12 horas con José Luis Perales

Testigos privilegiados del nacimiento de su nuevo disco en el Refugio

La cita era a las nueve y cuarto de la mañana para llegar antes de las once a Castejón. El propio cantautor conducía el coche, a su lado Manuela y detrás José Luis López, el comentarista de atletismo de la Ser, entre otras muchas actividades y quien escribe el blog.

Me había levantado a la hora de los pastores para poder atravesar con tiempo la vorágine de una ciudad que, desde primeras horas de la mañana, sus ciudadanos nos empeñamos en contaminar y bloquear en atascos que los poderes públicos han decidido no resolver. Tras una hora y media de recorrido –mas de lo que tardó José Luis López en el puente aéreo- llegué a casa del cantautor, nos tomamos un café y le entregué una grabación de un par de canciones que interpretó a la guitarra una de las noches que me acompañó “De la noche a la mañana” en el programa que entre 1979 y 1982 realicé en la cadena Ser. En ellas cantaba “Recuerdo aún” y La noche”, dos temas que nunca ha grabado.

López llegó enseguida y poco después Manuela, que acababa de dejar a su nieta –a la que han puesto el mismo nombre que la abuela- en la guardería. A esa altura de Arturo Soria se coge con facilidad la R-2 y después de atravesar los polígonos industriales de San Fernando y Torrejón, llegando a Alcalá de Henares, la conversación de los cuatro amigos giraba sobre los problemas de la SGAE, las giras, el color del campo a esas horas, reíamos con las anécdotas y ocurrencias de Manuela -la nieta- y sin darnos cuenta llegamos a Guadalajara.

Al pasar por la capital alcarreña recordamos los años que trabajé allí y los mil y un lugares con encanto que encierra una de las mas bellas y desconocidas provincias de nuestro país. El Clavín, Miraflores, Lupiana, Horche,… cada pueblo marcado en el carretera nos hacía comentar anécdotas e historias de cada lugar,… Tendilla y Pastrana. Como no íbamos a hablar de Pastrana, la capital de la miel, la tierra de Ana de Mendoza y la Cerda, nuestra Princesa de Éboli.

El autor en su "refugio"

La niebla cubría el Pantano de Entrepeñas y dejaba suspensas sobre ella las diferentes montañas que acogen al Tajo, pero Buendía estaba totalmente despejado. Hablamos del velero llamado Libertad, por supuesto, y tras disfrutar de las vistas de las colmenas y el trabajo de los meleros llegamos al Refugio. Por fin iba a conocer el lugar donde se reúne el cantautor en intimidad con su soledad y entre ambos crear las canciones. José Luis López me confesaba que realmente somos unos privilegiados y no tengo por menos que darle la razón.

El otoño se ha adueñado ya de tal forma del lugar que las hojas que quedan suspendidas en los árboles apenas si se sostienen mientras la mayoría alfombran el suelo. Bajamos por la vereda que lleva a la casa y mientras Manuela la abre, los dos Jose Luis y yo bajamos al invernadero, donde nacen las obras del artista. Tres sillas, una mesa, una estufa de leña y la vieja guitarra de sus primeras composiciones que volvió a barnizar varias veces, son los únicos elementos que decoran el rincón de los milagros.

Perales coge la guitarra y nos recuerda una de sus viejas canciones no grabadas y que le regalé al llegar a casa “Recuerdo aún”. Ese viejo instrumento como un vino sigue dando un sabor intenso a las canciones. Es como estar en el paraíso de las musas y respiramos el mismo aire que el artista. Tras dejar la guitarra reposando en el mismo lugar donde la encontramos recorremos los aledaños; entramos en la casa en la que la pareja nos enseña sus primeras creaciones de cerámica y nos vamos al pueblo. Realmente ha sido un privilegio estar en el lugar de la creación en la misma época del año en la que el artista se aísla para componer según nos ha confesado.

"Libertad" invernando

Al llegar a la casa lo primero que vemos al entrar en el garaje es a Libertad, el velero que en verano surca Entrepeñas y Buendía, invernando. Subimos al gran salón donde los músicos, coordinados por Pablo Perales, hijo y productor, ya han montado todo el equipo. Tras estudiar la carrera de derecho lo que de verdad resultó ser la vocación de Pablo ha sido la música convirtiéndose en un auténtico experto y profundo conocedor de todos los entresijos de la técnica y del sonido.

