Nunca... (49) Ángel Álvarez y Joan Báez


Finalizando el año, Isabel II celebraba el jubileo de sus primeros 25 años en el trono británico y se homenajeaba musicalmente con Paul Anka, Bob Hope, July Andrews y Nureiev, entre otros. Boney M. y Donna Summer eran los máximos vendedores extranjeros del año junto a Al Stewart con The Year of the Cat que lo ratificaba de nuevo con Spanish Border, otro de los temas de su LP. Pablo Abraira y Lluis Llach lo eran entre los españoles. Bee Gees lanzaban un recopilatorio de su carrera despidiéndose del sonido que les dio a conocer, y entregándose definitivamente a las manos de Robert Stigwood, justo antes del gran cambio que iban a protagonizar y se anunciaba la llegada a España de Star Wars, el gran éxito cinematográfico mundial que batía todos los récords, y colocaba el mundo de George Lucas en otra dimensión.


De la “A”…

Pero en el pequeño mundo interior de quien vivía aquellos acontecimientos lo mas importante de aquellos momentos finales de 1977 se escribía con la “A” de Álvarez y la “B” de Báez. Con motivo del lanzamiento en España de su álbum Gracias a la vida se realizó la presentación de la cantautora norteamericana en el programa de TVE Esta noche fiesta que dirigía Iñigo y, Epic (CBS), la compañía que distribuía el sello A&M en España desde el 1 de Julio, nos invitó a presenciar el show en directo a algunos comentaristas musicales admiradores de la estrella comprometida para, al finalizar la actuación, tener una conversación con ella. Entre los asistentes se encontraba Ángel Álvarez.

El pionero de la música en España que, como miembro de las tripulaciones de Iberia que volaban a Estados Unidos en los años 50 y 60, se traía todas las semanas una gran cantidad del material discográfico que triunfaba en Norteamérica. En conversaciones con Ramón Areces, presidente y fundador de El Corte Inglés, decidieron que esa música debía ser conocida en nuestro país y, pensando en aquellos pioneros que iban con sus carretas en busca del oro de California a mediados del siglo XIX, decidió dar forma a aquella aventura denominándola Caravana, programa que sirvió de escuela radiofónica y musical a toda una generación que en algunos casos aún hoy en día sigue en los medios. La unión de El Corte Inglés con Ángel Álvarez fue mas allá de épocas, modas y cadenas en las que se emitió el programa, siendo su único patrocinador. Álvarez es el padre radiofónico, junto a Raúl Matas, Pepe Palau y tantos otros de las generaciones de comentaristas musicales posteriores, y sin ellos no se puede escribir ni una palabra sobre la historia de la música en los medios y, concretamente en la radio, de nuestro país.

Admiración mutua

De Caravana y sus Series Doradas surgió Vuelo 605, programa que, primero en Radio Peninsular, y mas tarde en Radio Madrid FM (Los 40), la Cadena Ser y finalmente en M80-Radio, estuvo en antena hasta pocos días antes de su fallecimiento. Solo hubo un breve paréntesis a finales de los 80 en que realizó –siempre en la cadena Ser- un monográfico diario de 30 minutos a las 9 y media de la noche denominado De mi para ti en el que atendía peticiones de la audiencia.

Antes del comienzo del programa vi que Ángel se encontraba un par de mesas delante de la que yo ocupaba y le pedí a Nieves García, que me presentara al maestro. Cuando le dijo mi nombre me abrazó con firmeza y mientras le mostraba mi admiración me respondió sin soltarme que el también me admiraba a mi y me escuchaba casi todas las tardes. Es uno de esos momentos, como aquél en el que Raúl Matas me elogió que uno sentía realmente “gratitud por la vida” y el camino emprendido. No es fácil explicar lo que se siente cuando quien idolatras reconoce tu trabajo. A partir de aquella noche mantuvimos un contacto asiduo y permanente hasta que nos dejó.


A la “B”

La actuación estelar del programa era –lógicamente- Joan Báez, y para su presentación Epic planteó que iría mejor a su actuación un fondo en negro en lugar del habitual de lentejuelas y brillantes, algo que le preció muy sensato al director del programa. Joan Báez interpretó una selección de las canciones del disco en español lanzado para el mercado latino y en especial quiso rendir un pequeño homenaje a Dolores Ibarurri, “La Pasionaria, de la que alabó su lucha aunque reconoció que les separaba una cierta distancia ideológica interpretando No nos moverán.

Al terminar el programa Adrián Vogel, responsable del sello discográfico en nuestro país, nos invitó a pasar al camerino de la cantautora. El Gran Musical realizó un seguimiento especial de su visita con artículos de Julián Ruiz, Nacho Artime, Joaquín Luqui, Carlos B. Pérez-Díaz y mi entrevista.

Realmente había sido impensable unos años atrás tener ese encuentro, era como soñar con lo imposible, pero una vez más los sueños se hacían realidad, y eran como imaginé. Ahí estaba sentada entre flores de todos los tipos y colores. Al entrar se giró sobre la silla del camerino nos saludó muy cariñosa a todos y nos sentamos en el suelo para, mas que hacer una entrevista, tener una conversación. Se hacía entender en su parco español aprendido de su ambiente familiar aunque olvidado, pero con buena pronunciación, e intentaba absorber como una esponja las frases hechas y giros que utilizábamos. Para ella era una clase de español y para nosotros un aprendizaje de la música de los poetas americanos contemporáneos. Estaba informada de toda la situación política y social de nuestro país y, tras hacer unos comentarios generales entramos en el mundo de la música y la cantautora.

Nos habló de sus recuerdos de las canciones de Harry Belafonte y Odetta, de los padres del folk como Pete Seeger y Woddy Guthrie, de Bob Dylan –claro-, de su evolución como artista, de cómo mantener en sus comienzos la pureza instrumental negándose hasta incluir guitarras eléctricas en sus grabaciones. Hablamos de la Báez artista y la Báez ser humano reconociendo que esta última era fan de la primera –nos reímos- y confesó que solo sabe escribir con el corazón, con sus sentimientos y pensamientos confesando que aunque haya podido desafinar en alguna ocasión cantando en directo jamás lo había hecho con el corazón.

Fueron bastante mas de los cinco minutos con los que se tituló la conversación con Joan Báez que se publicó mal editada –y mutilada al final- en El Gran Musical con Joan Báez, una mujer que escribía, cantaba, y lo sigue haciendo, con un corazón que siempre ha estado perfectamente “afinado”.


























Próximamente: Star Wars






Comentarios

  1. Leer a alguien que escribe sobre Ángel Álvarez supone siempre una alegría extraordinaria. Si eres tú quien lo haces es una doble emoción. Nunca podremos corresponder con nuestro recuerdo y nuestros elogios a esas maravillosas enseñanzas.

    Me alegro que estés de vuelta. Nos veremos pronto.

    Un fuerte abrazo

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  2. No sabía que el encuentro con Älvarez se produjo ese día. De las cosas que se entera uno.

    Salud & Saludos

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