Crónicas veraniegas (IV)

Mientras continuo disfrutando de las andanzas de Gabrielillo entre Aranjuez y Madrid durante los acontecimientos del 19 de Marzo y el 2 de Mayo de 1808 que llevaron a la caída de Godoy y Carlos IV con la subida al trono por primera vez de Fernando VII, que narra Benito Pérez Galdós, ese auténtico monstruo de nuestra literatura, en sus Episodios Nacionales, me doy descanso de los conflictos de los primeros años del siglo XIX con artículos e informaciones que me atrapan o distraen como las de los últimos días en la prensa, al margen de la actualidad sobre la insoportable incompetencia, cuando no provocación, de nuestra clase dirigente.


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Entre el pasado, presente y... ¿Futuro?

Leo en El País el pasado día 9 que el profesor y arqueólogo Aren Maeir ha localizado en el mismo centro de Israel la ciudad de Gat, una de las cinco ciudades filisteas y de las mayores entre los siglos IX y X antes de Cristo. Por allí pudo pasear el gigante Goliath al que según el Antiguo Testamento mató David. Cuenta la historia que el joven David escapa de Saúl, primer rey de Isarel y se convierte en servidor de Achich, rey de Gat. Años después derrotaría al gigante de una pedrada y llegaría a convertirse en rey de Israel. Ese hallazgo es el premio a la constancia de un investigador que llevaba excavando desde 1996. En la misma zona se han encontrado restos de una primitiva ciudad cananea y del castillo de Blanche Garde, cruzado que estuvo a las órdenes del mismísimo Ricardo I de Inglaterra, es decir Ricardo Corazón de León.

Me gusta seguir las crónicas de Andreu Manresa, corresponsal de El País en Baleares por su fina agudeza y clara visión. Me refiero a la que firmó el mismo día 9 sobre las vacaciones de los reyes en Mallorca titulada “Requiebros de amor”. En octubre hará justo diez años que conocí a Andreu con motivo de la Asamblea Anual de directores que se celebró en Ibiza y dio lugar a la historia de “Una noche de otoño”

El mismo día disfruto del artículo de Paul Krugman titulado “Los republicanos no pueden estar hablando en serio” en el mismo diario donde resalta que “si se juzga a los candidatos por sus opiniones y no por su imagen, son una sarta de estrafalarios”. Leer los artículos del Premio Nobel de Economía es un regalo para la mente porque resultan sencillos de seguir y fáciles de entender.

Como lo es el relato de John Carlin titulado "Agosto 2020" que escribía el día 10 sobre una visión futurista del mundo en cinco años en la imagina como Estados Unidos invade México, Putin convoca a sus aliados europeos para analizar la crisis en la que Pablo Iglesias es el presidente del gobierno español, Varoufakis es el primer ministro griego y Jeremy Corbyn ostenta el mismo puesto en el Reino Unido que acaba de devolver Gibraltar a España y es el lugar en el que se celebra la cumbre europea. 

25 años de Canal+

Estos dias se cumplen 25 años de la llegada de Canal+ a España. Lo recordaba recientemente Alfredo Relaño en su columna del Diario As alabando a la figura de Juan Cueto, primer director del canal de pago, a Víctor Santamaría, realizador y a Cristina Díez, productora, como los responsables del cambio radical que se produjo en las transmisiones televisivas del fútbol en nuestro país. Uno de los mayores éxitos, que no resalta el director del periódico en su comentario, es que esas transmisiones las hacían un grupo de profesionales que amaban por encima de todo, y con pasión, el fútbol, y eso se notaba. Traté con ellos en innumerables ocasiones como he ido relatando en este blog y como pequeño homenaje quiero recordar de nuevo aquella primera transmisión que realizó el equipo que dirigía Relaño con Carlos Martínez, Josep Pedrerol, Michael Robinson y Joaquín Ramos Marcos en Albacete con motivo del estreno del equipo de Floro en la primera división española.

Hace varias semanas que no sigo La Sexta Noche, a pesar de que varios de mis mejores amigos y enormes profesionales forman parte del equipo, pero la forma de conducir el programa del presentador, el criterio -cuanto menos discutible- del director, el auténtico guirigay que forman analistas, políticos y periodistas faltándose al respeto, sin la mas mínima empatía con el interlocutor o el espectador, y la reiteración de los mismos argumentos por cada parte, han ido rebajando el nivel del programa hasta dejarlo como un ejemplo -poco alentador para los tiempos que corren- de la escasa educación del personal que participa. Prefiero creer eso a pensar que obedece a una estrategia para emular, en lo político, a los programas mas lamentables de Mediaset. 

Kichi en La Sexta Noche
Todo ello no evitó que me acercara el día 10 a la columna que Jesús Ruíz Mantilla escribió en El País  refiriéndose al rifirrafe que tuvo José María González “Kichi”, alcalde de Cádiz, con el director de La Razón, Francisco Marhuenda. Sí, ese personaje que habla desde su púlpito mirando al personal que no le sigue, o da “La Razón”, con gesto condescendiente como diciendo, “pobrecito, no sabe de qué habla… teniendo a mí aquí que lo sé todo…”. Cuando daño hacen a la profesión estos periodistas que anteponen su militancia al servicio de la ciudadanía.


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