¿Salón de la Fama o una utopía?

En recuerdo y homenaje a los que están y a los que han sido

Breves apuntes al cumplirse 34 años de la desaparición de Cecilia

Salón de la Fama del Rock and roll
Hace dos años abrí este blog pero no pude prestarle la debida atención por falta de tiempo. En aquél momento escribí un artículo dedicado al olvido permanente de este país con sus artistas y creadores, principalmente de la música. Era el mes de marzo de 2008 y quise recuperar unas líneas que había esbozado unos meses antes con motivo del recuerdo del trágico accidente que le costó la vida a Cecilia.

Hoy he querido volver sobre aquél artículo, readaptado a la fecha actual, para darle un mayor sentido, y ahorrarte tiempo para que no tengas que buscarlo en el archivo, pero no solo sigue estando vigente sino que me temo que pasaran muchas generaciones y seguiremos igual, aunque parece que algo empieza a moverse en algunos aspectos.

Reflexionaba aquél 13 marzo de 2008 acerca de la deuda que tiene este país con sus músicos, creadores, compositores, productores y gentes de la música en general y vaticinaba, y afirmo hoy, que alguien, algún día, nos lo echará en cara. Nos enfrentará ante el espejo de la historia en el que nos veamos como una sociedad desagradecida e ingrata con nuestros juglares –cantautores de la actualidad- y afirmaba que yo era el primero en confesar mi culpa, como diría la también tristemente desaparecida Mari Trini.

Cecilia
Decía que han pasado 34 años desde que se marchó una de las mas hermosas joyas que ha dado la música popular de este país. El 2 de agosto de 2010 hace 34 años –hoy tendría 61- que a las 5,40 de aquella madrugada, regresando de una gala veraniega en la Sala New Olympia de Vigo, en la carretera N-525, término municipal de Trasmonte, cerca de Benavente, una carreta de bueyes se cruzó en el camino de una de las mujeres llamadas a protagonizar la música popular española de los años siguientes. ¿Pero quien se acuerda? ¿Quién podría ser hoy la campana de la torre mas alta de su pueblo, la que le llorara después de muerta? No parece que haya nadie en este país, ¿o si?

Me gustaría que estas líneas sirvieran para que, mientras se lee este texto, reflexionemos sobre tres aspectos; el olvido de los que se han ido, el abandono de los artistas consagrados y la escasez de caminos para dar a conocer a los nuevos valores.

Es doloroso comprobar como nos olvidamos de los que ya no están, sobre todo cuando un ángel como Evangelina Sobredo Galanes nos regaló con su magia y poesía, quizás demasiado buena y hermosa para merecernos mas de lo que nos dio, o lo poco que se atiende a los nuevos valores y la escasez de medios que existen hoy en día para que aparezcan nuevas voces. ¿Que escenario mediático existe para los herederos de Cecilia, Serrat, Aute, Lluis Llach, Víctor Manuel, Perales, Pedro Guerra, Sabina, Krahe, etc.?

Pero no solo habría que pensar en los valores de la gente que se ha ido y lo que han aportado, también, y fundamentalmente, a los que están y hemos arrinconado. ¿Por qué somos así con los que han sido lo mejor de nuestra música y pueden seguir aportando su experiencia y conocimiento? ¿Qué hemos hecho con Ana María Drack, José Mª Purón, Ovidi Montllor, Pablo Guerrero, Maria Ostíz, Rosa León, Patxi Andión, Amancio Prada, Joaquín Carbonell, Marina Rossell, María del Mar Bonet,…? ¿Qué camino les hemos dado, cómo nos estamos comportando con ellos? En cualquier país de nuestro entorno siguen queriendo, apoyando y admirando a sus artistas. No se trata de que sean superventas, se trata de reconocimiento público, actuaciones en directo, programas de TV, nombrar hijos predilectos o adoptivos, dar nombres de calles, etc.

En aquél artículo apuntaba una idea como homenaje a todos los que no debemos olvidar al tiempo de brindar apoyo a los nuevos valores. Aventuraba la posibilidad de que la SGAE ese día, el 2 de agosto, o el 11 de octubre –fecha en la que nació Cecilia- fuera declarado “Día del agradecimiento al músico”, y se rindiera un merecido homenaje público en un gran recinto, como se merecen a todos ellos, vivos y desaparecidos. Sería una buena ocasión para volver a ver y escuchar a los mas grandes de ahora de antes y de siempre, pero también a los nuevos valores que luchan por salir y tienen pocos medios y escenarios para ser oídos, ya sean cantautores, intérpretes o músicos, cualquier artista con algo que decir y transmitir desde un escenario.

Pienso ahora en las innumerables salas pequeñas que hay en toda España que brindan sus locales para que vayan sonando esas nuevas voces, pienso en lugares de Madrid, como Libertad, Barcelona 8, Clamores, etc. pero salvo el voluntarismo de pequeños empresarios de la hostelería y artistas no hay nada mas

Imagino un fin de semana en el Palacio de los Deportes, en el que la SGAE y las compañías discográficas de todo tipo y tamaño, reconocieran todo lo bueno y grande que se ha hecho y se está haciendo, y la poca cabida que esos trabajos tienen hoy porque las radios que antes apoyaban y lanzaban a los nuevos artistas, se limitan a copiarse unas a otras las mismas fórmulas, la televisión no quiere oír ni hablar de programas musicales, cuando precisamente todos los artistas presentan sus discos con videoclips y la prensa diaria no tiene mas espacio que el hueco de una crónica de un concierto o el obituario de turno para recordar a quien se ha ido.

Y podría ir mas lejos… Yo invitaría a la SGAE a que montara el “Salón de la Fama”, un lugar-museo como el que existe en Estados Unidos o en la Gran Bretaña dedicados tanto a la música como al deporte, en el que pudiéramos admirar los instrumentos, partituras, fotos, vídeos, carpetas de vinilos de todos los tamaños de los mas grandes. Un lugar en el que estar presente fuera una forma de reconocer los méritos de todos los artistas, músicos, cantantes, productores, etc. pero no solo ellos, también DJ’s , locutores emblemáticos -¿alguien pondría una objeción a que ahí estuvieran ahí presentes Raúl Matas, Pepe Palau, Ángel Álvarez, Joaquín Luqui, Pepe Domingo Castaño, Tomás Martín Blanco,… por ejemplo?- ideas de promoción originales, etc.

Sigo siendo un soñador iluso, pero creo que la fuerza de nuestra música y nuestra cultura se merecen trabajar en ese sentido para no olvidar, y para saber agradecer a todos los momentos de felicidad y riqueza tanto espiritual como material que nos han dado.

Sería una hermosa manera de poder decirle, no solo a Cecilia si no a todos que Desde que tú te has ido, desde que te has marchado nuestras manos –y corazones, ya no- tienen frío por no tener tus canciones porque te damos las  gracias a ti y a tantos y tantos que vivos o ausentes, os recordamos y reconocemos por todo lo que habéis hecho en los pequeños y grandes momentos de nuestras vidas.

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Comentarios

  1. Gracias por recordar a mi siempre bienamada Cecilia.... saludos desde Cali, Colombia

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