No duele, llueve, pero no duele

Carta abierta a Mari Trini un año después


Querida amiga que eres inmortal y vives en nosotros:

Ya no me duele, aunque llueva, ya no me duele, ni me dolerá porque cada día que pasa te siento mas dentro de mí. Hace un año te dije desde las páginas de El País que aquello no era una despedida porque no te habías ido, te quedaste en mi, en todos nosotros, con tus sentimientos, tu música y todos los recuerdos, y de qué manera...

Ya no me duele porque te veo, te escucho, te leo y me sigues reconfortando como en aquél primer encuentro de tu casa de El Plantío, como en cada comida o cena, o en cada una de las entrevistas que mantuvimos a micrófono abierto o cerrado aunque contigo ambas eran igual de intensas.

Hoy he recordado aquél momento en que lloramos en La Gran Tasca por un malentendido producido en tu presentación de Palabras, he recordado la entrevista con motivo de la publicación de A mi aire y esa joya titulada Despiértame, pero la que nunca olvidaré, porque tuve la precaución de grabar, fue tu confesión de amor a tu madrina con motivo de su “marcha” –ella si te dejó- y lo compartiste conmigo y con los oyentes en aquella madrugada en la Medianoche de la Cadena Ser del 13 de noviembre de 1981 en el poema Duele, llueve y duele que cerraba Oraciones de amor. Un disco que en aquél momento no entendí y sobre el que intercambiamos pareceres, pero con el que terminé reconociendo que me gustaba mucho mas aquella Mari Trini de blanco, aquella Mari Trini que esa noche me -nos- confesó su virginidad, y su indignación por la falta de solidaridad y amor en la sociedad. Recuerdo aquella frase tuya: “Si todos nos amáramos un poquito mas seguro que el mundo iría mejor y no ahora que vamos como locos…”. Si, me gustaba esa Mari Trini de blanco mas que la de negro aunque amaba a las dos.

No, aquél día no estábamos de acuerdo con el resultado final de Oraciones de amor y aunque semanas después reconocí mi error tras escuchar mas detenidamente y paladear cada uno de tus poemas, tu siempre me miraste con un cariño, un amor, un respeto hacía mis opiniones que no puedo olvidar a pesar de que “saltabas a la mínima” cuando te dije que era un disco más, una etapa mas en tu carrera y no, no lo era porque aquél disco te dio un salto que pocos entendieron pero te consagró como un ser ya inmortal para la música popular en español.

¿Sabes que el “Noi de Poble Sec” –como llamabas a Serrat- ha sacado un nuevo disco dedicado a Miguel Hernández? Es una auténtica maravilla. Quiero contarte mas cosas, compartirlas en este blog con quien lea esta carta abierta, pero las emociones se me agolpan como un caballo desbocado, luchan en la mente por salir pero el corazón lo impide.

Quería contarte que desde hace un año me cambiaste la vida como a ti tu madrina; ya no estoy en la radio y, como sabes hace muchos años que no hago programas en antena, pero ahora desde este blog disfruto mas porque hablo y escribo sobre lo que me apasiona y ya sabes como soy,… Necesito disfrutar del trabajo artístico que hacéis los creadores para compartirlo.

Hoy, un año después de tu ingreso en el mundo de los inmortales quería decirte que tu mirada me sigue traspasando, que tu media sonrisa me sigue seduciendo y que aún siento al calor de tus caricias y que ha merecido la pena nacer para conocerte.

Quiero recordar aquí y ahora las dos estrofas con las que terminabas tu canto de soledad que dedicaste a tu madrina y que te sirvió para gritar aunque ni siquiera la mesa te escucho. Ahora estás con ella y yo disfruto de ti todos los días porque ahora vives también en mi, en nosotros.

Querida mía disfruta de tu inmortalidad…
Siempre tuyo,
JD

De recuerdos treinta años se vistió
justo hasta noviembre,
ese día heredé la soledad
de su callada muerte.

Llueve, duele y llueve,
estar tan sola duele,
duele, llueve y duele.
en mi alma también llueve.
(c) 1981 M. Trini


Comentarios

Entradas populares