El hermoso ruido de las cálidas noches de Agosto de Neil Diamond


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Teatro Griego de Los Angeles de Neil Diamond
El pasado 17 de Agosto se puso a la venta Hot August Night III, el concierto celebrado por Neil Diamond en Agosto en 2012, conmemorando el 40 Aniversario del producido en el Teatro Griego de Los Ángeles el jueves 24 de Agosto de 1972 que significó el salto definitivo al superestrellato en su carrera. Aquél álbum pasaría a estar considerado como el mejor directo grabado hasta ese momento bajo la producción de Tom Catalano. A lo largo de los últimos 45 años Diamond ha grabado varios directos en sus giras americanas o europeas, pero el Teatro Griego tiene la magia de la música del artista de Brooklyn, si bien homenajeó a su ciudad con una edición memorable en su Hot August Night/NYC de 2008. Después de aquella primera experiencia en el Griego Diamond volvería cinco años mas tarde para, a través del público californiano, agradecer a su audiencia el impulso dado a su carrera en una demostración de amor apasionado a la música del artista. En aquella ocasión el titulo del álbum sustituyó el “Live” por el Love at the Greek. Volvería en 1987 para realizar su Hot August Night II.

La víspera de su 77 cumpleaños –el 21 de Enero- nos comunicaba que lamentablemente tenía que abandonar los escenarios debido al Parkinson pero que seguiría componiendo y grabando en estudio. Para que la audiencia en todo el mundo no se sintiera solitaria de su artista decidió entregarnos –de momento- aquél concierto de Agosto de 2012 en formato de CD y DVD. Una auténtica exhibición de energía vocal y musical con una banda en plenitud recordando aquél 1972, y salvo alguna excepción las canciones en su mayoría son las que formaron parte de aquella cálida noche de Agosto.

El concierto arranca con la llamada de King Errison en la percusión y tras un efecto espectacular de música, luz y sonido arropado por una orquesta de 23 músicos dirigida por Mark LeVang aparece la figura del intérprete atacando Soolaimon. El “Beautiful Noise” de la noche le pide una canción tras otra y se las da… oh, si se las da, oh yeah! y cómo lo hace… Definitivamente el Teatro Griego es su casa y la audiencia su familia. Se mueve pausado, tranquilo, enérgico según el momento… pero no te voy a contar aquí cómo transcurre el concierto. Tienes que vivirlo. Te recomiendo la edición que incluye el DVD, pero antes de verlo entra en los extras previos al concierto, el makin off. Entenderías muchas cosas, quizás incluso todas.

Es sentido el homenaje que hace a su amiga Joni Mitchell y el reconocimiento al trabajo del compositor cuando otro canta sus canciones. Constantemente resalta el trabajo de la banda, siempre partícipe de la coreografía y puesta en escena. Algunos de sus miembros llevan con él mas de 45 años como King Errison (percusión), Doug Rhone y Hadley Hockensmith (guitarras), Tom Hensley (piano), Alan Lindgren (teclados), Reinie Press (bajo), Don Markese (Saxo, flauta y Clarinete), Larry Klimas (Saxo, armónica y acordeón), John Fumo (trompeta), Arturo Velasco (trombón), Ron Tutt (acompañó a Elvis mas de diez años a la batería), las voces de Waters Sisters (Maxine y Julia) y Linda Press (con la que interpreta You don’t bring me flowers resaltando su extraordinaria voz). Con todos ellos recuerda cómo nació I’m a believer siendo una balada que The Monkees convirtieron en rock and roll, y Diamond ofrece las dos versiones.

Uno de los momento mas sentidos del concierto se produce cuando resalta el espíritu de acogida a los migrantes en USA. Cuenta como su abuela con apenas 12 años tuvo que subir a un tren en Kieve (Rusia) para trasladarse a Rotterdam y allí embarcarse rumbo a Nueva York. Así da paso al homenaje que hace a todo aquél que huyendo de la miseria busca la libertad, “América”. Algo muy similar a lo que hoy está pasando con los que huyen de sus países de Africa u Oriente Medio buscando en Europa esa misma libertad que América siempre ofreció a quien lo necesitaba.

El concierto se cierra, igual que lo hizo en 1977, con I’ve been this way before. Sí, yo también –reconozco- he estado así antes. Y que dure porque la música no es igual sin las diamantinas y cálidas noches de agosto.


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