Antes de la final Barça-Real Madrid

Hace once meses, el 18 de Mayo, con motivo de la final de la Copa del Rey entre el Real y el Atlético, escribía en el blog parafraseando a Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo. Lógicamente no sé lo que va a suceder esta noche en Mestalla, pero unas horas antes del encuentro el "estado de ánimo" de las dos plantillas que se van a enfrentar es muy diferente.

El F. C. Barcelona llega herido en su amor propio, inmerso en una crisis de gestión empresarial y deportiva, acosado por la FIFA por su forma de fichar chavales, asediado por el entorno mediático y político, viendo sombras negras y "blancas" alrededor, eliminados de la competición continental y alejados a casi dos partidos de la liga que, pase lo que pase, su justo ganador será el Atlético de Madrid. Un equipo dirigido por un hombre que ha sabido mantenerlo aislado de los problemas que a los directivos de su club también han acosado. Cholo Simeone presumía que de un grupo había conseguido hacer un equipo, hasta hacerlo "insoportable" como reconocía hace un par de noches en Onda Cero.
Montaje de altaspulsaciones.com
El Real llega tranquilo, solo pendiente del encuentro sabiendo dejar al margen la lesión -mal gestionada, eso si- de Cristiano. Aunque haya urgencias deportivas y de títulos como en todos los clubes grandes, esa necesidad no se ha trasladado ni a los jugadores ni a la afición, y eso en gran medida se debe a la forma de gestionar el estado de ánimo de Carlo Ancelotti. Gane títulos o no su labor ya ha quedado de manifiesto, y es de alabar que en menos de un año haya trasladado a un equipo excitado e histérico, la calma y sensatez que le ha colocado en una senda reconocible en su juego, estilo y señorío.

Al final en el fútbol, además de un estado de ánimo, influyen también otros factores como el de una noche afortunada de un Messi o Casillas geniales, un despiste de un portero o una pierna mal metida dentro del área cuando no la incompetencia de un juez, pero en cualquier caso estamos ante una de las finales posibles -la otra era que cualquiera de los dos finalistas tuviera enfrente al líder de la liga- porque han llegado los mejores sobre el césped de la actual edición.

Y sobre el himno y las posibles pitadas solo quiero recordar que se esté de acuerdo o no con el actual sistema constitucional que nos hemos dado los españoles, lo compartamos o no, se merece un respeto y una demostración de buena educación, porque ¿cómo podemos pedir "respeto" y "juego limpio" a los jugadores si en la grada no lo tenemos ni lo somos?

Buena suerte y que gane el mejor porque de esa forma sale ganando el fútbol.
Foto: http://espndeportes.espn.go.com

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