175/ León 92

El impresionante Monasterio de San Marcos de León, convertido en Parador fue el lugar escogido para la Asamblea de 1992. A Polanco le gustaba que cada encuentro anual, en el que se reunía con los directores de todas las emisoras propias, participadas y asociadas, fuera itinerante para llevar el mensaje y la imagen de la Ser por todo el país, al tiempo que nos servía a los demás para conocer la realidad política, social y mediática de cada provincia y región. Las buenas relaciones de los propietarios de Radio León, Olga Beberide y su marido Enrique García-Astigarraga, con la dirección de la cadena, miembros a la vez del Comité de Cadena (órgano formado por el staff directivo y una serie de directores de emisoras asociadas que se iban rotando para un mejor funcionamiento de la programación y gestión de recursos) hizo que su ciudad fuera una de las primeras en ser elegidas para celebrar la reunión anual tras las celebradas en Madrid, Palma de Mallorca, Jerez de la Frontera, Zaragoza, Vigo, Granada y Tenerife.

Estrellas burbujas

En la asamblea de la capital leonesa Delkáder resaltaría que la radio no podía basarse en las estrellas, auténticas “burbujas” que se convertían en “empresas dentro de la empresa”.  El remarcaba que ese tipo de fichajes dañaba al medio diferenciándolos de Iñaki Gabilondo y Concha García Campoy, profesionales que se identificaban con el medio en el que trabajaban habiendo rechazado ofertas supermillonarios. Finalmente el director general, en la conferencia de prensa que abría la asamblea vino a decir que había que cambiar modos y maneras de hacer radio tanto en la gestión como en los contenidos de cara a los nuevos tiempos, y afrontar preparados la llegada del 2000 (faltaban ocho años).

Delkader marcó las señas de identidad de la Ser en la actualidad y la información huyendo del amarillismo, y se quejó de la atomización y sobredimensionamiento que se avecinaba en el sector radiofónico ante la futura llegada de entre 700 y 1000 emisoras municipales que se sumarían  a las casi 3000 existentes en ese momento.

La caja no se toca

Javier Agustí (Gerente) y Luis Fernández
(Director de Informativos) en una de las sesiones
Uno de los momentos mas llamativos de las sesiones de trabajo fue la intervención de Iñaki Gabilondo en la que suscribía las palabras del director general sobre las “estrellas burbujas y las empresas dentro de las empresas”. Iñaki contó la conversación que había tenido con Eugenio Galdón cuando éste le hizo una oferta totalmente mareable para que se fuera al proyecto de la Cope. Iñaki rechazó la propuesta y puso el ejemplo de los enfrentamientos que podían producirse, llegado el caso, entre los intereses profesionales dentro de la misma cadena de las empresas de Luis del Olmo, Encarna Sánchez y José Mª García, remarcando que –además- él nunca cobraría sobre un porcentaje de los ingresos de la publicidad del medio. Explicaba que se producía una situación de desigualdad con los trabajadores porque se podía producir la paradoja de estar en pérdidas la empresa y quienes cobraban de los ingresos situarse al margen. El mensaje estaba claro: “La caja no se toca”, y advirtió que el día que alguien cobrara una cantidad, aunque fuera mínima de los ingresos en la Ser el estaría al lado de los trabajadores. Fue ovacionado por todos los directores. El sabía que las decisiones de la propiedad de la Ser iban en el mismo sentido. Todos íbamos de la mano.
A dicha reunión de directores se invitaba a diferentes directivos de otras empresas del Grupo Prisa para establecer sinergias, principalmente entre el periódico y la radio, además de Canal+ y Santillana. Las asambleas se convertían en el momento ideal para que los directores pudiéramos plantear las necesidades de nuestras emisoras a las altas esferas, al margen de los despachos semanales o mensuales de carácter individual. En dichas reuniones, además de tratar la política empresarial, conocer los nuevos sistemas de trabajo, la incorporación de las nuevas tecnologías, programas, líneas maestras de la cadena convencional y las musicales, servían para que la gente de la radio y el periódico intercambiáramos experiencias.

Cena clausura
Además de tomar notas de lo que se decía en las reuniones me gustaba utilizar una minigrabadora para trasladar mas fehacientemente el mensaje de la dirección, y me servía de apoyo cuando me reunía con el personal de la emisora con el fin de comunicarles las novedades y decisiones que se iban tomado. En la reunión de la última tarde intervino Polanco y registré su intervención. Al levantarse la sesión nos fuimos cada uno a nuestras respectivas habitaciones para prepararnos de cara a la cena oficial con Juan José Lucas, entonces presidente de la Junta de Castilla y León que llegó con mucho retraso haciendo que el director regional, Rafael Plaza, tuviera que estar en el puerta del parador impaciente por la tardanza. Cuando llegó el momento del brindis Delkáder resaltó la importancia de la puntualidad en los programas e informativos en la radio, y de ahí que el uso de las señales horarias. Todos los programas comienzan a su hora prevista, vino a decir. 

Ya estaba a punto de bajar al hall del Parador cuando recibí la llamada de Sergio González en la que me decía que Augusto quería verme urgentemente y que le bajara la grabación de Polanco. Durante el cocktail se acercó a mi y apartándonos del resto me pidió discretamente la cinta advirtiéndome que las intervenciones del presidente eran privadas, no públicas, y no se podía utilizar la grabación de Polanco en ningún caso.

Foto de familia León 92

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