saben que soy partidista por mucho motivos, los mismos que se pueden dar en una vida, y aunque no se trata de hablar de la mía, en este caso vaya por delante que en muchos aspectos la vida profesional y la personal han ido en paralelo. Si la mía dio un giro en 2005 la del artista de la ciudad en la que nunca estuve le sucedió lo mismo, y ya nada fue igual. Efectivamente, aquel año Neil Diamond entró en el estudio con Rick Rubin y el barbudo productor sacó del artista lo mejor de si desnudando sus sentimientos ante el mismo, el mundo y sus seguidores en el excepcional 12 songs. Volvió a repetirlo en Home before dark (2007) un par de años mas tarde regalándonos en ambos trabajos una serie de canciones que han pasado a la historia de la música popular americana.

Tras seis años en los que se ha dedicado a volver a su ciudad para entregarse durante una semana a sus conciudadanos en el imprescindible doble CD y DVD Hot August Night/NYC (2008), obsequiar a sus seguidores con unas excepcionales versiones de algunas de las canciones que marcaron su vida y carrera en Dreams y un par de recopilaciones volvió al estudio. Esta vez de la mano de Don Was, con el que ya trabajo en Wish everything was alright del Lovescape (1991) y Jacknife Lee, habitual de R.E.M. y U-2, ambos productores han mantenido el espíritu que Rubin acuñó en los trabajos mencionados de Diamond, pero aportando orquestaciones y arreglos de banda que en directo serán momentos impagables.

Tras volver a encontrar la pasión del amor en Katie McNeil, su tercera esposa y actual manager, el artista que el próximo Enero cumplirá 74 años muestra en Melody Road los diferentes momentos de su actualidad como el intimismo de temas como Nothing but a heartache, (OOO) Do I wanna be yours y The art f love muy en la línea de sus trabajos con Rubin o la versatilidad del resto, donde reconocemos al Diamond de los mas diferentes ritmos y melodías como en Something blue, Alone at the ball donde las guitarras vuelven a tomar el protagonismo nunca abandonado junto a sus maravillosos crescendos…

Me encantan Marry me now, First time y la poderosa Seongah and Jimmy, que algunos no entienden, pero que en mi humilde opinión de aficionado y seguidor resulta deliciosa. In better days es una sencilla canción que retrata al estimulante artista y en Sunny Disposition sobresale el mas académico Diamond de la sencillez sabiendo llevar el ritmo hasta la melodia mas pegadiza.

Como en ocasiones anteriores ha realizado una “Version Deluxe” en la que homenajea a Nilsson con una versión de Remember acompañado únicamente del piano y haciendo un despliegue vocal lleno de matices, y Something de George Harrison. Diamond siempre ha mostrado su pasión beatlemana como lo hizo en directo con Carry that weight/Golden Slumbers o Yesterday.

En cada tema, en cada nota y canción se siente el nuevo estado maduro y enamorado a la vez del artista neoyorquino, y para ser sincero si voy a poner una pega. Así como me han gustado alguno de los avances y el estilo promocional la carpeta y el vídeo de Something blue traicionan el sentido y el estilo, no ya de la canción pero si del disco. Y no la carpeta no es la adecuada cuando en el interior se incluye un libreto con un trabajo muy serio, completo y digno.

Tras regresar este año con todo su material a Capitol/Universal, el sello del que salió para fichar por Columbia/Sony ahora prepara una gira que le llevará por Estados Unidos durante todo el invierno y primavera dando el salto a Europa en verano, y de ahí a Australia y Nueva Zelanda donde es auténticamente reverenciado, acudirá a las islas británicas, Holanda, Bélgica, Francia, Alemania… La gira sigue abierta y desde que se abrió el periodo de contratación se van cerrando fechas y agotando taquillaje, de ahí que vaya a repetir en varias ciudades. Nuestro país sigue sin estar en la lista porque no hay nadie dispuesto a traer al único de los grandes que aún no ha actuado aquí… ¿Hasta cuando?

Han pasado nueve años desde que nuestras vidas volvieron a cambiar y seguimos creciendo y caminando por esa carretera musical, ¿verdad Neil? Gracias por tu Melody Road.