Acosadores


Son insaciables; lo tienen todo, o eso creemos los demás mortales, pero no. Su insaciable apetito depredador puede con todo: dinero, lujo, mansiones, propiedades... Dirigen empresas o han heredado fortunas, y lo mejor que te puede pasar es que no se fijen en ti, sobre todo si eres mujer. Son como el guepardo cuando tras estudiar la manada de venados o cebras, decide que presa es la que mas le gusta y entonces…

Te inundarán de regalos, te invitarán a viajes maravillosos, cruceros increíbles, y todo vestido de algo normal mientras van tejiendo su red, pero si en algún momento se te ocurre declinar una invitación o salir de la tela de araña tu mundo se convierte en un infierno.

Tendrás que dejar tu trabajo, intentarás huir si no entras en su juego, pero te encontrarán y con bonitas y edulcoradas frases te dirán que “eres tonta”, que “vales mucho”, que “mira lo que te pierdes”, “que eres única y genial, diferente”, y te conseguirán un trabajo “mejor” y mas acorde a tus “intereses” cerca de ellos, y dará igual a lo que te dediques porque te ofrecen el mejor de los mundos posibles para conseguir “lo que pretenden de ti”, porque para ellos todo tiene un precio y pueden pagarlo todo. Te ponen el mundo a los pies y “están dispuestos a todo por ti”, pero su “todo” es su interés única y exclusivamente.

Suena tan hermoso que cuando has caído en la red que han tejido ya no puedes escapar, y si lo consigues te perseguirán hasta volverte a encontrar e intentar de nuevo la seducción, esta vez sicológica llegando a utilizar hasta a tus relaciones familiares, con el único fin de darse el capricho de poner una muesca mas en sus deseos y antojos, porque lo que esta en la naturaleza, en la humanidad, es para su uso y disfrute llegando a confundir la realidad de tal forma que su paranoia llega a convertirse en esquizofrenia. Incluso en ocasiones ni ellos mismo se reconocen o asumen que lo que hacen no sea algo normal y por lo que tienes que estar agradecida, pero si hasta te quieren…

Eso en el caso de los que disponen de los medios “sutiles” del poder económico, político o social, incluso, a veces, a través de redes de intereses muy personales.

Pero hay otro tipo de espécimen que sin el dinero, sin el poder, pero con los encantos de los que son poseedores y con la ambición de obtener aquello que desean engañan, mienten, se muestran locuaces y encantadores, llegando a sorprender y hasta a seducir a la familia de la víctima, y cuando esta quiere reaccionar ya no puede porque ha pasado a ser de “su propiedad”. Ese tipo de síndrome paranoide y esquizofrénico no tiene que ver con el dinero, es una condición del hombre. El “Acoso”, al que somete Demi Moore a Michael Douglas, no es el habitual, y desde estas líneas solo puedo invitar al lector a que imagine el caso inverso.

Es vital que desde los medios aumente la sensibilidad sobre estos temas y se siga denunciando, no solo a los maltratadores –que también- sino a los acosadores, a los depredadores de seres humanos, principalmente mujeres, para desenmascararlos, y ponerles en el cadalso de la denuncia pública para acabar con esta lacra de la sociedad.

Es todo tan sutil, tan delicado, tan difícil de probar… porque el ambiente que te rodea por parte de tus compañeras/os no se creen que “Fulanito que es un ser excepcional, con una familia maravillosa y no es capaz de algo así”, o “realmente no tuvo suerte con su mujer” pero fíjate que bueno es, que regalos te hace, como te cuida”… y no entienden la reacción de la víctima llegando incluso a decirte, en ocasiones, “aprovéchate ahora que puedes”, y si quieres denunciarlo no te apoyan porque siempre piensan que “algo habrás hecho porque Fulanito es un tipo maravilloso, detallista y admirable con una gran consideración social”.

Y ese es uno de los aspectos que utilizan como coartada para su intolerable trato  hacía la mujer. Apenas si se denuncian estos actos porque son difíciles de demostrar, no hay huellas, no hay testigos, y si en alguna ocasión se produce algún “hecho públicamente” como que la víctima sea presentada como parte “mi pareja”, se asume como parte de un botín personal o trofeo a mostrar ante otros depredadores.

Desde aquí te animo, mujer y hombre a dar un paso adelante. Hoy hay muchas mas herramientas que antes no existían y los medios de comunicación son muy sensibles a estos temas. No nos quedemos ahí simplemente. Hay que denunciarles a todos, sacarles de su paranoia esquizofrénica, encerrarles, sanarles o ponerles collares y pulseras que los retraten…

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