Hoy no hay música
Sentado frente al Mac miro a través de la ventana y solo se
oye el sonido del viento jugando entre las ramas de los árboles, mientras en la
cocina es el lavavajillas quien hace el ciclo de limpieza mensual y en la
calle, en ocasiones, rompe la monotonía el sonido de una sierra eléctrica. Todo
lo demás es silencio. Hoy no sonará la música a mi alrededor. Únicamente ha
roto su ausencia la llamada de la magafonia del Colegio Público Mora Puchol que
tiene la originalidad de llamar a los alumnos a clase con música de los ’60 y
’70. Este mes lo hace con “Arms of Mary" de The Sutherland Brothers and Quiver.
El día es gris como si las nubes que cubren el cielo de Alicante hubieran
querido sumarse a la tristeza de un día sin música.
Duele que en la Asociación de Radio Comercial (AERC) no se hayan puesto
de acuerdo las cadenas de radio para cerrar sus emisoras musicales hoy durante 24 horas. Hubiera
sido una gran ocasión para demostrar a todos lo imprescindible que es la música
en nuestras vidas. Los duelos se producen al sentir la ausencia del que se ha
marchado. ¿Por qué no sentir esa misma ausencia hoy? Hubiera sido muy sencillo
que las cadenas hubieran pactado ese silencio. Sé que la facturación de la
radio musical hoy en día es esencial para la radio, pero en una acción
coordinada de todas las cadenas el éxito habría sido notable y todos lo
hubiéramos comprendido y apoyado empezando por los autores, compositores,
creadores, etc.
¿Te imaginas una acción
coordinada de todas las cadenas musicales de radio sin emitir música, incluso
sintonías? Y no digo ya un día, si no simplemente una hora…
En ocasiones la radio ha enmudecido unos segundos, unos
minutos en acciones coordinadas por otros motivos, incluso se ponen de acuerdo
para invitarnos el denominado Día del Planeta a que todos apaguemos las luces
durante una hora. ¿Te imaginas una acción coordinada de todas las cadenas
musicales de radio sin emitir música, incluso sintonías? Y no digo ya un día,
si no simplemente una hora…
Es cierto que la industria musical le debe mucho a la radio,
pero esa deuda es recíproca. ¿Si los creadores te piden un día -o una hora- al
año de apoyo y solidaridad por la salvajada que hace el gobierno de cobrar un
21% de IVA en cultura no se la debemos dar? Incluso si todos los consumidores
colaboráramos el precio de la cultura sería mas bajo y desaparecería el dudoso
honor que tiene este país de ser el líder mundial en descargas ilegales de todo
tipo.
Por eso y mucho mas que te puedes imaginar hoy el silencio
me rodea y hasta el viento ha dejado de crear ritmo con las hojas y el
lavavajillas también se ha callado. Hoy es un día de silencio para que los
artistas que nos emocionan y hacen vibrar sigan creando obras que nos emocionen,
porque como he repetido en alguna ocasión parafraseando a Harry W. Longfellow
“los dioses enviaron a la tierra a los artistas para hacernos disfrutar y
regresar con ellos a su paraíso”.
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