Nunca... (142) Augusto Delkáder al frente de los Informativos
A pesar de la
extraña y sorprendente presentación de Delkáder no le resultó difícil ganarnos
para “su causa”. Se le vio comedido, sereno y con ganas de hacer cosas con el
nuevo instrumento que Polanco, Javier Baviano y Cebrián le habían puesto en las
manos para consolidar la presencia de Prisa y su forma de gestionar la Ser. Los
Servicios Informativos se convertirían en la auténtica punta de lanza de lo que
vendría en años sucesivos para consolidar lo que con el tiempo sería la niña de
los ojos de Polanco, “su radio”. Pero Delkáder quería conocer de primera mano y
aprovechar al máximo posible –de momento- el personal que había en la cadena.
La redacción de
informativos de la Ser había visto en los últimos tres años la salida de
Fernando Ónega y Juan Roldán. El primero demasiado relacionado con la etapa de
Fontán al que apoyó hasta el final y el segundo, una vez cometido su plan de transición,
había llegado el momento de poner al frente del buque insignia de la cadena
líder a un hombre de confianza de Polanco y nadie mejor que la mano derecha de
Cebrián en el periódico. Además de Ónega y Roldán por la misma puerta habían
salido, en muy pocos meses, Manuel Antonio Rico, Javier González Ferrari,
Fermín Bocos, José Joaquín Iriarte, Antonio Jiménez, José María Alfageme,
Rafael de la Torre, Oscar García y Ángel de la Vega, entre otros.
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Con Fernando González en 1999 en la celebración del 75 aniversario de la radio en el Casino de Madrid siendo él director de Informativos de RTV Castilla-La Mancha |
El trabajo de
Delkáder iba a consistir en poco menos que en la refundación de la redacción
apoyándose en profesionales de la talla de Fernando González que recientemente
me confesaba que él mismo iba a marcharse de la Ser “abrumado por los cambios, como tantos otros, que ya habían salido de la
Cadena. De hecho me disponía a cerrar un larguísimo período de actividad en un
medio que formaba parte de mi vida. Mi abuelo fue uno de los artífices de Unión
Radio, que así se llamaba la SER antes de nuestra guerra, mi padre había
trabajo cincuenta años en la emisora y yo mismo había comenzado como becario hacía
diez años”. González se iba a Lanzarote de vacaciones tras comunicarle a
Galdón que había aceptado una oferta para irse de director adjunto a la revista
Tiempo.
“Galdón me pidió que no firmara antes de
entrevistarme con Augusto Delkáder y cuando regresé a Madrid comí con él en el
restaurante La Ancha. Augusto consiguió que me quedara en la SER para defender
con él un proyecto de Informativos que me pareció muy atractivo. Delkáder había
sido uno de los motores fundamentales en la consolidación de El País, tan amado
como odiado en el periódico, tan inteligente como hermético, veía el futuro con
una nitidez sorprendente y manejaba las herramientas periodísticas como un
orfebre del oficio. Puse, por mi parte, a su disposición toda la experiencia
profesional de un medio en el que acababa de ubicarse y toda la lealtad
personal que la ocasión reclamaba”.
Delkáder le
demostró su confianza nombrándole primero director y presentador de Hora 14, mas tarde con la llegada de
Pepo Baviano, subdirector de los servicios informativos y –finalmente- responsable
del equipo de investigación. En aquellos primeros momentos tras la llegada de
Delkáder recuerda Fernando redactamos el
Manual de Estilo de la SER, creamos los informativos regionales de la Cadena,
informatizamos y digitalizamos la redacción e integramos a los redactores
procedentes de la extinta Radio El País.
A lo largo del
año fueron llegando a la Ser los refuerzos directivos que Delkáder necesitaba
para seguir su plan. Procedente de El País se trajo al que sería el mejor jefe
de deportes de la historia de la Ser y uno de los pocos profesionales que reconozco
como periodista deportivo, Alfredo Relaño, y a continuación cuando pasó a ser
director de contenidos, llegaría José María Baviano para ocupar su puesto como responsable
de Informativos.
El nombramiento de Delkáder como director de contenidos y la consiguiente llegada de su gente de confianza procedentes de El País generaría un grave conflicto de intereses y competencias en la dirección general del que finalmente –sin pretenderlo- yo sería el detonante.
El nombramiento de Delkáder como director de contenidos y la consiguiente llegada de su gente de confianza procedentes de El País generaría un grave conflicto de intereses y competencias en la dirección general del que finalmente –sin pretenderlo- yo sería el detonante.
Próximamente: La llegada de El Corte Inglés
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