Nunca... (47) Cantautores cabreados


Con J. A. Hernández (RCA) y 
L. Voulzy en la redacción de EGM
La nueva temporada radiofónica iba a presentar grandes y trascendentales novedades a partir de octubre, pero en el mundo de la música española se estaba empezando a producir un cambio sustancial. Los cantantes de música ligera vendían cada vez menos discos, excepto Camilo Sesto, y los cantautores empezaban a estar preocupados porque la marcha de sus discos no era como se esperaba. Por otro lado se producía un estallido de ventas internacional, cuando no era la “Reina de las discotecas”, Donna Summer, la sucedía el nuevo resultado del laboratorio de Georgio Moroder con Boney M, es decir que lo que privaba era el sonido disco por encima de todo, apoyado además por el éxito en las pistas y en las emisoras del Rockcollection de Laurent Voulzy, al margen de grupos como Eagles, Pink Floyd, Manhattan Transfer o autores como Al Stewart que con su “Year of the cat” se había convertido en un fenómeno singular en todo el mundo.

Las discográficas se veían cada vez mas presionadas y obligadas a sacar todo el catálogo de distribución internacional que tenían y el mercado nacional no era suficiente para acoger toda la oferta que se ofrecía. Había que dividir los departamentos de promoción entre nacional e internacional, cada vez venían mas artistas foráneos y el bolsillo se resentía.

Portada del LP nº 1 en otoño
Por otro lado los artistas españoles siempre habían tenido en la América latina un mercado que los recibía con los brazos abiertos y algunos de ellos, como Perales, se planteaba su carrera en España. En una larga entrevista con motivo de la publicación de Soledades se lanzó a si mismo el reto de trasladarse a América o trabajar pensando solo en aquél mercado. Se quejaba de que en su país la audiencia solo conociera las canciones de sus sencillos, mientras en el otro lado del “charco” conocían toda su discografía completa.

El cantautor conquense se manifestaba así de rotundo en una entrevista que le realicé con motivo de la publicación y lanzamiento de Como la lluvia fresca, álbum con el que daba un giro a su carrera de la mano de José Luis Gil, recién incorporado a Hispavox como director general, aunque seguía con Trabucchelli de productor.

Emilio José había triunfado como autor en el Festival de Benidorm con Marinero Cantor, defendida por Mona y Luis, un dúo que tampoco progresó demasiado en la música española, pero que tuvo su momento entre ese año y el siguiente.

Braulio había tenido unas fuertes discusiones con su compañía discográfica para conseguir la independencia y libertad de componer y cantar lo que quería desde un punto mas social y canario, al tiempo que despotricaba contra la política, que según sus propias palabras, “le daba náuseas”.

Mari Trini ya se me había desahogado el mes anterior, pero ahora mas calmada y tras pasar todo un día juntos me explicaba mas serenamente su hartazgo con según que cosas del negocio, del mundo de la contratación y asumía que cuando la gente no la quisiera se marcharía, pero que aún tenía mucho que contar y cantar.

El arranque de Purón

El análisis
En aquél otoño de 1977 el único feliz, y tenia motivo para serlo era José María Purón. El riojano por fín había dado el salto definitivo en su carrera y se presentaba con un LP, Alma bajo el brazo, y el single Y serás capaz que daría guerra en las listas de popularidad y ventas. Purón se manifestaba como un cantautor que "cantaba e interpretaba todo lo que impresionaba su interior”.

Un informe demoledor

Un claro ejemplo del malestar de los cantautores lo pudimos explicar Anabel y yo en un informe que realizamos para El Gran Musical. En aquél trabajo analizábamos, tras hablar con algunas de las compañías discográficas mas importantes, los problemas del consumo de la música española en relación a la internacional, principalmente norteamericana. Era impresionante ver como entre las listas de ventas mas del 75% eran productos foráneos. En ese sentido había sido interesante ver como artistas internacionales como Albert Hammond o Carlos Mejía Godoy, se convertían en nacionales al firmar por compañías españolas, si bien estos pasos solo empezó a darlos CBS. La lista de Superventas LP’s del 5 de noviembre era un ejemplo notable: 23 títulos extranjeros por 7 nacionales entre 30 discos. En el caso de los singles el resultado era menos desalentador, 20 internacionales por 10 locales, si bien es cierto que el mayor margen lo dejaban los LP’s

La industria se quejaba de vender poco porque el impuesto –de lujo- con el que se grababa a la música, siendo cultura, era muy alto (¡24%!), pero aseguraban todas las compañías que su primer objetivo era lo nacional, porque ahí residía su mayor porcentaje de beneficio, aunque reconocían que los contratos de distribución les obligaba a unas ventas mínimas, y por otro lado las tiendas hablaban mas del fondo de catálogo que de las novedades. Pero lo mas importante, uno de los pasos mas significativos de la reciente historia de la radio en España iba a suceder un mes mas tarde.

Próximamente: Lo que la Ser nunca debió dejar de hacer

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