Testigo de radio, mi apasionado testimonio sobre la banda sonora de nuestras vidas
Participan con su introducción Luis Merino, Antonio San José, Daniel Gavela, Pepe Domingo Castaño y la creatividad de Almudena del Mazo
Siempre me he sentido en deuda con la radio a pesar de haber podido manifestar mi pasión por la radio como medio de comunicación y esta es mi osada manera de demostrar mi agradecimiento. Los años vividos, los oyentes, escuchantes casi siempre, principalmente en los programas de la madrugada, partícipes cómplices en los musicales en la gran época de los prescriptores o en el interés de la radio informativa es lo que he querido llevar a través de las páginas de Testigo de radio, que en estos días se pone a la venta online. Se trata de todo aquello vivido desde dentro contado como espectador de excepción, auténtico privilegiado de una época y unos momentos que forman parte de nuestra vida desde tiempos de ocultismo e inocencia hasta lo mas reciente. No he querido que sea únicamente un recorrido histórico, mi intención ha sido ir mostrando como el medio se ha ido adaptando a los tiempos, a la sociedad a través de los oyentes evolucionando en ocasiones al mismo tiempo y en otras adelantándose a lo que iba a llegar.
Portada de Testigo de radio |
Ahí vas a encontrar, si me honras con tu lectura desde los primeros momentos de Los 40 Principales, El Gran Musical, la FM, la radio nocturna, la vida de algunas emisoras locales, las transiciones internas y externas de la Ser, cambios accionariales, los casos Liaño, 11-S, 11-M, Tamayazo, Prestige, guerra de Irak, luchas mediáticas, los tiempos político-mediáticos convulsos, Zapatero, Rajoy, el 40 aniversario de Los 40, cambios accionariales, radios piratas, nuevas cadenas y emisoras, nuevos nombres y programas, fichajes, la radio del siglo XXI. Todo ello vivido desde dentro; lo que se contó y algunas cosas que no se contaron.
En la osadía de llevar a unas páginas esos años y acontecimientos debo decir que he contado con el apoyo incondicional y entusiasta de ExLibric, una editorial que desde el primer momento se ha mostrado tan dispuesta en todo que hasta a mi mismo me ha sorprendido y quiero resaltar a su personal en Carlos Torres, su director editorial; y por otro lado con la creatividad inspiradora de Almudena del Mazo, enorme ilustradora que también fue víctima de mi osadía al ofrecerle formar parte de ella. No solo aceptó, además entregó toda su capacidad para crear un estilo y una imagen que refleja perfectamente el compendio del libro.
Es un honor y un orgullo haber contado con la participación como introductores o presentadores de mi osadía de enormes profesionales que me han llegado a emocionar con sus testimonios. No tengo palabras suficientes para agradecer a Luis Merino, cómplice desde los primeros momentos, a Antonio San José, seguidor incansable, a Daniel Gavela, el culpable de provocar en mí el placer de la escritura desde mi mas honda admiración y a Pepe Domingo Castaño, mi padrino, quien me metió en este apasionante mundo radiofónico, sus cariñosas palabras, recibidas con el mismo sentimiento compartido por la radio para honrar mi testimonio como Testigo de radio.
Hola Juan, en algunos momentos he sido cómplice y compañero de ese Testigo de Radio y sin ninguna duda fue un camino maravilloso. Siempre estaremos ahí ( en las ondas).
ResponderEliminarUn abrazo
Antonio Bravo
Disfrutemos ahora de aquello y de estos momentos Antonio, fuerte abrazo
EliminarGran alegria en unos momentos en los que hace mucha falta una. Enhorabuena y gran abrazo, maestro. Disfruté mucho de aquellos pocos años en Gran Vía 32 (de los mejores de mi vida) y siempre me he sentido muy honrado y afortunado por contar con tu amabilidad.
ResponderEliminarEnhorabuena, Juan de Dios. He sido seguidora de tu blog a lo largo del tiempo y seguro que tu libro tiene tanto interés como lo que nos has ido contando. Lo compraré y lo disfrutaré mucho porque ahí está nuestra vida.
ResponderEliminarQuerido Juan De Dios Me alegra muchísimo que sigas tan activo en lo que ha sido tu pasión. Gente como tu no se puede jubilar. Necesitamos de tu sabiduría y experiencia para recordarnos que no podemos olvidar lo que ha sido y es la radio. Gracias por este libro.
ResponderEliminarQuerido Juan D
ResponderEliminarMe alegra mucho que compartas todas esas vivencias "en público". Cuando sea posible, habrá que cumplir ese deseo de presentarlo... en NY.
Se te quiere.