El "Quitapenas" de Lucía Pérez, vivo, animoso, con mucho espíritu y "siente lo que siento"

Cuando en Tomates verdes fritos, de Jon Avnet, Evelyn (Kathy Bates) al grito de ¡Towanda! se reencuentra a si misma gracias a Ninny (Jessica Tandy), y en el parking del súper unas chicas que le han quitado la plaza que había visto previamente le dicen “Admítalo, somos mas jóvenes y mas rápidas”, ella, tras arremeter su coche contra el de las chicas que se le colaron contesta; “Admitidlo, soy mas vieja y mi seguro lo cubre todo”, me he sentido representado.

Debo reconocer que eso me ha sucedido con los años, y es cierto que a medida que vas creciendo te vas quitando de los falsos ropajes, máscaras y escudos que el entorno y las circunstancias de la sociedad te han ido poniendo para ser una persona “adaptada”, aunque modestia aparte nunca me he dejado “vestir”, y quizás lo haya pagado, ahora me siento mucho mas libre. Aunque yo no he tenido que devolver a la vida el golpe por golpe que en el fondo de mi latía el grito de ¡Towanda!
 
La portada (Boa Mistura)

QUITAPENAS

Finalmente el pasado domingo puede escuchar completamente el nuevo disco de Lucía Pérez, y lo hice precisamente donde nació, en la casa que Chema Purón, su productor y autor de la mayoría de las canciones. En ocasiones como ésta uno se siente privilegiado y agradecido, lo que no impide que al margen de la amistad y el cariño no puedas intentar ser objetivo, y en varios comentarios se lo trasladé a Chema. Pero es cierto que me siento libre para decir lo que siento al margen de lo que me puedan criticar por mi halago… ¡Towanda!

Escuchando Quitapenas en el rincón del productor
Tras escuchar el disco en el ordenador, disfrutar de la presentación inmensamente creativa de ese grupo de artistas que componen Boa Mistura y experimentar las primeras sensaciones, pude comprobar dos aspectos que destacaban sobre los demás: la madurez de la voz de Lucía recreándose en matices y colores nuevos, y la frescura del disco tanto en los grandes arreglos como en los temas de menor acompañamiento instrumental como sucede en la impresionante manifestación de “Lo que piensas que yo pienso” en la que únicamente su voz y el piano de Iñaki García te envuelven en una atmósfera de pasión y sensibilidad. Pero era mejor escucharlo en la soledad del viaje de regreso a casa y una vez ahí poner el CD en el equipo y recrearme en cada uno de los doce temas.
  
Nunca me ha gustado desgranar punto a punto la obra de un artista porque creo que debe primar la idea de unidad, y no lo voy a hacer ahora -¡Towanda!-, pero es cierto que lo primero que hice fue recurrir al diccionario de la RAE y leer lo que significa en nuestra lengua “Quitapenas”. En su primera acepción dice: “licor (bebida espiritosa)”, lo que me hizo seguir buscando por “Espiritoso-sa” y me encontré “Vivo, animoso, eficaz, que tiene mucho espíritu” y en la segunda acepción, “Dicho de una cosa, como un licor: Que exhala mucho espíritu (vapor sutilísimo).

No es fácil poner título a una obra –aunque Purón es especialista en ello y de ahí sacar una canción-, pero en este caso el título le encaja como anillo al dedo al disco porque resulta vivo, animoso y exhala mucho espíritu tanto del autor como de la protagonista y de la selección de autores y canciones como la recreación que hace del clásico de Mike Oldfield “Moonshadow” –que desde aquí yo dedico a mi amiga Vicenta Cobo -¡Towanda!-, o las dos de su hermano Xabier que firma como Vizcaíno, “Restos de escenario”, canción intensa de dolor del desamor, y “Sete Chorares” (tema interpretado en gallego como siempre hace Lucía en sus discos) o “Ganador y Perdedor” de Alfredo González, autor del que Lucía ya interpretó anteriormente “Perdida en tu equipaje”.

El resto de las canciones perfectamente entremezcladas en ritmos y tempos son un conjunto armonioso. Es atrevido arrancar el disco de forma suave con el piano de Iñaki García como lo hace con “Después de ti” para ir subiendo hasta recrear un ambiente que no imaginas al principio en voces y arreglos. En la canción que titula el disco el ritmo te lleva a mover manos y pies con aires brasileños. Lo mismo sucede en “Paraíso Perdido” en sencillez y la misma frescura entroncando con la fuerza y estilo de la chica de O Incio.

El piano y el ritmo de la batería de “Dímelo tu” recrean la atmósfera de la ternura ante la dureza de la duda que despierta el amor… Disfruto del sabor caribeño que se ha dado a “Siempre igual” con un encantador arreglo de voces de Xabier, Chema y la propia Lucía y la aportación de Gonzalo Purón a la guitarra. El cuerpo se va detrás del tempo que marca la batería en “Tu sin mi”. “Qué mas da” es una canción en la que salta inmediatamente la complicidad entre intérprete y autor dando casi lugar a una simbiosis que bien podría denominar “Luciarón”.

Cada disco tiene una joya por encima de todas los demás temas, cada obra tiene un capítulo, un momento, la guinda del pastel, y en “Quitapenas” esa canción, esa obra es “Lo que piensas que yo pienso”. Cada sílaba, cada palabra acompaña al piano dejándose llevar llena de matices, cada nota del piano de Iñaki García disfruta de la voz de una mujer que ha nacido para interpretar y emocionar…

…Si pensara lo que piensas que yo pienso
¿qué razón tendría yo para esperar?
que ahí fuera existe todo un universo,
que yo, en cualquier momento, haría por probar,
si sintiera los que piensas que yo siento
mal podría entre tus brazos despertar…
cualquier duda se convierte en un tormento,
a fuerza de pensar…
…deja ya de adivinar mis pensamientos,
solo intenta ser capaz de disfrutarme,
que tal vez, para entender mis sentimientos,
mañana sea tarde… mañana sea tarde.

Sería algo así como lo que le quedó al autor por decir en aquella joya titulada “Lo mejor de mi”, de “El tiempo dirá”, su segundo disco.

Es un regalo haber sido afortunado de vivir el recorrido de un disco desde el origen hasta la puesta a la venta, como ya experimenté en “Calle Soledad” José Luis Perales. Además de haber escuchado el disco en el rincón donde nacieron las canciones, tuve la ocasión de escuchar algunas de las primeras demos a comienzos del año con la actuación -solo para mi- de Chema y Lucía en la buhardilla del productor en su casa de Madrid… ¡Towanda!

 

Corolario final

La amistad e independencia no son excusa para, además reconocer un buen trabajo, hacer los comentarios críticos al productor, y en su momento se los trasladaré a la artista, pero plasmarlos aquí no aportan nada porque son aspectos que sirven para el crecimiento personal. En cualquier caso siempre me ha parecido injusto y falso el papel del periodista que esconde sus debilidades –si lo fueran-, pero insisto, devolviendo golpe por golpe a los falsos de la profesión, como dirían Evelyn y Ninny ¡TOWANDA!


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