Nunca... (135) La cadena regional de Castilla y León y los debates Laborda-Aznar


Uno de los temas mas importantes que me había encomendado Galdón al llegar a Radio Valladolid era montar y consolidar un auténtico circuito regional de programación, contenidos e informativos. El apoyo por su parte no me iba a faltar. Asesorado por Planas hablé con Miguel Ángel González, director y propietario de Radio Zamora, un hombre plenamente convencido de la necesidad de actuar en consonancia a los tiempos autonómicos. Establecimos una pauta de trabajo para que, de forma progresiva y paulatina, se fuera dando cabida a los contenidos regionales de carácter informativo y en pasos posteriores a programas de carácter general. Arrancaríamos con un bloque de cinco minutos en matinal y otros cinco tras el Hoy por hoy de Iñaki Gabilondo, al filo de las 12,30.

Una vez que dimos los primeros pasos apoyándome en el director de Radio Zamora, y con la complicidad de Pepe Castrillo y Miguel Ángel Pascual, directores de Palencia y Miranda de Ebro respectivamente, monté una reunión de trabajo en Valladolid a la que asistieron además de los mencionados, José Manuel de Vega y José Ángel Peña (Radio Salamanca), Olga Beberide y Enrique García Astigarraga (León y Bierzo) Gerardo Mata Villanueva y Fidel Ángel Martínez (Burgos), Fernando y Ramón Berzosa (Aranda de Duero) y Antonio Hernández (padre e hijo) de Segovia. Al margen de la programación había que hablar de la cobertura de la campaña de las elecciones autonómicas y municipales del 10 de Junio anunciándoles el debate que habíamos ofrecido a los candidatos de los dos partidos principales. Jorge Planas se ofreció a venir a la reunión para mostrar personalmente el apoyo al proyecto y como la dirección de la Ser estaba tras él.
Reunión de directores de Castilla y León en la inauguración de Radio Cuéllar un año después. De pié de izquierda a derecha Pepe Castrillo (Palencia), M. A. Pascual (Miranda de Ebro), J. M. Baviano (subdirector de informativos de la Ser), B. Santiño (Cuéllar), J. D Rodríguez (Valladolid), J. Ángel Peña (Salamanca), F. Berzosa (Aranda de Duero), O. Beberide y E. García (León y Bierzo), F. Ángel Martínez (Burgos) y M. A. González (Zamora)
Finalmente la propuesta salió adelante tras duras negociaciones con los directores de León y Ponferrada, Olga Beberide y su marido Enrique García Astigarraga que, aunque eran íntimos amigos de mi suegro no estaban dispuestos a dar facilidades. En el antiguo Reino de León había serios recelos con la creación de la región al no haber sido escuchadas sus peticiones durante las negociaciones para crear el Estado de las Autonomías; en primer lugar porque los leoneses pretendían una comunidad propia uniprovincial y, en caso de no lograrlo, habían pretendido quedarse con la capitalidad de la región. Al no conseguir ninguna de sus aspiraciones estaban muy molestos e indignados porque el Estatuto finalmente aprobado dejaba la capital en Valladolid, las Cortes de Castilla y León en Fuensaldaña (Valladolid) y únicamente se les daba la sede del Tribunal Superior de Justicia de la región. Entendía su malestar y principalmente de los oyentes de sus emisoras de León y el Bierzo con Ponferrada a la cabeza que no querían oír hablar de temas regionales en su radio.

El caso mas difícil de tratar fue con los directores-propietarios de Radio Castilla de Burgos. Al comenzar mi planteamiento comenté que al encontrarnos en una nueva situación autonómica irreversible la SER iba a adecuarse a los nuevos tiempos, a lo que Fidel Ángel contestó en su turno que las situaciones eran irreversibles hasta que dejaban de serlo recordando lo sucedido el 23-F. Sabíamos que era un franquista convencido, pero ante todo amaba la radio y suponía que antepondría los intereses empresariales a los ideológicos. Finalmente Mata Villanueva le contuvo y pudimos llegar al acuerdo propuesto pero reduciendo algo el tiempo de cadena que les había planteado. Si la propuesta inicial era de dos bloques de diez minutos finalmente se consiguieron ambos pero solo de cinco, los debates entre Laborda y Aznar durarían media hora y los daríamos completos. 

