La ausencia del alma
Absentismo emocional (III)
Fotos: Web cadena Ser/Javier Jiménez Bas
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Foto de familia Cadena Ser 2011-12 |
Benjamín Llorens, Javier
Hernando, Ángel Tamayo, Manuel Herrera, Gaspar Díaz, Julián de Arriba, Agustín
Ruiz, Luis Merino, Raúl Rodríguez, son algunos de los directores regionales,
locales o directivos de la Ser -hoy, Prisa Radio- a los que se les ha enviado
al paro en el último año y ayer, precisamente ayer, que la Cadena Ser ha hecho
el acto de presentación de la nueva temporada, su director general, Alejandro
Nieto, ha resaltado el papel de las emisoras locales y regionales, precisamente
cuando las ha descabezado, ha nombrado nuevos responsables y ha rebajado sus
plantillas hasta la –casi- desaparición del personal de esas emisoras.
En el acto de presentación de la temporada radiofónica se ha querido resaltar que la información es el alma de la Ser y se ha invitado a la audiencia
a escuchar con el equipo de profesionales que integran la actual plantilla, el sonido de la vida. Palabras grandes y
hermosas, llenas de emoción, que a quien ha trabajado ahí dentro durante casi
cuarenta años le suenan familiares y cercanas. Viendo la foto de familia de los
directores de cada uno de los programas, uno se siente identificado y
reconocido porque casi todos son amigos, pero precisamente porque lo son no
puedo sentirme feliz este año tras esa presentación porque precisamente “Alma”
es lo que hace tiempo que ya no hay en la Ser.
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Manu Carreño (Carrusel) y Gemma Nierga (La Ventana) |
La gestión que se ha venido
desarrollando en los últimos años ha hecho que acaben con ella. Puede haber –y
de hecho va a haber- ilusión y profesionalismo, verdad e independencia desde la
libertad a la hora de tratar los temas, pero desde dentro se ha gestado,
alimentado y hecho crecer un virus que, precisamente ha matado lo que la Ser ha
sido toda la vida, y de ello he hablado en otros artículos, emoción por la
radio y la comunicación de todos y cada uno de sus profesionales.
Desde los tiempos fundacionales
de Urgoiti, la era de los Oñate, Fontán y Garrigues, la llegada de Polanco, y hasta su fallecimiento, la Ser era una casa, una empresa con alma, con
sentimientos, con un espíritu y forma de trabajar en la que todas las áreas y
departamentos eran cómplices. Por supuesto que la vida no era sencilla, se han
vivido épocas muy duras en los casi 90 años de vida, y no voy a relatar aquí
cada uno de los acontecimientos –aunque alguno ya los he mencionado en otras
ocasiones-, pero en todos y cada uno se trabajaba en la misma línea y sentido,
y todos estábamos implicados en ello.
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Àngels Barceló (Hora 25) |
Los directores de emisoras
locales o cadenas regionales eran personas en las que la dirección general y el
consejo de administración depositaba su confianza, y eran respetados; se
consultaba con ellos y llegaban a sentirse como auténticos representantes de la
“casa” –del grupo radiofónico- en la zona o localidad, pero tras la
desaparición de Polanco todo cambió y lo hizo a tal velocidad que, amparados en
la crisis, no solo se ha desprendido la organización de profesionales altamente
cualificados, sino que además se ha desarmado completamente el alma y espíritu
de la radio pionera, primera y principal de este país hasta matarla con ese
virus inoculado llamado absentismo emocional.
Todo ello ha generado la ausencia
de motivación, enfrentamientos, endiosamientos que terminaban con salidas de la
organización escandalosas y con portazos, dejando al resto de personal
sorprendidos primero, decepcionados después, y sin referente alguno ante la
ausencia de un rumbo claro. Ya no servía ni siquiera el orgullo de “ser” de la
Ser porque lo habían ido matado.
En los últimos tiempos se hacían
chascarrillos y apuestas por saber quien era el siguiente “visitado” –depurado-
o la cabeza que iba a caer en aras a una mejor gestión… ¿Gestión de qué? Porque
la muerte es difícil de gestionar y aunque se hable del alma, esa ya no existe,
porque la información no es el alma de
la Ser.
Desde estas líneas quiero decirle
al actual director general de Prisa Radio en España, Alejandro Nieto, que el
alma de la Ser es su gente, sus profesionales, todos y cada uno de ellos, y la
audiencia. La información es uno de los instrumentos, como el entretenimiento y
el deporte; todo eso y nada mas que eso, que no es poco.
Si, ayer se presentó la nueva
temporada de la cadena Ser, pero el alma se ha perdido y me da pena el papel
que mis amigos tienen que desempeñar
para insuflar aire a ese espíritu para que pueda revivir. Desde el mas profundo
dolor, pero con cariño, quiero que los que siguen ahí dentro sientan mi
admiración, apoyo y respeto porque están ante una empresa de titanes y espero
que puedan, con las herramientas que puedan conseguir el mejor de los logros.
Nunca fue tan difícil, pero siempre se salió adelante, aunque sin alma no se
puede vivir.
¿Habrá un Pentecostés?
¿Habrá un Pentecostés?
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