Nunca... (90) ¿Una canción maldita, o pura? La noche de Perales


La semana del 24 de Abril de 1981 José Luis Perales obtenía un nuevo número 1 de Superventas en LP’s, pero este era diferente, especial. Él me había manifestado tres años antes en una entrevista para El Gran Musical que si no veía resultados evidentes en su carrera se centraría en América donde se había consagrado definitivamente y reclamaban su presencia constantemente, y no descartaba marcharse para trabajar allí mas tiempo. La llegada de José Luis Gil a Hispavox significó para él un nuevo amanecer. El trabajo de los últimos años había dado su fruto y tras la nueva reedición de Si, un tema que incluía su LP Por si quieres conocerme, el lanzamiento de Como la lluvia fresca, el rotundo éxito de Tiempo de otoño con la incorporación de Danilo Vaona al equipo de producción junto a Rafael Trabucchelli, y un álbum que recogía los primeros grandes éxitos su carrera daba el giro deseado para conseguir con Nido de Águilas convertirse por fin en un cantautor de referencia en el mundo de habla hispana. La llegada de Vaona dio como resultado el mas rotundo éxito de su trabajo y se consolidó como el artista mas vendedor en la primavera de aquél año.

La energía de "su noche"

Como no podía ser de otra manera mi felicidad por su reconocimiento era inmensa y tuvo “su noche”. Para esa ocasión no quería que trajera discos de otros artistas, de sus ídolos, en la serenidad de la madrugada vino acompañado por Manuela, y su guitarra. Lo habíamos hablado muchas veces y deseábamos hacer un programa íntimo con su voz y su guitarra haciendo a la audiencia participar casi del parto de una canción. Aquél fue un programa muy especial; vinieron los chicos de la FM para ver lo que estaba pasando en el estudio del fondo del pasillo, llovían llamadas de panaderos, hosteleros, pasteleros, estudiantes y todo tipo de oyentes que fueron confeccionando un programa difícil de repetir y que solo la noche puede producir. Se generó una energía que se palpaba en el ambiente. Durante algo mas de una hora José Luis estuvo en el pasillo de la segunda planta y posteriormente en el estudio afinando la guitarra y la voz. Para no olvidarse de algunas canciones transcribió alguna de ellas sobre una hoja de partes de incidencias de la radio en la que yo había garabateado cálculos y otras historias, que hoy guardo como oro en paño. Al terminar Antonio José Alés su Medianoche se vino al estudio para compartir la emoción de aquellos momentos.

Entre cada tema de Nido de águilas, Te quiero, Muchacho Solitario, No soy uno más, Balada para una despedida, Pequeño Superman, Veinte años, Ella y él, Por ti, Mi Soledad, No sé, no sé y Es la verdad había tiempo para recordar momentos, alegrías, disgustos y cantar en directo temas no grabados o que acababa de componer. Tenía canciones que, sin haber pasado por el estudio, servían para hacer un recorrido por sus años de estudiante en Madrid o en la Universidad Laboral de Sevilla donde coincidiría con Braulio, el cantautor canario y Luciano Fuentes que llegaría a ser uno de los mas importantes directivos de la industria musical.

¿Maldita o pura?

Nos regaló dos de aquellas canciones, Recuerdo, sobre sus idas y venidas de Sevilla a Castejón –su Alcarria conquense- pasando por Madrid en aquellos “trenes de madera, con su nueva maleta de cartón, una estación pequeña, unos bolsillos llenos de niñez… y en Aranjuez una torta de azúcar y un café… el colegio de curas, las misas de diez… y los cuatro amigos, gorriones con ganas de volar… hasta que cuando se quiso dar cuenta ya era mayor…
Transcripción de Recuerdo aún... 
del propio autor aquella noche
Pero el mayor impacto se produjo cuando nos interpretó lo que él denominaba una “canción maldita” por que nunca había conseguido incluirla en un disco. El tema trataba sobre las mujeres de La noche; Alés dijo que quizás aquella no era una canción maldita si no “simplemente demasiado pura…”
La letra de La Noche de su propio puño
Unos años después Massiel grabó la canción y este es el único registro sonoro que existe sobre ella, exceptuando la grabación de aquella noche que obra en mi poder y que por la escasa calidad del audio no es posible reproducir aún. Confio en que si este blog se convierte en lo que muchos piden, entonces el autor la grabe para que forme parte del audio-libro, pero mientras aquí está la versión de María de los Ángeles Santamaria, mas conocida por Massiel.



Manuela no era muy dada a participar en las entrevistas de su marido, pero aquella noche la audiencia pudo conocer en su propia voz a la compañera del artista y del hombre que emocionaba con su sencillez, ternura, naturalidad y amor por la naturaleza, y su tierra.

Uno de los pasteleros que había llamado por la noche se presentó en la radio con una selección de productos apropiados y una “torta de azúcar” especial hecha aquella noche para José Luis. No pudo haber mejor final para una noche irrepetible que solemos recordar cuando volvemos a vernos Manuela, el artista y yo.

Comentarios

  1. José Luis Perales, además de gran artista, siempre ha sido UNA GRAN PERSONA. Le gustaba recordar cuando le hacían entrevistas que los primeros que le hicimos caso y le recomendamos para que le cogieran canciones en Hispavox fuimos el desaparecido Pepe Fernández y yo. Alguna vez se lo he escuchado decir por radio y televisión en entrevistas. Cuando ya triunfó plenamente en América, recuerdo que estaba mi hija Belén, la periodista, en Perú y una de sus secretarias era fan de José Luis. Hablé con Manuela, le pasaron mi recado...y la invitó al recital esperándola en la puerta de artistas. Y, así, siempre.

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