"Nunca Máis", el Prestige en la Ser hace 20 años

Debido a una serie de imprevistos, esta semana no hay episodio de Estudio 8, pero no he querido faltar a la cita semanal aprovechando el 20 aniversario de la catástrofe del hundimiento de Prestige resumiendo el trabajo de aquellos días ya publicados en Testigo de radio y en este mismo blog. 


Esos días nos pilló a todos los directores y directivos de la Ser y de Prisa Radio en plena Asamblea anual en Málaga, pero inmediatamente se puso en marcha la maquinaria de la información con el desplazamiento de los principales directores de los programas durante aquellas trágicas jornadas a Galicia para cubrir “in situ” la tragedia. Curiosamente en la clausura de la asamblea Augusto Delkáder, entonces consejero delegado de Unión Radio (hoy Prisa Radio) destacaba que “además de energía eléctrica, la principal materia prima de que se nutre la radio es el talento”. Y precisamente el talento, el rigor, la entrega y la profesionalidad iban a ser retadas por diferentes acontecimientos en los dos siguientes años. Y lo primero fue la tragedia del Prestige.


REUTERS PHOTOGRAPHER VIA REUTERS

El 13 de Noviembre, el Prestige, un petrolero monocasco de bandera liberiana cargado con 77 mil toneladas de fuel, hacía una llamada dramática de socorro a la que no todos los que serían afectados respondieron de la misma forma. A lo largo de seis días se demostró el miedo, la incompetencia y la ausencia de medidas por parte de las administraciones regionales, nacionales y europeas en situaciones de emergencia, principalmente de carácter ecológico. A raíz de las fuertes tormentas en las costas gallegas el petrolero sufrió una vía de agua dejándole a la deriva con olas de 6 metros y vientos de fuerza 8. La gravedad de la avería hizo que el buque quedara escorado hasta 45º y se decidiera evacuar a los tripulantes quedando a bordo el capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas intentando salvar la carga que transportaban. El día 14 intentaron llevar el barco hacia el sur buscando aguas mas tranquilas con el fin de efectuar el trasvase de la carga a otro navío. Los responsables del buque se negaron a ser remolcados mientras había comenzado el vertido de fuel que ya dejaba ver una mancha de 37 kms. de largo por 200 metros de ancho.


El día 15 las primeras manchas alcanzaron la costa mientras se desplegaban barreras de contención. El Gobierno ordenó que el barco fuera remolcado hacia aguas abiertas. El día 17 fue detenido el capitán del buque acusado de desobediencia y delito ecológico. Mientras el barco era alejado las autoridades portuguesas prohibieron que el barco se acercara a sus aguas territoriales. El Prestige se quebró y a las 8 de la mañana del día 19 se hundía dejando en la zona mas de 10.000 toneladas de fuel. El Prestige acababa sus días a mas de 3.600 metros de profundidad y a 133 millas de Finisterre. La tarea a partir de ese momento era evitar y controlar el vertido del fuel que quedaba en las bodegas del barco y limpiar las costas gallegas y del norte de la península.


Por parte de la Ser se puso en marcha todo un operativo especial de la radio con cubriendo las informaciones desde las costas gallegas. Hasta allí se desplazó la mayor parte del equipo de informativos coordinados por el director y subdirector de Informativos respectivamente  Daniel Anido y Rodolfo Irago que durante varios años había sido jefe de informativos de la Ser en Galicia. A lo largo de varios días Hora 14 y Hora 25 se emitieron desde Muxía y el resto de poblaciones afectadas. El resto de programas –Hoy por hoy, La Ventana, A Vivir que son dos días, etc.- dedicaron sus contenidos a la catástrofe y sus consecuencias. Al día siguiente del hundimiento del Prestige, Loyola de Palacio, Comisaria de Transportes de la UE se quejaba en el programa de Iñaki Gabilondo de la lentitud para aplicar las normativas aprobadas tras la catástrofe del Erika dos años antes pero, además de atender las demandas ciudadanas, lo que mas nos llamó la atención fue la reacción de las autoridades. Desde el comienzo del siniestro se denunció que ni Manuel Fraga, presidente de la Xunta, José Mª Aznar, presidente del Gobierno se hubieran acercado a la zona para conocer sobre el terreno el drama que vivía la sociedad gallega.


De caza o esquiando


El 25 de Noviembre la cadena Ser tenía acceso a un documento oficial de la Xunta por el que se conocía que la noche del sábado 16 de noviembre Fraga se encontraba en Madrid alojado en el Hotel Ritz. Según la información de la Ser la jornada comenzó a las nueve de la mañana cuando la comitiva oficial de Fraga salió hacia la finca la Flamenca, situada a unos 50 kilómetros de la capital. Al presidente de la Xunta le acompañaban dos miembros de su Gobierno. Unos días después supimos que eran el consejero de Ordenación Territorial y el de Medio Ambiente. Y a principios de diciembre nos llegaba otra información igual de sorprendente: “el Ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos había pasado el segundo fin de semana de la crisis del Prestige, los días 23 y 24 de Noviembre, en la estación invernal de Sierra Nevada. La Cadena SER se puso en contacto con el ministerio de Fomento y nos dijeron que el ministro no había vuelto a ponerse unos esquís desde 1998. Aseguraba Cascos que era una información falsa de la Ser y que formaba parte de una campaña contra el. El ministro si reconocía estar en Granada ese fin de semana con el objetivo de recibir el premio “Chirimoyo de Oro”.


A raíz de dicha información el ministro de Fomento envió unos días después a la Ser un escrito de rectificación que no hicimos público ya que no desmentía la información y si recogía descalificaciones sobre el trabajo de los periodistas de la Cadena Ser a los que el ministro atribuía voluntad manipuladora y difamatoria. Francisco Álvarez Cascos recurrió entonces a los tribunales y el juzgado de primera instancia número 5 de Madrid en una sentencia firmada por el juez José Luis Gonzálvez Vicente estimó parcialmente su demanda y obligó a la Cadena SER a leer seis veces en un día la rectificación. La Cadena SER recurrió esa decisión judicial y un año mas tarde, en octubre de 2003, la Audiencia Provincial de Madrid le dió finalmente la razón a la SER al considerar que el escrito del ministro Álvarez Cascos era totalmente inapropiado y excedía el ámbito de la ley que ampara el derecho de rectificación. Por ello, la Audiencia señalaba que la dirección de la Cadena SER actuó legal y correctamente al no hacer público en su momento el escrito de Álvarez Cascos. La Cadena SER se reafirmaba, una vez más, en la información que ofreció. El anterior fin de semana, es decir los días 16 y 17 de Noviembre, Álvarez Cascos había estaba cazando en el Pirineo de Lleida mientras que los ministros de Medio Ambiente, Jaume Matas, el de Interior Ángel Acebes y la ministra de Sanidad, Ana Pastor estuvieron descansando en Doñana con sus respectivas parejas. Esos mismos días, en los que el fuel ya invadía las costas gallegas.


La denominada Costa da Morte se había convertido en la “Costa Negra”. El chapapote embestía contra las rocas y playas. La respuesta ciudadana no se hizo esperar. Miles de ciudadanos de toda España se incorporaron a las tareas de limpieza de las playas y costas gallegas. Ante tal avalancha hubo que organizar al voluntariado. A raíz de la respuesta de las administraciones, el olvido y la experiencia de la mala gestión, surgió Nunca Máis, un movimiento popular que se constituiría en plataforma ciudadana para reclamar responsabilidades medioambientales, judiciales y políticas por el desastre del buque hundido.


Ese día empezamos a publicar una serie de Pulsómetros dedicados al hundimiento y la gestión de la catástrofe del Prestige, y en él los españoles le daban un tirón de orejas al gobierno: La mayoría (un 54%) creía que las autoridades no habían tenido una reacción rápida ni eficaz ante el desastre, y consideraban en la primera semana responsables del desastre sobre todo a la compañía armadora (29%) y a continuación a las autoridades españolas (16%) y europeas (15%). Dos semanas mas tarde sólo uno de cada cinco españoles creía que las medidas adoptadas por el gobierno eran suficientes. Los ciudadanos suspendían a todas las autoridades implicadas, siendo Arsenio Fernández de Mesa, delegado del Gobierno y Mariano Rajoy, vicepresidente del Gobierno, los que salían peor parados.


Durante el mes que transcurrió entre el hundimiento del Prestige hasta las vísperas de Navidad realizamos un seguimiento para comparar los trabajos que habíamos realizados las diferentes cadenas de radio los días del hundimiento y la primera semana de diciembre. En la Cope y Onda Cero, además de dar informaciones sobre la catástrofe, estaban mas preocupados por las relaciones en los intereses mediáticos de El Mundo, Pedro Jota y Telefónica, y las decisiones del gobierno sobre las televisiones locales, o discutir sobre nuestras informaciones y denuncias sobre la gestión de la catástrofe. Se extrañaban o condenaban los datos de audiencias de la radio cuando no les favorecían, mientras el crecimiento de la Ser iba en progresión. Cuatro meses mas tarde la primera oleada del EGM del año siguiente la audiencia de la cadena rozaba los 5 millones, marca que superaría antes del verano.


Aquél equipo de la redacción de informativos Ser de hace 20 años
que obtuvo un Premio Ondas por la cobertura de la catástrofe (Foto: P. Menéndez)

Las diferentes versiones del tratamiento de la catástrofe, lo que se hizo o debió hacerse entró en largos procesos judiciales que llegarían hasta Enero de 2016, fecha en la que se dio a conocer la sentencia del Tribunal Supremo por la que se condenaba a dos años de prisión por un daño medio ambiental únicamente al capitán del Prestige, Apostolos Mangouras.


La próxima semana reanudamos los episodios en podcast de Estudio 8 con uno de los últimos grandes maestros. Atentos.


Comentarios

Entradas populares