Nunca... (158) De La Verbena a la dramática Convención

1990 había comenzado con noticias sobre la posible no continuidad de Ángel Casas en El Sermón debido a las dificultades que le suponía tener que alternar su trabajo en la Ser con el que realizaba en la televisión catalana y el inminente salto de su programa de entrevistas y actuaciones a la cadena estatal. Finalmente se tomó la decisión de sustituir El Sermón por una nueva apuesta encabezada por Julio César Iglesias.

Desde poco después de la llegada de Prisa a la Ser Julio César se había convertido en una de las voces mas próximas y familiares de la nueva Cadena en los diferentes programas con colaboraciones ya fueran de contenido genérico o deportivo por lo que su incorporación al proyecto de la tarde fue muy bien recibido en las emisoras y su audiencia.

La Verbena de la Moncloa
J. Capitán, J. C. Iglesias y L. Figuerola 
en plena Verbena (Foto: Cadena Ser)

Concretamente el 12 de Marzo de 1990 Julio César Iglesias estrenaba en la Cadena, Sesión de tarde, un programa de dos horas de duración (de 5 a 7 de la tarde) con participación de la audiencia, debates peculiares con un agitador, tiempo dedicado a la tercera edad y todo0 aquello que la tarde ofrecía para tratar. Una de las secciones mas esperadas era la que semanalmente desarrollaba el profesor Germán de Argumosa sobre temas paranormales y esotéricos. Argumosa ya había colaborado en la Ser a finales de los años 70 en el programa Medianoche de Antonio José Alés en los que contaba con la complicidad y enorme capacidad de sorpresa de Julio César. Como guinda del programa se ofrecía un suplemento especial los miércoles con una sección que pasaría a la historia de la radio: La verbena de la Moncloa con Luis Figuerola-Ferretti y Javier Capitán tras el éxito obtenido por ambos en las mañanas de Hoy por hoy. Ahora se trataba de que ambos plasmaran durante una hora la ctualidad con sus imitaciones a personajes públicos, políticos, deportistas, cantantes, etc., a veces confundiendo a la audiencia la ficción con la realidad. El programa llevaba cada semana un invitado que tenía que verse la cara incluso consigo mismo ante un espejo que, mas que desfigurarlo mostraba una imagen mas cercana a la realidad.

Figuerola era un hombre que procedía del mundo de la publicidad responsable de una de las agencias mas importantes del país. Había popularizado el personaje de Doña María “Gruesa de los Nervios” en el programa Hoy por hoy. Doña María era una mujer que vivía en un barrio humilde de Madrid y que aplicaba su sensatez a cada aspecto de la vida diaria, a pesar de lo cual cada excitación de la vida cotidiana la iba haciendo engordar.

Javier Capitán había llegado a la radio tras una llamada a un programa en el que se haciéndose pasar por Felipe González creó tal confusión -y delirio finalmente- que inmediatamente se le contrató como caricaturista radiofónico colaborando en Hoy por hoy. Su aportación a las tardes de los Miércoles, primero con Julio César Iglesias y mas tarde con Goyo González marcó un hito radiofónico que les llevó a obtener el Premio Ondas ese mismo año.

Marisol Tomás
Julio César dejaba La Ventana Indiscreta de las madrugadas de Lunes a Viernes en las manos de Jesús Melgar, periodista inquieto y versátil que lo mismo hacía un programa relajado como se marchaba de reportero a un acontecimiento bélico como demostraría unos meses mas tarde en uno de los bombardeos de Bagdad. Le acompañaba Marisol Tomás, una de las mas grandes profesionales y mejores voces de la radio empeñada siempre tanto ante el micrófono como en su centro de enseñanza en la importancia de la dicción; ¿si no te entienden cuando hablas por qué te pones ante un micrófono? Ambos realizaban un programa relajado e intimista con toques de humor, música muy seleccionada y tertulias desarrolladas como en una mesa de camilla.

La Convención de la revolución

En el campo de la actualidad el Gobierno de Felipe González había nombrado a Leopoldo Torres Fiscal General del Estado. Con Torres había nacido amistad en mis tiempos de Guadalajara que supimos mantener reconociendo ambos el campo de cada cual, el cómo diputado por la provincia, vicepresidente Primero del Congreso y, ahora, a pesar de la distancia como Fiscal General. Siempre fue una persona honesta y responsable, de la que siempre me enorgullecí de su amistad.

El 8 de Marzo Eugenio Galdón envió una carta a los directores de las emisoras propias de la Ser convocándonos a la Convención Anual de la Ser a celebrar en Madrid el Martes 17 de Abril de 9,30 a 20,00 horas. A diferencia de la Asamblea Anual que se celebraba en otoño a la que asistíamos todos los directores de las emisoras en general, a la Convención asistíamos únicamente los responsables de emisoras propias y participadas. Las sesiones de trabajo de ese día transcurrieron con plena normalidad explicándose los cambios de programación, las decisiones de la siguiente temporada en la que parecía no iban a producirse grandes novedades, se explicaron los cambios, la salida de Ángel Casas y la llegada de Sesión de tarde,  algunas novedades en la gestión y poco más. Nada parecido con lo que sucedería en las siguientes semanas.

Silvio González convenció a Galdón para hacer una 'crisis de gobierno' en las emisoras que llevaban mas años con los mismos directores y acceder a las demandas de cambio de algunos de ellos –pocos- y por otro lado demostrar su poder a los directores y –quizás- al propio Delkáder. Así se comunicó antes de Semana Santa (del 9 al 15 de Abril de 1990) los cambios en la dirección de emisoras que afectaba a Ser Miranda de Ebro, Radio Galicia de Santiago, Radio Sevilla, Radio Cádiz, Ser Almería, Radio Valencia, Ser Soria, Radio Alicante, Radio Murcia, Ser Toledo, Radio Albacete, Ser Daimiel, Radio Extremadura, Ser Gijón, Ser Málaga y Radio San Sebastián, entre otras mas. Era una auténtica revolución porque nunca antes nadie había realizado un cambio tan drástico y generalizado al mismo tiempo, ni siquiera en la llegada de los nuevos gestores de Prisa cinco años antes. La Convención fue un hervidero de mil y un rumores e interpretaciones para todos los gustos aunque la dirección intentó trasladar el mensaje de que los cambios habían sido pactados y que no se iba a producir ninguno mas en bastante tiempo, al menos un par de años… Hasta después de Semana Santa, dos semanas después. 

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