El asesinato de John Lennon en la Cadena Ser

Faltaban escasos minutos para las cuatro de la madrugada del 9 de diciembre, en España, cuando Javier Suárez (actual director de Radio Salamanca), entonces editor de los boletines informativos de la noche de la Cadena Ser, me trajo, junto a Juan Ángel Hinarejos, un teletipo que no podíamos creer: “John Lennon ha sido asesinado”: el ex-beatle ha recibido cuatro disparos de pistola de un fan que acababa de pedirle un autógrafo. Inmediatamente cambié la programación por su música y le pedí a Javier que fuera ampliando la información que nos fuera llegando. Desperté a Joaquín Luqui e intente darle la noticia de la forma mas suave. Le pasamos a la antena y, aún estupefacto, pudo empezar articular las primeras palabras pidiendo antes de nada, tal como era él, que rezáramos por John y por su presunto asesino.

Era la segunda temporada que presentaba y dirigía “De la noche a la mañana”, un programa que, tras acabar el periodo de los Superventas LP’s en Los 40 Principales, la dirección de la cadena me había pedido que realizara para cubrir definitivamente, y por primera vez en la radio española, las 24 horas del día en directo, tras los primeros intentos fallidos de la multidifusión de diferentes programas a través del “monstruo”, un conjunto de gigantescos equipos que, a través de una sincronización de impulsos, ponía en marcha la emisión de cartuchos de música, programas, cuñas y publicidad, pero que no terminaba de funcionar a pleno rendimiento.

Esa segunda temporada ya teníamos un equipo formado por Javier Suárez el frente de los boletines y Ángel de la Vega como responsable de los temas internacionales dado sus contactos con diferentes emisoras y cancillerías de Latinoamérica. Mi responsabilidad como director y presentador del programa era, a través de música, entrevistas, reportajes y llamadas de los oyentes, llevar a la audiencia de la radio De la noche a la mañana, uniendo el Medianoche de Antonio José Alés, con sus Ovnis y fenómenos paranormales, al Despertador, que presentaba Pepe Fernández antes del Matinal Cadena Ser de José Joaquín Iriarte.

Durante la conversación con Joaquín le íbamos dando lectura a los teletipos que nos llegaban de Nueva York, mientras las líneas telefónicas iban iluminando la noche con los emocionantes recuerdos que la audiencia quería compartir con Luqui. Todos querían darle el pésame y compartir su dolor al considerarle el miembro mas importante y cercano que teníamos de la familia beatle.

Hay acontecimientos en la historia, en nuestras vidas, que no solo nos afectan en lo anímico y personal si no que además van conformando el rumbo de la historia, y el asesinato de John Lennon aquél 8 de diciembre de 1980, el intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981 en nuestro país o el atentado contra el Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de ese mismo año, marcaron el devenir de la década de los 80 como a comienzos del nuevo siglo lo fue el atentado contra el World Trade Center de Nueva York.

Aquella noche me marcó, nos marcó a todos los que vivimos aquella tragedia porque nos sentimos despertar de un sueño para trasladarnos a la realidad de la crueldad de la sinrazón, de la locura a la que nos puede llevar una sociedad en la que para tener unos minutos de celebridad se puede llegar a acabar con la vida de un hombre que entregó lo mejor de si mismo, su inspiración, para, de la mano de la música y una enorme sensibilidad y creación artística, llevar el amor y los deseos de paz a todos los rincones del mundo. Cada 8 de diciembre pienso y deseo que aquella tragedia no se quedara en solo eso y sirva para reflexionar sobre la paz, el amor, la libertad y la solidaridad. A fin de cuentas sería el mejor homenaje que podríamos rendir a un hombre que vivió para esos valores y que los adornó, y de que manera, con la música.

Te seguimos llevando en el corazón y de ahí, nunca te podrán sacar ni acabarán con tu recuerdo John Winston Lennon. Danos fuerzas para que consigamos crear el mundo que tu nos ayudaste a imaginar. Descansa en PAZ.
 

Comentarios

  1. Parece que el carácter espiritual de alguno de los redactores aquella noche en Radio Madrid, facilitó el fenómeno de que en España se informara del suceso antes de que se hubiera producido. Tal como se desprende del horario que refiere la información.

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