Era mas de lo que existía hasta ese momento. Se había hablado mucho pero sin llegar a nada mas que a acuerdos puntuales sobre eventos concretos. Cuando Jorge Planas, que vino expresamente a apoyar mis propuestas, se incorporó a la reunión estábamos cerrando los últimos flecos. En dichos acuerdos se incluían, además de los tiempos programáticos la forma de rentabilizar la publicidad y el reparto de los ingresos en función de audiencias, tarifas y coeficientes de cadena. Después de la comida subimos a la emisora para comunicar lo acordado al personal de la emisora, pero Fidel Ángel y Enrique declinaron la invitación. El primero de ellos aún se arrepentía de haber vendido a la SER la emisora que su familia había creado, se prometió no volver a pisarla, y no subió.

Los debates electorales
Juan José Laborda en su época 
de presidente del Senado

Las encuestas daban una ligera ventaja al PSOE, pero teniendo en cuenta el margen de error la victoria podía decantarse por cualquiera de los dos principales partidos, y un empate no estaba descartado, por lo que ambos candidatos eran receptivos a tener un "cara a cara". Para el primer de ellos Aznar nos planteó varias condiciones, pero a medida que se acercaba el día fue poniendo mas trabas e inconvenientes. Dos días antes recibimos una llamada de la sede regional de AP en la que se nos advertía que su candidato solo vendría a debatir con una serie de condiciones como el tiempo de las respuestas, los temas, las interpelaciones, réplicas y súplicas y la duración del mismo. Sólo habría un moderador y el acuerdo tenía que estar escrito en un documento y firmado por mi como director de la emisora, comprometiéndose el presentador a respetarlo en todos sus extremos. 

El debate arrancó a las 12,30, fue ágil y quedó corto. Con motivo del boletín de la 1 de la tarde Carlos Blanco les propuso a ambos continuar finalizado el informativo a lo que Aznar contestó levantándose de la mesa que “eso no era lo pactado y firmado, y tenía otro acto en la región”. Abrió la puerta del estudio y se marchó. Laborda apenas se enteró porque seguía sentado mirando unas notas. Cuando levantó la cabeza vio que su oponente no estaba frente a él se extrañó. 

Tras el desaire de Aznar le propusimos que aprovechando su presencia en los estudios podíamos continuar con una entrevista tocando los temas que habían quedado pendientes. El debate estaba anunciado en antena y fue emitido por todas las emisoras del circuito regional. Actuamos así porque en todo momento Laborda estuvo dispuesto a participar sin ningún tipo de condicionamiento y el encuentro fue presenciado desde el control de sonido por todos los medios regionales que al día siguiente dieron cumplida cuenta del mismo en sus respectivos medios.

El segundo estuvo a punto de no celebrarse. Laborda no llegaba a tiempo a Radio Valladolid y pidió entrar desde Radio Castilla de Burgos, nos planteamos no contárselo a Aznar, pero tras la experiencia anterior lo hicimos. El nos confesó que no estaba dispuesto a debatir con una persona a la que no le veía la cara. Le expresamos nuestra determinación de cambiar el debate por una entrevista a Laborda y finalmente aceptó de mala gana. El enfado se fue diluyendo a medida que se prolongó el encuentro en las ondas finalizando muy satisfecho.

José Mª Aznar unos años después 
en un mitin en El Montico (Valladolid)
Nunca me había encontrado en una situación parecida, y lo mismo me dijeron Carlos y Goyo. En Guadalajara habíamos tenido debates y tertulias con todos los candidatos de  los diferentes partidos que se presentaban a las elecciones, e incluso con motivo del referéndum de la OTAN pusimos a Leopoldo Torres, entonces vicepresidente primero del Congreso, en una situación muy incómoda teniendo que debatir el solo con varios miembros de partidos contrarios a la entrada en la Organización. Era la primera vez que un político le daba un desplante a un medio en su propia casa.

