Nunca estuve en Nueva York

Hace algún tiempo que vengo barajando la idea de profundizar en el blog en aspectos mas concretos sobre lo vivido y de lo que he sido testigo conformando lo que podíamos denominar memorias o relatos de acontecimientos de los que he sido testigo directo. En diferentes conversaciones con amigos me han animado a dar ese giro, lo cual no quiere decir que deje de escribir sobre lo que veo y dar mi opinión sobre lo que me rodea en la actualidad.

Cuando me propuse realizar Leyenda Viva lo hice precisamente para plasmar aspectos poco habituales y escasamente conocidos de cómo los vi o como eran esos personajes qye traté o las experiencias que viví. Esas eran las auténticas Leyendas Vivas de la música, el deporte, la literatura, la política, etc. Ha habido quien pensó –erróneamente- que lo hacía con un afán de protagonismo personalista y presuntuoso, y nada mas lejos de la realidad.

Quien me conoce sabe que es así, aunque en muchas ocasiones haya presumido de ser una “auténtica leyenda viva” por lo que he visto, la gente que he conocido y el cariño recibido de todos ellos. Pensando en esas memorias que ya estoy escribiendo, aunque reconozco ser poco constante, y hablando con amigos, familiares, conocidos y gente que me importa he comprobado que hay una realidad que a todos sorprende y llama la atención: Nunca estuve en Nueva York.

Tras los viajes y experiencias artísticas que he tendido en mas de 40 años entre el teatro, la música, el cine y la radio, esa realidad les sorprendía a todos y me preguntaban admirados ¿Que nunca has estado en Nueva York? Es imposible. Las exclamaciones empezaban a tomar tal cariz que fui modelando la idea de inspirándome en el no-encuentro entre Alberti y Lorca que dio origen al poema del gaditano “Nunca fui a Granada”, me planteé que debería bautizar con esa frase mis memorias, recuerdos y vivencias.

Comentándolo el pasado 25 de marzo, ante un cabrito en Cogolludo (Guadalajara), con mis amigos Adrián Vogel, Manolo Fernández  y Jorge Maldonado se mostraron de acuerdo con Olga Flórez y ante tal increíble realidad me han animado, no ya a titular así las memorias sino a que lo vaya aireando en el ciberespacio cambiando el titulo del blog por el de Nunca estuve en Nueva York. Incluso Adrián y Manolo han diseñado cómo y dónde sería la presentación de dicho libro; efectivamente en Nueva York. Los detalles llegaran en su momento porque a la hora de delirar ante una buena comida somos irrefrenables, por ahora me pongo manos a la obra para recorrer recuerdos, fotos, grabaciones y artículos publicados.

De momento añadiré esa frase-titulo como apellido del blog como fase previa a lo que irá llegando en próximas entregas de la página de un ciudadano que no puede decir que lo sea del mundo porque no ha visitado aún su capital –aunque para mi es Londres- porque Nunca estuve en Nueva York.


Comentarios

  1. Por fin encuentro amigos dentro de un blog. Me parece muy bien que escribas estas MEMORIAS. Eres y seguiras siendo un crack, como dice Adrian, dentro y fuera de la radio.
    ANTONIO BRAVO

    ResponderEliminar
  2. Así me gusta, amigo, que te pongas al tajo. Ya sabes: Nueva York nos espera.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares