Recordando a Tina, el ángel que voló al paraíso

Fue un día como hoy; aquél 30 de Enero de 1995 y sucedió en Aranjuez: Un ángel voló hacía el paraíso de la eternidad. Se llamaba Edelina –Tina- Muñoz Barrull. Había perdido la vitalidad, la fuerza por vivir y luchar. Había sido devorada hasta fallecer, pero un alma, un espíritu como el suyo tiene que tener un lugar en el que van esos seres mágicos tan grandes que la humanidad, la sociedad no se merece y los maltrata. En estos días se me hace mas presente aún su imagen y la he recordado en nuestros encuentros con su siempre amada Carmela.

Tina y Carmela en 1975
Entre 1974 y 1975 nos veíamos casi a diario. Me viene a la memoria un viaje a Extremadura el 4 de Junio de 1975 en el que Tina se mostraba orgullosa y feliz de su hija Saray. Hacía un par de días que había fallecido mi abuelito –nunca le gustó que le llamáramos abuelo- con el que viví mis primeros once años, y ambas hermanas Tina y Carmela estuvieron cariñosas conmigo. No paraban de hablar, contar chistes, mover las manos, cantar, ¡como cantaban! Llegamos a Trujillo, hicieron una gala de mas de una hora ante un público entregado y regresamos la misma noche de vuelta a casa agotados pero muy felices; habían hecho desaparecer de mi la pena y angustia de la pérdida familiar.

Durante ese verano las acompañé a las galas que el trabajo me permitía. Tina hablaba y hablaba sin parar de su niña. Frecuenté su casa, tuve a su Saray en mis brazos, conocí a sus padres y vecinos del barrio de San Blas. En aquella casa había una emocionante y fuerte corriente artística; se vivía la solidaridad del mundo gitano. Ambas hermanas hablaban con pasión del flamenco, Manolo Caracol, Lola Flores, los Montoya, toda la saga de los Barrull, el ambiente en el que se movían.

Aquella actuación de Saray en 2012
Centrados cada uno en su trabajo nuestros caminos se separaron. Pasados un par de años Carmela me llamó al regresar de una de sus giras, echaba de menos nuestros encuentros pero sin olvidarnos tardaríamos mas de 35 años en volver a vernos y ya Tina se había ido. Seguí sus vidas a través de los medios. La vida profesional de las hermanas sufrió duros reveses que les llevó a perder la marca que crearon como artistas, luchar por recuperarla y en esa batalla –y otras- Tina fue cayendo a un submundo que la devoró. Cuando me enteré del estado de Tina, los problemas con Carmela y la esquizofrenia que acabaron con su vida lloré amargamente. Las quise con gran intensidad. Me dolió el final de una carrera llamada a ser brillante. Las compañías, malos consejos y peores asesores acabaron con su carrera, si bien Carmela intentó recuperarla varias veces.

A raíz de contar en el blog mis recuerdos musicales Saray me localizó. Con motivo de una actuación con su grupo de rumba cubana en uno de los locales de Príncipe Pío me invitó a asistir. Allí me volvería a encontrar con Carmela, y el espíritu de Tina. Nos vemos de vez en cuando y recordamos aquellos maravillosos años compartidos.


Sí, ¡que bonitas fueron aquellas noches, aquellos, viajes... Tina descansa en paz. Fuerza Carmela.


Comentarios

  1. Las mejores cantantes de los años 70. Qué lindo cantaban. Lástima de Tina y que se nos fuera tan joven en el mejor momento de su vida. D.E.P.
    Yoanna Heras Sevillano.

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