Ray Krone, la vida tras salir del corredor de la muerte

Esta tarde he pasado una hora y media con Ray Krone y su mujer, Cheryl Naill, en el Coliseo de la Cultura de Villaviciosa de Odón, y ha sido uno de los momentos mas duros y a la vez gratificantes que he vivido en los últimos tiempos. El fue condenado a muerte en Phoenix (Arizona) por un crimen que no cometió, pasó mas de tres años en el corredor de la muerte, su caso fue revisado y con todas las pruebas a su favor el jurado le volvió a considerar culpable de asesinar a una camarera del barrio en el que vivía, y el juez en esta segunda ocasión le condenó a cadena perpetua. Ddoce años mas tarde con mas pruebas de ADN de la víctima y el agresor, que fue detenido finalmente, fue puesto en libertad. Ha resultado llamativo saber que en el Estado de Arizona no existe legislación sobre como indemnizar a una víctima inocente tras una injusticia como la vivida por Krone; simplemente se limitaron a decirle al ponerle en libertad "lo siento". Ray Krone y su mujer pertenecen a Witness to Innocence, una organización con sede en Philadelphia que se ocupa de luchar contra la pena de muerte.

Actualmente están de visita en España explicando su caso y colaborando con Amnistía Internacional en la campaña mundial para abolir la pena de muerte en todos los países. Tras contarnos su caso trasladándonos la experiencia personal, el trato que reciben los condenados a muerte en Estados Unidos y la angustia y drama familiar, se ha pasado a un coloquio muy intenso e interesante sobre la pena capital en su país y el resto del mundo. Se ha hablado no solo sobre el error y los sucesivos fallos en la investigación de su caso, si no también de los individuos que siendo culpables viven la humillación de ser ejecutados por la sociedad y/o el estado.

Preguntado sobre como desarrollan su campaña -el es director de comunicación de Witness to Inocennce-, ha reconocido que la sociedad americana tardará varias generaciones en asumir la necesidad de la abolición de la pena de muerte. Se ha remontado a la historia de su nación y la configuración de los EE. UU en una lucha constante de invasión de territorios y la necesidad de defender lo conquistado para explicar lo enraizado que está en la cultura americana la violencia, el armamentismo y el deseo de venganza, en un mal uso, en una cultura muy religiosa, del "ojo por ojo".

Realmente ha sido una tarde esclarecedora y resulta una experiencia vital e imposible de explicar lo que se siente cuando tienes ante ti a alguien que ha tenido a la muerte de frente, y te confesaba que cuando te encuentras en el corredor de la muerte lo único que deseas es que esa humillación termine cuento antes y se acabe pronto... Impresionante.