Una nueva era, un nuevo ciclo

En el otoño de 2008 con motivo de la clausura de la Asamblea de la Ser y Unión Radio en Tarragona, el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, advirtió que no estábamos viviendo una crisis al uso ni similar a la de 1929, sino que estábamos ante un cambio de ciclo en todos los aspectos; económicos, financieros, políticos y sociales, y que quien no lo entendiera así el tsunami de ese cambio se lo llevaría por delante para a continuación destacar la necesidad de dar prioridad al talento y a las nuevas generaciones. Aquella intervención se me quedó grabada en la mente.

Han pasado solo dos años y aquella palabras se han quedan cortas para lo que estamos viviendo. No es solo una casualidad ni el resultado de las nuevas tecnologías que, tras la que está cayendo financieramente en occidente, se den casos como el de los papeles del Departamento de Estado porque siempre ha habido periodistas que investigan y fuentes, o gargantas profundas, dispuestas a trasladar a la sociedad lo que el poder intenta ocultar.

Siento una gran satisfacción por la publicación de esos documentos porque hechos como este hacen grande y honesto al periodismo, una profesión que últimamente algunos, que dicen ejercer, la están deshonrando a diario. Particularmente a mi no me sorprende lo que los gobiernos dicen unos de otros, ni los cables que se envían, porque eso ha existido siempre. Recomiendo la lectura de los billetes o cartas que circulaban entre Carlos V,  Felipe II y sus embajadores sobre asuntos de estado, de las relaciones con los demás países, sus gobernantes y del Imperio. Lo que me enorgullece es el ejercicio de una profesión que se dignifica y engrandece trasladando esa documentación a la sociedad.

Hace falta talento, imaginación e ideas para crear las nuevas estructuras de los nuevos tiempos

Efectivamente, los tiempos están dando un giro tan enorme que estamos entrando en una nueva era. Es posible que tras haber estudiado la Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporánea, en los colegios del futuro se estudie la “Edad Tecnológica” o “Universal”, pero no estamos ante un simple cambio de costumbres, o la evolución de los tiempos únicamente, sino ante un salto de nivel de todo el planeta y en todos los aspectos, se están poniendo los primeros pilares de un nuevo mundo, de una nueva sociedad y de una nueva forma de entender las nuevas relaciones. Creo que las recetas, entidades, organismos, instituciones actuales y formas de gestionar los nuevos acontecimientos que proceden del pasado ya no sirven. Hace falta talento, imaginación e ideas para crear las nuevas estructuras de los nuevos tiempos.

Mi confianza está puesta en las personas que trabajan a diario en las ONG’s, en los desprendidos y generosos, en los que se vuelcan a los demás, en la solidaridad, es decir en los valores del ser humano como centro del universo. Creo que efectivamente estamos ante un cambio de ciclo, de costumbres y de formas de entender la sociedad y la comunicación entre los seres humanos, y es apasionante ser testigo de lo que pasa, y mas aún de lo que está por pasar…