El lugar de la grabación de una de las partes del vídeo que irá en el disco va a ser en el salón, de cuyas paredes cuelgan los discos de oro y platino, y premios de la carrera del artista conquense.

Tras “dar” una bolas en el billar americano, López, Perales, Melón –que gran músico- y yo, empieza el ensayo. Los privilegiados entramos en la habitación contigua en la que se ha montado un pequeño control de sonido donde Mariano va ajustando y modulando cada instrumento para un sonido perfecto. José Luis López y yo admiramos la meticulosidad de Pablo, al que no se le escapa un solo detalle de cada nota de cada instrumento. Si, realmente somos unos privilegiados siendo testigos del trabajo de los artistas. Que complejo resulta todo el proceso para que todo se descalifique con un comentario tan simple como “no me interesa” o “no me gusta”.

En plena sesión

Las canciones que montan para el vídeo son Como duele el aire, El Invierno, Para qué seguir viviendo y Breve como la luz. Para López y para mí cada prueba sale redonda, pero Pablo siempre encuentra ‘algo’ y Mariano le da la razón. Normalmente tras cuatro tomas siempre hay una buena, otra completa, y la tercera siempre es perfecta, pero Pablo pide una mas y entonces el resultado ya es inmejorable. A medida que ha ido pasando el día la voz de Perales ha ido calentándose y acaba resultando perfecta con un brillo redondo.

Cuando finaliza la sesión de vídeo Manuela nos avisa para subir a comer. Ha traído del hostal de su cuñada las viandas para reponer fuerzas. Durante la comida se hacen comentarios sobre la sesión, pero principalmente hablamos de la casa de José Luis, compartimos un Rioja de 2001 que ha sacado el cantautor, y surgen mil y una anécdotas e historias sobre la construcción de la casa, el pueblo y el Refugio.

“Melón” nos deja porque tiene un concierto en el Teatro Calderón con Concha Buika, y López y yo nos preparamos con los productores del vídeo para la entrevista al protagonista. Se trata de una conversación con José Luis para comentar aspectos de la creación de las canciones, el proceso de elaboración del disco, el entorno y el Refugio que, junto a José Luis es el auténtico protagonista de la jornada.

Cuando terminamos es el propio José Luis quien nos lleva de nuevo a Madrid. Durante el regreso, ya de noche, en ruta hacia Barajas para dejar en el Puente Aéreo a José Luis López, la conversación versa sobre los momentos en los que nos conocimos, el libro que el comentarista deportivo de la SER escribió sobre Perales en 2009, la experiencia vivida y el origen de esta nueva forma de trabajar y comunicar el resultado de la elaboración del nuevo trabajo de Perales.

A las ocho y media de la noche despedimos al autor del libro “Algo mas que palabras” en el aeropuerto. José Luis López, además de comentarista deportivo de la cadena Ser y Canal +, ha narrado seis Juegos Olímpicos, es filólogo, comisario de exposiciones y Presidente y fundador del Centro Internacional de Documentación,. Investigación y Desarrollo del Atletismo (Fundación CIDIDA). A pesar de haber sido compañeros de trabajo en la misma empresa  ha sido nuestra amistad con José Luis Perales lo que ha hecho que nos conozcamos para la preparación del nuevo trabajo del cantautor conquense, que aún no tiene título definitivo.

A las nueve y cuarto nos despedimos José Luis y yo; han sido doce horas intensas de amistad, emociones, aprendizaje y disfrute; de una experiencia impagable. Estoy convencido que el resultado del nuevo disco va a sorprender. Los nuevos arreglos, el sonido y el espíritu que impregna este trabajo, va a hacer que se convierta en una de las obras cumbres de su discografía, en la que ha integrado los sentimientos del ser humano y la naturaleza convirtiéndolos en una metáfora.

Las canciones que, a falta de confirmación definitiva, formarán parte del nuevo disco, que incluirá un DVD, serán Aún te quiero; Canción para Manuela (su nieta); Como duele el aire; El Invierno; Morir por ti; Nunca sabré; Olvídame, si puedes; Para qué seguir viviendo; Una canción llamada soledad y Breve como la luz.