Una de las anécdotas mas curiosas de aquella precampaña fue la noche que fueron invitados por Julio César Iglesias a Hora 25 el presidente, Jose Constantino Nalda (sucesor de Demetrio Madrid), y José Mª Aznar. Durante toda la entrevista en cadena Iglesias estuvo llamando al presidente "Sr. Nadal".

Las elecciones
Una de las escasas fotos el primer gobierno 
de Aznar en Castilla y León:
de izquierda a derecha Pérez Villar, 

Lucas, Aznar, Posada, de la Riva y Zamácola
(Foto: Efe-ABC)

El resultado final daría la victoria a la Federación de Partidos de Alianza Popular obteniendo 493.488 votos, dejando al PSOE a 5.019 de distancia aunque obteniendo ambos partidos 32 procuradores (así se denomina a los diputados a Cortes en Castilla y León), el Centro Democrático y Social de Carlos Sanchez-Reyes quedaría en tercera posición con 18 escaños, el PDP y SI (Solución independiente) un procurador cada uno de ellos. La negociación para gobernar fue dura, larga y tensa pero obteniendo finalmente el gobierno el equipo de Aznar al asegurarse la abstención del CDS que conseguía la presidencia del Parlamento.

El 27 de julio de 1987 comenzó la legislatura con José Mª Aznar López como presidente nombrando un gobierno que lo formaban Juan José Lucas, Juan Carlos Aparicio, Miguel Pérez Villar, Fernando Zamácola, Jesús Posada y Francisco León de la Riva. Su mandato que debería durar cuatro años se quedó en poco mas de dos (dimitiría el 16 de septiembre de 1989) en los que sentó las bases de su lanzamiento a la política nacional. Nombró a Carlos Aragonés, jefe del Gabinete del Presidente. 

El "fondo de reptiles" de MAR

Manuel Trapote, redactor jefe de El Norte de Castilla, había enviado "al rojo" de 22 añitos Miguel Ángel Rodríguez a cubrir la campaña de José Mª Aznar y a Fernando Bravo la de Juan José Laborda. A lo largo de la campaña Rodríguez se vio seducido por Aznar y su mensaje cayendo en sus redes. Cuando Aznar iba a ser investido presidente Miguel Ángel comentó a los más íntimos que tenía prevista una reunión privada con Aznar en la que le daría la primicia de la lista del gobierno. Lo que hizo el presidente en el Hotel Felipe IV fue ofrecerle a Miguel Ángel Rodríguez ser portavoz de su gobierno, puesto que aceptó inmediatamente.

En los primeros días de septiembre comenzamos a trabajar en los acuerdos publicitarios que se irían cristalizando en los meses sucesivos, aunque es cierto que con algo de recelo por ambas partes. El no estaba dispuesto a reconocer necesariamente el liderazgo en audiencia de Radio Valladolid a la hora de establecer acuerdos económicos y yo no me fiaba de él, pero en cambio si se jactaba del margen de maniobra que -según me dijo en mas de una ocasión- le daba el "fondo de reptiles", cantidades de las que podía "disponer libremente" sin especial justificación. En cualquier caso lo que mas le interesaba era que su presidente fuera a la mayor parte de programas regionales y principalmente en cadena.

Definitivamente empezamos a trabajar con criterios profesionales. Uno de los ejemplos fue el de contar con la colaboración asidua de Ana Botella en tertulias, debates y entrevistas. Una mujer que resultaba enigmática y que generaba una cierta desconfianza, pero que siempre se manifestaba dispuesta a colaborar con la emisora.

Ese verano pasamos las vacaciones disfrutando de El Pichón, pero con constantes viajes a Madrid debido al delicado, y cada vez mas deteriorado estado del padre de Paloma. De hecho desde septiembre bajaba todos los fines de semana a Madrid para ayudar a su madre y hermanos en el cuidado de su padre.

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