Fusión Antena 3-La Sexta

¿Ha explotado la burbuja mediática?

A falta de que se produzca la temida privatización o cierre de algunas televisiones locales en los próximos meses, con la fusión por absorción de Antena 3 y La Sexta, el panorama de la televisión en España va quedando mas clarificado.

El pasado 8 de julio escribía un post titulado La burbuja mediática en el que señalaba que las diferentes administraciones públicas, tanto estatales como autonómicas y locales, habían generado una situación realmente rocambolesca llegando a producir mas canales de televisión y emisoras de radio por habitante que en Europa y Estados Unidos. A esta auténtica inflación mediática había que añadir el absoluto descontrol, que las diferentes administraciones “ejercían” en el mapa radiofónico, al no perseguir el constante crecimiento de la piratería en este sector, y sobre esa inflación es de justicia reconocer el exhaustivo trabajo realizado por Enrique Martínez de la Casa, doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Complutense y Profesor Asociado de la Universidad Carlos III, en su último libro “El sector audiovisual en Castilla –La Mancha”.

A falta de que se manifieste la Comisión Nacional de la Competencia, el resultado de esta fusión se veía venir tras la fusión entre Tele-5 y Cuatro y la situación del sector mediático español. Según el Consejo de Ministros del pasado viernes y de acuerdo con la Ley General de Comunicación Audiovisual, “Antena 3 reúne todos los requisitos para ser titular de la licencia de prestación del servicio de la comunicación audiovisual que posee La Sexta”, debido a que la fusión de ambas cadenas no supera la cuota de audiencia que marca la ley fijada en el 27%.

Nos encontramos de nuevo ante una situación similar a la vivida anteriormente con Tele-5 y Cuatro, y es que todo esto solo sirve para que un mercado publicitario que no crece –y menos en crisis- la calidad del producto siga decayendo y decenas, si no cientos, de profesionales se vayan a la calle ante la amenaza de cierre en caso de no producirse dicha fusión.

Finalmente la responsabilidad no solo reside en las empresas, que tienen que capear el temporal en una etapa muy dura, si no en las administraciones, tanto del PP como del PSOE, porque en ambos casos han legislado a espaldas de la realidad social. Aún está pendiente una explicación coherente y razonable de la catastrófica -y ruinosa- decisión sobre el DAB, que solo sirvió para sacar mas dinero en cánones a las emisoras de radio y sobre el que ha venido desarrollando un gran trabajo Gorka Zumeta, antiguo compañero en la SER y miembro del Foro de DAB, en su blog. 

Cuando leo, escucho y veo comentarios en los que se dice que con esta decisión se acaba con la libre competencia siento escalofríos, porque si la libre competencia es lo que ofrecen las televisiones privadas –sobre todo algunas del sector mas conservador- en nuestro país, es lógico que cada día seamos mas los que elijamos la televisión pública para informarnos, entretenernos y formarnos. Ese si fue un buen acuerdo de gestión entre el PP y el Psoe, que esperemos que la nueva administración entrante mantenga.